Perfecta para tus ojos ✅ [NUEVA VERSIÓN]

Capítulo 40

4 días antes

Leo

—¿Tú? ¿Leyendo? ¿En un receso? ¿Quién eres y qué has hecho con mi amigo?

Cleo comenzó a las carcajadas del otro lado de la pequeña cocina.

—Fácil. Kiraz, no sé su apellido, pero no es importante. Ahora bien—se acerca con la taza de café en las manos y ladea su cabeza —. No inventes, llevas como dos meses leyendo ese libro ¿Por qué la demora?

—Es que no entiendo cómo carajos pudo hacerle eso a Padme, de verdad intento entenderle, pero no puedo. Casi la...—cerré mis ojos frustrado—. Juro que quiero dejarlo a un costado, retomar la lectura sin juzgar, pero es un reverendo hijo de puta por permitir que lastimen a la chica, o sea. Qué....

—Quien lo diría —sonrió mi amigo—. Nuestro intachable Leo estresándose por un personaje literario. ¡Madre Santísima! Acaba ese libro de una vez.

—¿La chica lo supo? ¿Qué él lo permitió?

—No llegué a esa parte, dejé de leer por la impotencia que me daba.

—Es un libro, Leo, no me jodas—siguió mi amiga.

—Volveré a mi puesto, nos vemos a la salida.

Cuando el rubio se fue, noté como desde el rabillo del ojo Cleo me miraba fijamente. Estudiándome.

—¿Qué tanto me miras?

—Saco mis conclusiones de que tan idiota eres.

—Sencillo, cero.

—Mil—corrigió—. Eres un reverendo idiota que, en vez de ir por ella, decide encerrarse en un libro.

—Bueno, por cierto.

—¡Qué ella te recomendó! —se exasperó dejando la taza en la isla—. Por favor, ¿qué esperas?

—No puedo hacerlo.

—¿Por qué? —insistió.

—Porque....

Pero me vi obligado a callarme cuando ese idiota ingresó ¿Cómo puede seguir trabajando aquí?

—Buenos días —saludó con un asentimiento de cabeza.

—Eran buenos hasta que llegaste—bufó hastiada—. Te veo luego, no cometas una estupidez—dejó un beso en mi mejilla.

—¡Qué bueno que hayas vuelto! ¡El que te saquen el castigo como niña de dos años ha sido estupendo! ¡Limpiar casas no era lo tuyo.

Ella se dio vuelta y volvió con nosotros.

—Margot se fue.—lo miró con asco.

—¿La embarazada loca?

—Embarazada—dijo entre dientes —, no loca. Me dejó al tanto de todo. Ahora yo estoy aquí y cumpliré el rol que ella tenía, partirte la cara si te propagas. No eres nadie.