Capítulo 16

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Kiraz


Sus manos se desplazaban por mi cuerpo en lo que nuestras bocas seguían su propio ritmo, lento, pasional, pero también necesitado.

Era mi primera vez y estaba siendo perfecta, Mark era súper lindo conmigo, lo habíamos hablado previamente y antes de empezar me dijo que pararíamos cuando quisiera, y que cada cosa que no me gustase, se lo diga.

Pero no tenía queja alguna, sus embestidas eran lentas. No estaba desesperada por hacer esto, así que cada cosa la disfruté hasta el último segundo.

Me aferré a su cabello, ya que cada vez quedaba menos lugares a los cuales apoyarme, dado a nuestro calor corporal.

Agradecí internamente que sus padres no estuvieran, dado que en dos ocasiones grité. Primero cuando se hundió en mí, dolió al principio, pero luego ya me acostumbré, y después cuando chupó uno de mis pezones.

Fue mi primera vez y fue lo mejor. Apoyé mi cabeza en su pecho descubierto a medida que el sueño me ganaba. Sus caricias en mi espalda me calmaban más de lo que me gustaría admitir.

—Te amo—susurré.

—Yo también. Ahora y siempre.

—Eres tremenda, está claro que ustedes van más allá. Te apuesto a que la semana que viene ya se besan.

—¡Willy! —lo codeé.

—No me voy a disculpar por ser sincero, querida—se encogió de hombros despreocupado.

—No, pero sí por mentiroso.

—Te apuesto doscientos que el mes que viene, estos dos, mínimo, ya se besaron dos veces—comentó Morgan.

—De acá a dos semanas—inquirió.

—Acepto.

Ambos estrecharon su mano siguiendo con su labor. Yo, por el contrario, me quedé cruzada de brazos enojada ante aquello.

Tonterías, Leo y yo, jamás de los jamases.

¥¥¥

Kiraz, vamos.

—No quiero, me duele.

—Eres una niña grande, ya debes saber que a un padre no se le debe negar.

—No me gusta.

—No te hago daño.

—Pero no me gusta que me beses—mis ojos se llenaban de lágrimas.

—Te quiero, Kiraz, no seas desagradecida y ve a tu recámara.

—Tú no e...

Él sabía lo que iba a decir, pero antes de que pudiera acabar la oración, ya me había abofeteado.

—Yo si soy—masculló clavándome sus uñas en mi brazo—. Las niñas, las mujeres en general no tienen que hablar. Tú lo hiciste. Ahora debes pagar.

Perfecta para tus ojos ✅ [NUEVA VERSIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora