Capítulo 55

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Kiraz


—¡Cállate! ¡Cállate maldita sea! ¡Cierra la boca y escúchame! ¡Me estás matando! ¡¿Te enteras?! ¡Perdí a quien era como una hermana para mí! —sus ojos iban empañándose por las lágrimas— ¡Casi mueres tú también! ¡Y sí, te cuidé a pedido de mi primo! ¡Pero luego te cuidé porque más que el último deseo de alguien, yo necesitaba hacerlo! —voceó ignorándome— ¡Me enamoré de ti, carajo! ¡Ódiame si quieres! ¡Adelante! ¡Pero todo lo que siento por ti es real! ¡Es la maldita verdad! ¡No finjo con mis sentimientos! ¡Te amo!

Mi cuerpo se tensó ante sus palabras. No, no podía ser cierto. El nudo en mi garganta crecía acorde sus palabras.

—No sé de qué otra forma quieres que lo demuestre. ¡No iba a dejarte sola! ¡No estaba dispuesto a perderte! ¡Bien! ¡Ódiame! ¡Mándame al carajo! ¡Pero vas a escucharme! ¡Vas a escuchar toda la historia, Kiraz! y luego haces lo que te venga en gana.

—No sé que estás esperando —reñí intentando frenar contra todo pronóstico besarlo.

—Mi primo es Mark, sí.

—Eso ya lo sé.

Me pegó a su cuerpo. Vi en su rostro las ganas que tenía de besarme, y yo solo anhelaba ser más disimulada.

—Ahora tú cierras la boca—sentenció a centímetros de la mía—, porque ya está comprobado que esa es la manera que tienes de decirme que me quieres.

<<Modo descubierta: Activado>>

—En tus sueños, maldito imbécil —objeté a regañadientes.

—En los tuyos, nena.

Por más que intenté no hacerlo, fue más fuerte que yo, así que acabé largando puras risotadas y deseaba con todas mis fuerzas que Kerem no sé despertara.

—¿Qué eres? ¿O más bien quién eres?

—¿Estamos pensando en lo mismo?

Probablemente.

—¿En la misma persona?

Personaje—enmendó.

—Es posible.

—No soy cómo él, Kiraz.

Eso lo sabía perfectamente.

—Yo creo que sí, solo que....te le pareces en algunos aspectos.

—Yo no soy tóxico.

«No en ese sentido»

—Ni...no me compares con él.

—No, no podría. Pero en lo otro puede que tal vez.

—¿Bueno en la cama?

<<Querido, él se quedaría corto a tu lado>>

—No lo sé, jamás me acosté con él. Solo queda imaginarlo—le resté importancia.

Me dejó un beso fugaz. ¿Es enserio? ¿Tiraba la puta piedra y escondía la mano? Hijo de...

—Déjame que te explique. Dame una oportunidad. No soy el malo del cuento.

Perfecta para tus ojos ✅ [NUEVA VERSIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora