Capítulo 41

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Dos capítulos seguidos, ¿Qué les parece? Espero que les gusten estos dos porque de verdad me parecen mega importantes para lo que se viene. En las dos me estremecí igual, tal vez porque soy sensible con esto. Pero aquí está.

¿Aman a Kerem? Porque yo sí, a la mayoría en realidad, pero Kerem ocupa un lugar especial en mi corazón.
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3 días antes

Kiraz



-No sé-confesó Willy-, quería ayudarla, pero no sabía cómo. Parecían los dos en la misma situación. Es decir...se entendían perfecto. Leo me dio el día libre.

-Y tú de soplón me dices todo esto.

-Es que...-se sentó -. Deberías hablar con él, que te explique qué fue lo que pasó realmente y si en el supuesto caso de que fuera algo de Mark ¿Cuál es el problema?

-Su abuela es una hija de puta-fui consciente de lo que dije y me retracté-. Perdón -cubrí mi boca con ambas manos.

-No importa-rió-. A todo esto, ¿dónde está Nani?

-Terminando el vestido de novia.

-¿Entonces estás sola hasta las tantas?

-No me mires así. Primero porque sé lo que está pasando por esa cabezota que tienes -la señalé extendiéndole el plato de comida-. Y segundo, dentro de poco aparece mi niñero.

-¿Tu qué? -se atragantó mirándome extrañado.

-Kerem y Alex. Mis nuevos vecinos. Son muy considerados, de hecho, pero él es un pesado.

-¿Por qué pesado? -comenzó a reírse.

-Se comporta como mi maldito hermano mayor. O al menos aparenta eso-bufé al recordar su empeño por buscarme a la salida del trabajo.

-Pues me alegra saber que en lo que no estoy alguien puede tolerarte.

-Idiota.

-Anda, come, se te hará tarde-señaló con el tenedor mi plato.

-No tengo hambre-jugaba con el almuerzo.

-¿Por qué no lo llamas? A Leo. ¿Qué puedes perder? Traga tu maldito orgullo, mujer.

-Creí que no te caía bien.

-Kiraz, gracias a él estabas un poco más alegre, sonreías, veía un brillo en tus ojos muy bonito, aunque no quisiera admitirlo-se encogió de hombros.

-Pues da igual-lo miré-. Ya no importa.

-¿Sabes? Respecto a lo de familia y eso. Al diablo quienes son, si se aman...

-¡No! -me paré golpeando mis manos con la mesa.

-Ya es tarde, Kiraz, ya estás loca por él y no importa quien sea, nada cambiará lo que ambos sienten-se levantó severo-. Provecho, debo volver al trabajo.

Perfecta para tus ojos ✅ [NUEVA VERSIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora