20 años después.
Ella subió a su coche conduciendo hasta el trabajo como todas las mañanas. Saludó a sus compañeros a la vez que se dirigía a por café. Una vez listo, fue a su lugar correspondiente. Prendió el ordenador y en lo que esperaba , sorbió un poco del café. Entonces pasó, entró una llamada que la hizo atragantarse.-¿Qué?
Comenzó a toser descontroladamente. Su mejor amiga se acercó a ella dándole aire en lo que la morena elevaba sus brazos.
-Estoy....bien-dijo una vez calmada, y para aquel entonces, ya había caducado la llamada.
Se levantó rápidamente y fue hasta la oficina de su superior. Golpeó dos veces la puerta e ingresó.
Estaba en medio de una llamada. Al verla, le hizo seña para que esperara, pero ella no obedeció, por el contrario, se aproximó veloz cortando la llamada de él.
-Pero ¿Y a ti que te pasa?
-Me llamó él-hizo hincapié en la última palabra.
La sonrisa que aquel hombre llevaba con la llamada, se esfumó.
Un silencio sepulcral invadió su estudio y ella temía por la reacción. Se mordía las uñas con nerviosismo. Él estaba impertérrito.
Y justo cuando se planteaba seriamente en llamar al 911, su jefe elevó la cabeza y ella se percató que aquellos ojos decían...
Nada, absolutamente nada.
Quería agarrar el cuadro junto a él y golpearle. ¿Cómo no podía accionar? ¿Qué demonios tenía en la cabeza? No iba a contestarle aquello, no quería perder su trabajo.
-Puedes retirarte.
Ella quedó boquiabierta ante la calma y el desinterés que aquel hombre, al cual admiraba y tenía como futuro ejemplo, tenía.
Sin decir nada más, se pegó la vuelta y caminó hasta la salida. Sin embargo, estando frente a la puerta, a nada de abrirla, giró sobre su mismo eje.
No, no. Esto no se iba a quedar así.
En grandes zancadas llegó nuevamente al escritorio, apoyó con ímpetu sus manos, creía que se quemaría ante semejante fuerza empleada.
-¡Escúcheme bien, pedazo de basura! ¡Porque déjeme decirle que se está comportando justamente así! ¡Siempre lo admiré! ¡Entrar aquí y trabajar con usted fue una de las mejores cosas! ¡Y ahora se está comportando como un maldito imbécil!
Estaba fuera de sí. La echarían. Ella sabía que la echarían. Rodeó la mesa lo jaló de la oreja sacándolo de su estudio y él, en ningún momento se negó.
¿Por qué? ¿Acaso estaba en shock?
Todas las miradas estaban fijas en ella y él. Se encontraba tan enfurecida que en esos momentos le valía mierda las personas y todo aquel que pusiera los ojos en ella.
Llamó al elevador sin soltar a su pronto ex jefe. De seguro tenía la oreja roja. Pero ni modo.
Al abrirse las puertas ingresaron, y lo último que vio fueron las miradas atónitas de sus compañeros.
-Escúchame-miró a su jefe-. Estamos fuera, nadie nos ve, por favor reacciona. Llora o grita, no lo sé, el silencio me preocupa.
-Necesito....necesito ir-dijo con la mirada perdida.
Ella tragó profundo, asintió con su cabeza y salieron. Sacó las llaves de su coche y luego de ambos montarse, fueron a la comisaría. De solyaso ella veía cada tanto como el hombre iba reaccionando.
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Perfecta para tus ojos ✅ [NUEVA VERSIÓN]
Non-FictionEl amargado. La quejosa. Él con sus secretos. Ella con los suyos. Él con el ego por los cielos. Ella con millones de dudas. Y aún así, esta.....es su historia. © Todos los derechos reservados Queda totalmente prohibido copiar, manipular y/o extraer...