Capitulo 27: Guerra interna

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Capítulo desbloqueado 🙂

Aitana Sorní.

Estaba detenida frente a la puerta de Salvatore. Apreté los dientes y no se porqué sentí un cosquilleo en el estomago pero no era uno bueno. Ese cosquilleo era más bien de miedo. Había muchas cosas que debía explicar y que para ser sincera, explicarlas solo horrorizaría al hombre que amo. Era difícil elegir entre el amor y la venganza. Necesitaba de ambas, simplemente no podía olvidar mi pasado sin sentir que no hice nada al respecto. Toqué la puerta y luego de unos largos minutos, Salvatore abrió y al verme su reacción me dolió en el alma. Era la primera vez que se quedaba indiferente, que su rostro no mostraba nada al verme. Era todo mi culpa, y lo peor era que la única manera de que funcionáramos era eligiendo entre él y hacer pagar a los que me jodieron la vida y honestamente, ya no sabía con cual quedarme.

— Te he llamado varias veces

— He estado ocupado, tengo mucho trabajo

— Si, supongo

Después de mirarnos y quedarnos callados, el comentó.

— Pensé que aún querías estar sola.

— ¿Estás enojado?

— ¿Debería estarlo?

Lo miré y en su mirada solo había decepción. Ya no sabía que mentira decir o que hacer para seguir ocultando lo que estaba pasando por mi mente. Al verlo ahí frente a mi, tan serio, tan falto de ese brillo en sus ojos comprendí que ya no sólo había jodido mi vida sino que comenzaba a joder la de él también.

— Creo que sí, más que enojado, deberías estar cansado de mi.

— No, cansado de tus mentiras, de tus evasivas, de tus secretos. Te amo, eres la mujer con la que quiero hacer una vida, una familia pero tampoco me ciego, esto no es una puta fantasía, es la vida real. De amor no se vive una vida, de solo amor no se basa una relación.

— Lo sé

— No, no sabes nada. No tienes idea de lo mierda que es mi vida en estos momentos. La única persona que deseaba ver, la única persona que me traía paz eras tú y ahora solo consigues darme el mismo estrés que los demás. Ya no se que hacer para ayudarte, para que entiendas que no soy tu enemigo, que puedes confiar en mi. Que no solo estoy aquí para follarte ni ir a adoptar una niña y fingir que todo está bien. No, no lo está joder.

Tenía un nudo atravesado en la garganta con tantas cosas que quería decir pero que simplemente no salían. Quizá por miedo, tal vez por vergüenza o simplemente porque ya mi corazón había tomado una decisión y había puesto la venganza por encima del amor. Lo miré a los ojos y no podía, simplemente no podía decirle que la mujer que ama ahora era una asesina. Que la mujer que ama estaba matando a sus violadores y no sentía arrepentimiento alguno. No sabía cómo decirle que no pararía hasta que todos pagaran, no sabía cómo decirle que quizá, era momento de alejarnos, quizá para siempre.

— Te debo una explicación, lo sé. He perdido el control con el alcohol nuevamente, discúlpame por eso pero creo que todo este tiempo he intentado ser algo que no soy. Soy alcohólica y lo seré hasta el día que me muera. No logré ser esa persona que todo el mundo espera, no logré estar sobria y eso me hizo entender qué tal vez esa es mi realidad. Es cierto, hay cosas que no sabes pero no es porque no te tenga confianza, es porque no la tengo conmigo misma. Me levanto todas las mañanas fingiendo que estoy bien, que ya todo pasó, que estar a tu lado es más que suficiente para poder mirar hacia delante pero la realidad es que no, no lo es del todo. Hay cosas que tú no entenderías, nadie lo entendería y solo me verías con miedo, con desprecio.

— Jamás podría verte de esa manera. Deja de pensar por mi.

Sonreí con una lágrima cayendo de mis ojos y suspirando contesté.

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