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15/9/2021
Rosario, Argentina

——— ¿La verdad verdad? Estaba muriendome de vergüenza.

Hace casi dos horas estoy viajando con el plantel de river hasta Rosario, me senté con Julián y él me presentó a sus compañeros, aunque conocía a Enzo Perez ahora podía reconocer el nombre de Enzo Fernandez y era porque cebaba los mates y me mostraba fotos de la preciosa familia que tenía.

De vez en cuando Álvarez me miraba y sonreía cuando notaba que no me cansaba de escuchar a Fernandez hablar tan bien de su gente. El chico era dulce y respetuoso, más allá de lo fisico que también es en parte importante; sus buenas vibras destacaron desde que el cordobés me lo presentó.

Cuando mi amigo me invitó pensaba que el partido iba a cancelarse para ser llevado a cabo en el monumental que está a seis cuadras de mi casa para no faltar al trabajo ni un solo día. Al final tuve que ir al médico a decir que me dolía algo y me dieron tres días de descanso.

Pero bueno, también conocí al director técnico que estoy segura de que se llamaba Gallardo. Él también fue muy buena gente y me dijo que estaba feliz de que al menos había una hincha con ellos en el estadio porque debido al coronavirus extrañaban mucho a sus fanaticos. Yo me tuve que hacer la que era una gallina a morir, pobre, no iba a decirle que era de boca y que Julián me explicó lo básico del futbol.

—A ella le gusta mucho la cancha y siempre que puedo la llevo y le pongo cincuenta barbijos— me contaba Fernandez mientras agarraba el mate que le pasaba un chico con acento colombiano— ¿Vos sos de river, no?

—No sé mucho de futbol, pero toda mi familia es fanatica de river, mi hermano más que nada asi que escucho todos sus partidos— respondí mientras jugaba con mis manos— Te dije de todo menos si era de river o no pero supongo que si.

Reimos a la par y Julián que estaba dandome la espalda para hablar con sus compañeros se tiró para atrás y se recostó por mi para que pase un brazo por su pecho. En éste tiempo que llevabamos hablando y siendo "amigovios" aprendí que era amante del tacto, siempre tenía aunque sea un pixel de dedo tocandome o buscaba que yo lo hiciese.

—Conmigo no fue tan simpática la primera vez que nos vimos— él rió y Enzo le hizo una seña de que le cuente— Es la hermana de Juampi, el de la entevista con Paredes.

—¿Vos sos la hermana de Juampi?— preguntó sorprendido y con una sonrisa, yo por mi lado asentí— Es un capo tu hermano, nunca escuché que alguien hable tan bien de futbol como él.

—Si es bueno— expresé sin saber muy bien qué decir— Tendrías que decirle para que te haga una entrevista, los tiene a todos ustedes pegados en la pared de su pieza.

—Si,si, lo vi— rió con ternura— Che contame, ¿después de la entrevista ustedes dos fueron a la pieza solos, picarones?

El que estaba al lado de Enzo que fue de los pocos que conocía desde un principio hizo una especie de ruidos raros para molestarnos. Enzo Perez me da un poco de miedo porque en la parte de afuera de la pieza de Juampi está su cara gigante pegada y ahora es raro tenerlo acá burlandose de mi.

—¿Al fin debutó la arañita?— siguió riendose el dúo de gallinas.

—Haganse culiar— Julián les sacó el dedo del medio y yo negaba con la cabeza y buscaba el celular para salir del incómodo momento.

(...)

Faltaba media hora para que empiece el partido y fui obligada por la araña a ponerme su camiseta además de que tenía que sentarme en el banco de suplentes al lado de Enzo que estaba nervioso.

En toda la cancha empezó a sonar watermelon sugar de la nada y Gallardo se acercó a mi.

—Julián me dijo que te gustaba Harry Styles asi que les pedí que te pusieran un poco para que no te aburras— sonrió amablemente y me derretí de lo tierno que era ese señor.

—Gracias, que lindo detalle— imité su gesto y él sonrió por última vez para seguir con lo suyo.

Escuché como algunos cantaban el coro y me hizo sonreír más, lástimosamente por los barbijos no pude diferenciar quiénes cantaban.

Pasaron algunas canciones más en español y adore you sonó en todos los parlantes. Enzo fue el encargado de decirme felizmente que a esa si la conocía y que había visto el video del pez.

A los minutos vi que empezaron a salir los jugadores y yo aplaudí cuando vi a la araña saliendo con una expresión seria.
Los primeros minutos no entendía nada y caí en la tierra cuando uno de river metió un gol y todos los chicos se levantaron a abrazarlo mientras que yo aplaudía desde mi lugar.

A la media hora uno de newell's metió un gol empatando con river y al lado mío solo se escuchaban puteadas. No quise decir nada por miedo a que me salten directo a la yugular y no fue hasta el entretiempo que todos dieron un largo suspiro y me preguntaron si quería ir a comprar algo para comer.

Estaba pegada a Enzo como una garrapata y a él parecía no importarle e incluso me compró un paquete de papas fritas como si fuese mi papá. Le agradecí a él y al kiosquero que estaba trabajando solo para los jugadores y el equipo técnico, encima nos quiso dar gratis las papas pero nos negamos desde que la primera palabra salió de su boca.

Acompañé a mi nuevo amigo a los vestidores pero no entré por obvias razones y esperé sentada en el piso a que saliera para volver a la cancha, sucedió todo lo contrario a lo que esperaba; Julián fue el que salió y me buscó con la mirada.

—Ey...¿te gusta el partido?— preguntó una vez que estuvo cerca mío y se arrodillo frente a mi.

—Si, juegan bien— le ofrecí papas y él se negó— Si haces un gol pongo una foto del escudo de river en el otro lado de la cadenita.

—Pero no me pongas esa presión— rió un poco nervioso— Que linda estás con mi camiseta.

—Estás perdiendote el descanso acá conmigo— intenté ignorar su cumplido o iba a salir como un tomate al banco.

—Es que quiero una cosa— apoyó una de sus palmas en el suelo para acercarse más a mi— ¿Beso de buena suerte?

Después de la pijamada nos habíamos besado cuatro veces más por la timidez que todavía teniamos, pero nunca había sido tan descarado como lo estaba siendo ahora, estoy segura de que era la adrenalina del partido.

Agarré sus dos mejillas y lo acerqué a mi para darle un largo y profundo beso del cual se notaba que ninguno quiso separarse.

—Más te vale que tires telaraña— amenacé y él se mordió el labio.

—Tiro todas las telarañas que quieras y te las dedico— me dió otro beso.

Nos separamos nuevamente y me ayudó a levantarme porque ya casi tenía que salir a jugar de nuevo. Me miró por última vez y entró a los vestidores después de que Fernandez saliese.

Enzo y yo nos fuimos a sentar de nuevo y el partido reanudó su curso. Yo no podía quitar mi vista del nueve, no sé si me hizo brujería o algo así, pero me parecía hermoso cuando estaba transpirado.

En el minuto sesenta y uno el desempate sucedió gracias a Julián, quien me miró apenas vió que la pelota tocó la red mientras yo sonreía como tarada, perfecta para que mi familia me haga chistes sobre que me gusta un chico.

El partido terminó cuatro a uno con otto gol de Julián y uno de Carrascal, estaba feliz por la araña que estaba conquistando mi corazón y lo estuve más cuando me dió la camiseta que había usado ese día.

Harrie | J. ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora