26/11/2022
Doha, Qatar——— Me senté con los fanaticos porque quería vivir lo mismo que ellos y sentir más energía rodeada de argentinos transpirados y con olor a que no se bañan hace un tiempo.
Lástimosamente me tocaron dos mexicanos atrás, pero el resto eran todos argentinos, y de esos que están completamente orgullosos de haber nacido en su país. Me reconocieron y me pidieron fotos, pero fue bastante tránquilo, además de que se portaron respetuosos en todo momento.
No soy buena explicando, pero adelante mío había una escalera donde literalmente podía subir alguno de mis conocidos porque el banco estaba a metros.
Los hinchas me sacaban charla o me hacían preguntas de si había conocido a tal o a tal, yo les respondí casi todo porque había que perder el tiempo en lo que empezaba el partido, ¿no?
—¿Te puedo filmar mientras te hago unas preguntas?— asentí ante el chico que me había tocado el hombro— Dale, ya empezó, ¿tenés alguna promesa si Argentina gana el mundial?
—Mmm...todavía no, pero creo que me haría un tatuaje— sonreí en dirección a él porque me ds vergüenza mirar a la cámara— Y anulo mufa, obvio.
—Ah...te enseñaron bien los muchachos— los de nuestro alrededor rieron— ¿Hoy Julián mete gol?
—Yo siempre tengo expectativas en él, asi que si; obvio que va a meter uno— me acomodé un poco mejor en mi asiento— Aunque mientras que alguno meta un gol para mi va a estar perfecto, incluso si lo hace el Dibu desde el arco y le dicen que nada que ver.
—Hablando de goles anulados, ¿te indignaste con los de Lautaro?
—Casi me vengo a Qatar en patas por eso, estaba con una bronca y eso que yo no tengo ni la menor idea de cuándo un gol es anulado y cuándo no— solté un suspiro mientras rodaba los ojos.
—Hablemos de Julián, ¿es muy timido con vos o es más suelto?— cuestionó con una sonrisa que me contagió cuando mencionó a mi novio.
—Julián es la persona más buena que podés llegar a conocer. Él es re timido, pero cuando se suelta un poquito no te salvás más; te carga y encima no se le escapa una— otra ronda de risas se escuchó a mi alrededor— Es una variante de Marcos de gran hermano.
—¿Qué es lo que más te gusta de él?
—Amo lo compañero que puede llegar a ser, además de que es empático, atento e intenta entender lo que sentís todo el tiempo— conté mientras jugaba con mis dedos— Me da un poquito de vergüenza contar esto, pero a veces me cuesta dormir y él se queda conmigo hasta que se va a trabajar. Imaginate si no lo voy a amar así.
—Muchas gracias por la buena onda, Jaz, ¿mandarías un saludo a mi perfil futbolmillonario?
—¿Cómo te llamas vos?
—Martín.
—Sigan a futbolmillonario que el capo de Martín es el más buena onda que existe y se merece más seguidores que el huevo de instagram— saludé mirando por primera vez a la cámara— Ahora te sigo, muchas gracias por ayudarme a perder el tiempo, ya no sabía a quién mandarle mensaje.
Intercambiamos un par de palabras más y el gran acto de inicio (que todavía era más impresionante en persona) empezó. Al rato salieron los titulares y pude divisar a mi novio en el banco.
Cantamos el himno nacional a los gritos y los mexicanos atrás mío decían unas palabras que no logré entender, pero supe que no eran nada amistosas. Estos son lo que de seguro si ganamos la copa van a decir que es un triunfo de latinoamerica.
No presté atención al himno de los rivales, asi que esperé a que empezara el partido para empezar a putear para mi; yo nunca faltaría el respeto antes de tiempo como ellos. Literalmente los tenía atrás mío diciendo "ole" desde los primeros segundos.
En el minuto cuarenta del juego ya se sentía la tensión entre los jugadores y los hinchas, los cuales ya estaban preguntando dónde está Messi. Obviamente me cagaría a piñas si no fuese porque también depende de mi la imagen publica de mi chico.
Julián estaba nervioso, pero a veces se daba vuelta para mirarme y yo le tiraba besos para que se ponga colorado, cosa que logré con mucho éxito.
El medio tiempo llegó y con él la ansiedad de que alguien meta un gol, ya sea de nuestro equipo o del equipo contrario, necesitabamos gritar por algo y sacar todas esas emociones hasta desgarrarnos la garganta.
—Messi no ha jugado nada en todo el partido, Ochoa atajará cualquier inconveniente que los argentinos puedan darle ¡Vamos México querido!— me di la vuelta con el ceño fruncido solo para mirar al hombre que dijo eso— Oh...una argentina ofendida.
—Ay ridiculo, querete aunque sea un poquito— volví a mirar para adelante.
—Quiere llorar, quiere llorar— molestaron los dos mexicanos ahora— ¿Dónde está tu Messi ahora?
—No te metas con la novia de la araña porque no está sola— lo confrontó un chico que anteriormente se había sacado una foto conmigo— Les va a temblar el culo si llega a entrar el novio de ella a la cancha.
—Ni te gastes, vivir siendo anti-Messi ya es una tortura para él— sonreí en dirección al desconocido que también me sonrió.
El centroamericano no dijo nada más y nuevamente me quedé charlando con desconocidos sobre especulaciones de quién podría llegar a entrar hasta que arrancó el segundo tiempo.
En el minuto cincuenta y siete entró mi amigo y aplaudí lo más fuerte que pude, rezando internsmente para que se gane la titularidad. Minutos más tarde entró mi novio y me desconocí.—¡Dale amor que el hombre araña le gana al chapulin colorado!— grité en dirección a él, aunque obviamente no me escuchó.
Vimos pases de acá para allá y cada vez se escuchaban más a los mexicanos diciendo que Messi no estaba jugando, algo que ya me estaba frustrando.
El mejor momento de todo el partido fue sin dudas cuando me enfocaron tirandole uno de los tres besos que le tiré a mi pareja.Minuto sesenta y cuatro y se sentía el olor a gol. Dicho y hecho; Lionel Andrés Messi metió el primer gol de la noche y el estadio se llenó de felicidad, yo obviamente me di vuelta para gritarle el gol a los mexicanos que jodieron todo el partido.
Mi sonrisa era inimaginable, estaba viendo a Messi jugando un mundial y la espéranza se sentía con todos los argentinos que compartían espacio conmigo. Ya está de más decir que algumas lágrimas se me escaparon, no solo Leo metió gol; mi novio estaba ayudando a sobrellevar el juego.
Casi terminando el partido; a Enzo se le ocurre meter un gol. En éste punto de mi vida me había quedado afónica y más porque él es uno de las mejores personas y a quien más aprecio de todos, el chico que me hizo parte de su vida y de su familia estaba cumpliendo ese sueño de ser alguien en el futbol y me hace sentir orgullosa.
Todo terminó con nosotros como ganadores y ya me dolían las piernas de tanto estar saltando. No me fui de ahí hasta que me dijeron que Julián me espéraba para irnos a festejar con algunos chicos.
Un seguridad me hizo bajar por la escalera que antes mencioné después de despedirme de todos los que habían cruzado palabras conmigo, la verdad que me dolió un poquito, pero bueno; mi chico está primero.
Julián me estaba espérando en el tunel por donde salieron y lo primero que hice fue darle un beso sin dudarlo.
—Que lindo jugaste, mi amor— sonreí para después llenar de besos sus cachetes.
—Gracias, gorda— me miró con un brillo de ilusión en sus ojos— Te amo, gracias por venir.
—Ay callate, ¿cómo voy a faltar?
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Harrie | J. Álvarez
Fanfiction🍉🕷 | "A ella le gusta Harry Styles y a mi me gusta ella"