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20/11/2022
Buenos Aires, Argentina

——— Llegué a Ezeiza con todo el dolor del mundo. Me recibió mi familia con los brazos abiertos y muchas lágrimas, aunque estaba igual que cuando me mudé; sin mi papá.

Gente con cámaras estuvo espérandonos afuera, no tengo ni la menor idea de por qué sabían que iba a llegar acá a ésta hora cuando solo lo comenté con mi alrededor. Desde hace un tiempo viene sucediendo esto de que saben cosas que solo le cuento a menos de tres personas y me empezó a asustar cuando hicieron un articulo especialmente de mi relación con Juan y mis tíos.

El camino a casa estuvo silencioso. Mamá estaba pálida y con ojeras, no tenía ganas de hablar y yo tampoco iba a presionarla, cada quien con su tiempo y duelo.

Nunca le había prestado atención a las vibras de mi casa y ahora que vuelvo; es oscura. El ambiente sombrío invadía cada parte del terreno, incluyendo la vereda, y no; no estoy exagerando.
Juampi y Leti están en Belgrano todavía, asi que solamente somos la familia de mi hermana, mi mamá y yo.

Me acomodé en mi pieza con un nudo en la garganta, sintiendo que en cualquier momento iba a entrar alguien a decirme que era una hija horrible, porque recordemos que mis tíos viven a dos cuadras y están muy enojados conmigo.

Pegué un salto cuando la puerta se abrió de repente, aunque solamente era mi mamá.

—¿Cómo estás, mi amor?— se acercó para sentarse a mi lado y abrazarme.

—Me siento bien— me aferré a ella como si de nuevo tuviese nueve años— Es mentira, me siento horrible, soy la peor persona que hay.

—¿Quién te dijo eso?— acarició mi espalda de arriba a abajo.

—Tu marido...— dije con un poco bastante de rencor— Tus cuñados, tu mamá, tus hermanos, tus sobrinos...pero no importa, está bien.

—No les tenés que hacer caso— sentí como instantaneamente mis lágrimas salían a lo loco— Yo sé que lo extrañas...

—Lloro por eso, porque no lo extraño— escondí mi cara en donde podía como si eso pudiese hacerme desaparecer— Perdón, mami, ya sé que vos lo amabas con todo tu corazón y no sé que podría ser de mi si pierdo a Julián, y estoy acá diciendote que fue un papá horrible...y...

—Sh...— me calmó apegandose más a mi sin dejarme ir— Mami está acá.

—Siempre estuviste vos, ese es el problema.

Ninguna dijo más nada y simplemente nos quedamos acostadas en silencio, no necesitabamos más que nuestra compañía en éste momento. Apreciaba mucho al menos haberla tenido a ella, fue la mejor mamá que pudo tocarme y si pudiera quedarme yo con su dolor; lo haría sin dudar.

A las nueve tuvimos que irnos al escribano para que nos diesen todos los papeles que hay que firmar y que demuestren que toda la herencia quedaba para mi mamá. O bueno, algo así entendí yo.

Era algo gracioso que estemos Bianca, Juampi y yo sentados espérando a que nos pasen una lápicera para escribir nuestro nombre en papeles tan importantes. Me sentía ridicula, esto no es para mi y parecía ser que al único que le importaba al cien era a Juan Pablo.

Nos dijeron algo que no escuché, nunca suelo escuchar nada que tenga que ver con cosas serias, pero esto menos, directamente mi moral y respeto hacia mi progenitora me obligaban a estar acá. Y lo único que me sacó de mi trance fue mi hermana pasandome la lápicera. En ese momento me dió la curiosidad de qué pasaría si no firmaba, claramente no lo hice, fue solo un pensamiento intrusivo.

Cuando salimos de ahí no supe a donde ir, como si saliese de la secundaria sin saber qué carrera seguir. Estoy tan pérdida con todo que me olvidé de agarrar el telefono en el tiempo que llevo acá.

(...)

añaña ñe ñica 🕷❤️
ult. vez hoy a las 9:34 AM

Hola amor, buen día ❤️❤️❤️
No sé si ya llegaste pero te mando mensaje igual jajaj
El Dibu, Enzo y Lean dicen que te extrañan

Él me dijo que te la mande xq todavía no entendías a quién se parecía 🤓Te amo, mi amor, suerte hoy te apoyo desde lejos 🤍🤍🤍💪

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Él me dijo que te la mande xq todavía no entendías a quién se parecía 🤓
Te amo, mi amor, suerte hoy te apoyo desde lejos 🤍🤍🤍💪

hola amorrr
bonitos los extraño más ❤️
te amo mucho mi araña hermosa
suerte a vos, rompela el martes 💕

(...)

Apagué el celular con una pequeña sonrisa decorando mi cara y solté un suspiro. No solo vine por esto, sino porque había que hacerle compañía a mi familia y a dar la cara que tanto oculté éste tiempo y durante tantos años.

Nadie mencionó la división familiar hasta ahora. El lado bueno de la familia (nosotros) me mandó mensajes en privado después de lo sucedido y el lado malo me bloqueó, no me importaba, a veces hay que perder a alguien para ganar a personas mejores.

Mica (mi mejor amiga de toda la vida) estaba espérandome en mi casa para pasar tiempo conmigo. Ella es a quien considero la persona más buena y leal del mundo, podía contarle cualquier cosa y siempre iba a apoyarme.

Llegamos nuevamente a casa y Juampi se despidió de nosotras para irse a su departamento, Leti no había venido porque según ella no era un asunto suyo y que era algo familiar, si supiera que acá la tenemos como a una diosa al lado de Jesús.

Mi amiga estaba sentada en el comedor con mi cuñado y apenas me vió se levantó para darme un fuerte abrazo y decirme que me amaba mucho o que siempre iba a estar para mi.

Nos sentamos todos los presentes a tomar mates, no tránquilamente porque había algo que me intránquilizaba. Notaba miradas entre algunos ahí, miradas que no pude descifrar, pero algo había.

Mamá se levantó a atender una llamada y Lionel se fue al baño, dejandome sola con Bianca y Mica. Ninguna decía algo o sacaba temas de conversación, asi que lo inicié yo.

—Tengo que decirles algo...— hablé de repente— Prometanme que no le van a contar a nadie, ni a mi mamá porque no es el momento...

—Estás asustandome, amiga— Micaela se paró derecha para darme toda su atención.

—Es que yo...— por segunda vez en el día empecé a llorar— Estoy embarazada...

Las caras de las dos chicas se transformaron en los gestos de sorpresa más grandes que vi en mi vida.

—¿Y qué vas a hacer?— mi hermana se animó a preguntar— Supongo que es de Julián, ¿no?

—Si, obvio...— agarré una servilleta para limpiarme los mocos— Lo voy a tener, estoy de dos meses y seis días.

—Felicidades— mi amiga se acercó a abrazarme— ¿Por qué no le querés decir a nadie si es algo hermoso en éstos momentos?

—Ni siquiera Julian lo sabe, no digan nada porfavor.

Ambas asintieron rápidamente y pude quedarme tránquila.

Harrie | J. ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora