12/12/2021
Buenos Aires, Argentina——— Con Julián ibamos a la casa de mis papás en su auto escuchando One Direction, él reconocía bien las canciones pero le daba vergüenza cantar, asi que yo lo hice por él.
Le preparamos una torta a mi mamá que recién hoy a la madrugada la terminamos por un partido que mi pareja tuvo ayer. No era la gran cosa, linda si, pero se notaba que la hicimos nosotros.
Además de la torta Julián llevaba carne y vino, no sé qué necesidad tenía de ir a todos lados con los asientos de atrás llenos de bolsas con comida y/o bebidas.Me gustaba cuando manejaba, se veía mil veces más lindo y le sumaba muchos puntos el hecho de que tenía un conjunto deportivo negro. Mi hombre es el verdadero "que hombre".
Llegamos a los cuarenta minutos por el poco tráfico que había y mi hermano ya estaba ahí, aunque además del auto de Juampi también había otro que no reconocí, pero supuse que era el de mi tío que no sé cómo hacía para cambiar de auto cada mes si no laburaba.
Tuve que obligar al morocho a que abriese el portón porque le daba pena entrar en casa ajena así nomás y eso que le dije que entre porque seguía siendo mi casa esa. Bueno cuestión que entramos y como Perla estaba atada para que no moleste a las visitas; no nos recibió como en halloween.
Pero entramos gracias a que mi papá tiene una obsesión con dejar la puerta abierta en verano y nos encontramos a mi progenitora haciendo ensalada de papa.
—Ay, la puta me asustaron— nos miró cuando le hablé de la nada— La música está tan alta que ni los escuché llegar.
—Perdón mami, feliz cumple— la abracé después de dejar la torta arriba de la cocina que no estaba prendida, obvio— Te amo mucho.
—Feliz cumple, doña— fue el turno de Julián de abrazarla— Le hicimos una torta de regalo.
—Mis amores...— se le salió una lágrima de emoción mientras besaba el cachete de su yerno y el mío— Muchas gracias a los dos, les quedó muy linda.
—La hicimos hoy medio apurados porque Julián tuvo un part-
Iba a terminar de hablar cuando a mis espaldas escuché una voz que en diez años no pude quitar de mi cabeza por más que lo intentara con todo mi ser.
—¿Ma? ¿A qué hora llega Jaz?— me di la vuelta y ahí estaba Bianca con una bebé en brazos, me miró a mi y a Julián repetidas veces intentando entender la situación— ¿Qué hace Julián Álvarez acá?
—Es el novio de Jazmín— fue lo único que dijo mi mamá y mi hermana posó su mirada en mi.
—¿Jaz?— asentí todavía confundida— Ay, mi porotita que grande que estás— sus ojos se pusieron vidriosos antes de abrazarme— Y tan linda, por dios. Como creciste.
—Y si, pasaron diez años— respondí cuando me separé de ella aunque no la abracé— Él es Julián, mi novio.
—Un gusto— sonrió el chico a mi lado saludandola con un beso en el cachete.
—Bianca, soy la hermana mayor de Jaz— exclamó sin borrar su sonrisa y mi cara seguía teniendo la misma expresión— Mi nene se va a volver loco cuando te vea. El padre es fanatico de river y lo hizo a él fan también, tuyo más que nada.