Apocalypse ❇ KookMin

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(Capítulo largo)

Nuevamente había otro gran amanecer, lo más relajanfe en estos momentos era observar como el sol salía e iluminaba todo el lugar y como los pajaros cantan alegrando de esa manera todas las mañanas.
El chico ahora rubio estaba sentado en una de las bancas que habían en los pequeños puntos establecidos para que los niños jueguen, sentía como la suave brisa del aire chocaba con su rostro, notando que era la única manera de no mantenerse tenso constantemente. Sentir el aire en la cara mientras estaba con los ojos cerrados era su nuevo pasatiempo favorito.
Aún concentrado en realizar pequeños ejercicios de respiración, decidió abrír los ojos y al voltear notó a Eun-woo acercandose hacía el con dos tazas que parecían ser de lata.

- Hey -llamó la atención del rubio- te traje un poco de leche caliente, la señora Lee estaba ofreciendo una taza para todos los vecinos, supuse estarías aquí y te traje una -mencionó extendiéndole la taza la cual Jimin aceptó.

Tomó un pequeño sorbo de la taza y luego se hizo a un lado, dejandole un espacio al castaño para que se siente.

- El rubio te queda bastante bien, ¿como te lo teñiste? -preguntó extrañando al notar el nuevo look del chico.

- No sé... Le pregunté a la señora Min como pintaba su cabello con tintes si ya no habían, me preguntó si quería tintarme el pelo con su técnica secreta y por alguna extraña razón acepté, tenía la esperanza de que no iba a funcionar... De todos modos es como si mi cabello se hubiera aclarado un poco, no es que tenga un rubio tan notorio -explicó mientra Eun-woo lo miraba atentamente.

- sea lo que sea, te queda muy bien -contestó animando un poco al contrario, el cual levanto un poco las comisuras de sus labios formando una pequeña y sutil sonrisa.

- oye, lamento preguntar... Pero, los padres de Hyo-ri... ¿Como se encuentran?... -consultó con algo de nervios en su voz al sentir que estaba tocando un tema algo delicado.

- Bueno, como era de esperarse, se sienten tristes ante la perdida de Hyo-ri, pero de todos modos estoy intentado mantenerlos animados y distraídos para que no piensen tanto en eso -contó mientras Jimin tomaba otro sorbo de la taza con su mirada fija en el cielo- Lo de Jungkook... ¿Como estás con todo eso? -Eun-woo entró en un leve pánico al notar como la mirada del rubio bajaba y estos se llenaban de lágrimas- Nono, Yo, es que, no qu-

- No importa, no importa -el rubio murmuro aquellas débiles palabras mientras intentaba normalizar su voz- No me siento muy bien con lo que pasó -respondió bastante desanimado mientras por su mente llegaban recuerdos veloces de aquel día.

─ · · · · · ─
Era bastante difícil caminar, a pesar de tener a Eun-woo ayudando, el lado bueno era que estaban bastante cerca del refugio.

- ¡Jungkook!, ¡No me dejes ya llegamos! -caminaba con algo de dificultad al tener al pelinegro cargado en medio junto a Eun-woo.

Minutos después llegaron, las linternas los apuntaron y los que vigilaban las puertas bajaron rápidamente las linternas.

- ¡Abrán las puertas! ¡Son conocidos! -se escuchó las voces de los que hacían las guardias nocturnas.

...

L

o difícil era esperar y ver que hacer, el hecho de saber si Jungkook estaría bien o no, ahorita se encontraba encima de una camilla algo oxidada pero aún funcional.