Apocalypse ❇ KookMin

Prólogo

El castaño con las justas había podido escapar, se encontraba exhausto y algo agitado intentando recuperar el aliento detrás de un árbol, está vez no dejaría que lo intenten atrapar, la epidemia recién había empezado hace unos días.
Al inicio nadíe pensó que el intento de una cura para una enfermedad existente sería la causante de una gran pandemia que transformaría a todas las personas en unos monstruos sin cerebro.

Una semana antes de la epidemia

- ¿aún no terminas tus estudios cierto? -pregunto el señor de mayor edad quien se encontraba mirando la ficha del castaño- ¿para que quisieras trabajar aquí? -preguntó observando a chico quien estaba algo tímido al ser el primer trabajo al que postula.

- yo... Pues quiero trabajar aquí para mejorar mis conocimientos científicos, se unas cuantas cosas por mi padre pero no mucho, el ser asistente me ayudaría a implementar todos mis conocimientos base y así poder ser mejor estudiante -mencionó el castaño de manera rápida mientras jugaba un poco con sus dedos.

- bien... Conozco a tu padre sus libros de ciencia son muy buenos... -hizo una pequeña pausa mientras pensaba en algo- te podría dar las posibilidades de que trabajes de asistente en una de nuestras vacunas, necesitamos a un asistente ahí

Jimin sin ninguna objeción aceptó el trabajo, lo que nunca espero es que ese iba a ser el final de su vida o eso es lo que esperaba aquél señor de avanzada edad. El castaño nunca se dío cuenta en lo raro que sería que te ofrezcan un trabajo en el cual te pidan que inicies tan pronto.

Al llegar a la sala el castaño observo todo el lugar totalmente maravillado por todas las cosas que habían, para el era un sueño hecho realidad, cuando sintió que alguien tapó su boca con un trapo algo húmedo y lentamente sus ojos se fueron cerrando hasta quedar completamente inconsciente.

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No tardo mucho tiempo cuando abrió los ojos aún no observaba las cosas con claridad, todo le daba vueltas, veía borroso y lo poco que tenía de visibilidad era doble, se intento levantar pero sintió un fuerte jalon en los brazos y piernas. Una vez observó con más claridad el castaño se dío cuenta que estaba amarrado a una silla de la cual no podía moverse, a su lado habían más personas unas tres o cuatro más a quienes les empezarón a poner una inyección en el brazo. El castaño abrió los ojos como platos y se movía en el asiento con más desesperación intentando romper la cinta de embalaje que tenía en las manos. Observaba como a la chica que al inicio le habían puesto la "vacuna", se ponía cada vez más pálida y cuando estaban a punto de llegar a donde el estaba la cinta se rompió.
Gracias a eso tuvo oportunidad a golpear al chico que tenía la "vacuna" en mano y con algo de tiempo extra sacó toda la cinta que tenía en sus pies. Iba a salir corriendo cuando la chica ya mencionada salto sobre el otro al igual que todos los demás quienes tenía la "vacuna" puesta, se escucho un gran grito de dolor por parte de aquel chico que estaba siendo comido por ese pequeño grupo de personas, claro si se les podía llamar así. El castaño se quedo petrificado no podía reaccionar estaba atrapado en ese tipo de cubo hecho con vidrio observando como todos esos monstruos arrancaban parte por parte del inmóvil cuerpo del científico del cual nunca se supo su nombre. El castaño agarró la silla y la lanzó impactando contra uno de los lados de las frágiles paredes rompiéndose en varios pedacitos, la alarma no tardo en sonar y aquélla luz roja no tardo en aparecer. Corrió hasta llegar a la puerta del laboratorio que lentamente se cerraba y una vez fuera está terminó de cerrarse, quedándose algo asustado de lo que el acababa de vivir, era algo imposible de creer, dirigió su mirada hacia el laboratorio y quedo aún más asustado al ver tremenda masacre dentro del lugar, las personas corriendo y gritando, sangre por todo el piso y vidrio, las partes de algunos cuerpos esparcidas por todo el lugar y solo un sobreviviente.