¿Te quedarás conmigo? - Nomin

Amor - Madam Lee

El Clan Lee siempre fue frío, tan frío, pero estaba acostumbrado, las túnicas de la secta lo abrigaban lo suficiente como para salir a dar una caminata sin tiritar. 

Era así pero... ¿desde cuando se sintió tan cálido? ¿esto era estar comprometido? que se suponía que sentía.

¿impresión?

¿asombro? 

O tal vez ¿amor? 

No lo sabia, nunca antes lo había experimentado, tenia dudas, dudas que los libros de la biblioteca no podían responder. 

"No te rindas al aprender" una regla que siempre había respetado, pero ahora, ¿Qué se suponía que tenía que hacer? no habían respuestas y un libro de aritmética no le dirá que es lo que siente. 

¿Qué tal de Anatomía?, al parecer en el libro solo decia que tenia "calor" ¿calor? pero está nevando. 

Tal vez debería hablarlo con alguien, los discípulos, no son una opción. 

¿Su tío? probablemente solo le repetirá las reglas que ya tenia memorizadas al derecho y al revés. 

¿Su hermano? si, su hermano siempre tenía respuestas a todo.

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Jeno no pasó más que la entrada del Hanshi, ahora estaba viendo como su hermano estaba rodando en la cama y abrazando la foto de su prometido. 

"Ridículo." - Solo pensó dio media vuelta y se fue a paso apresurado. 

Al parecer, su hermano estaba igual que el, tenia algo cálido en su pecho. Tal vez.. si abrazaba el retrato esto lo calmaría. 

Bien a intentarlo. 

Un pequeño niño de ojos dorados agarro el retrato de su prometido subió a la cama con cuidado, lo abrazo fuertemente y ahora ¿Qué seguía? a si, Mark tenía los ojos cerrados y una gran sonrisa. 

Sonreír no era parte del plan. 

Cerró los ojos fuertemente y comenzó a rodar en la cama, no controlo su velocidad y cayó al piso con un ¡POOF!. 

Bueno ahora le ardía más la cara que él pecho, era un avance. 

Pero el retrato de su prometido se arrugo, por alguna razón esto lo hizo sentir triste pero ¿a quien le iba a pedir ayuda? ¿Quién lo escucharía? y dentro de su cabeza surgió una luz. 

Su madre. 

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Jeno se dirigía a paso silencioso al pequeño hogar de su madre. 

"Cumpliré mi castigo 7 veces luego, cumpliré mi castigo 7 veces luego, cumpliré mi castigo 7 veces luego..." - era todo lo que había en su mente en esos momentos, sabía que estaba haciendo mal pero quién era él para no cumplir su sagrada regla "No te rindas al aprender". 

Ahí estaba la pequeña casa de su madre, no no es su casa, la jaula que la presa de la libertad. 

Dudo varios minutos en tocar la puerta, pero finalmente, se armo de valor. 

Dio 3 leves golpes, pero fueron los suficientes para que una silueta de una mujer saliera por la puerta. 

- ¿Nono? 

La mujer miro perpleja por unos minutos al joven que estaba ahí - "Que haces aquí?, sabes que tienes prohibido venir, tu tío se enojara". 

- Omma - quería lanzarse hacia los brazos de su madre pero primero necesitaba ir al grano. 

- Estoy comprometido. 

- Nono tu…- Madam Lee solo pudo apretar sus túnicas con sus puños. 

- "¿Fueron esos viejos del consejo verdad?, no te preocupes mi niño, en un minuto hablare con ellos y ese compromiso será completamente anulado." 

Habló una Madam Lee bastante enojada, saliendo de la pequeña cabaña donde se quedaba. 

- ¡NO! - sin pensarlo Jeno agarró las túnicas de su madre - "Omma yo.." 

- "Yo escogí a Jaemin" 

- "¿Jaemin?" - preguntó la mayor confundida al ver el temor en los grandes ojos dorados de su hijo. 

- Mn, mi prometido. 

Jeno sacó el retrato que tenía bajo su manga y se le entregó a su madre. 

- Yo.. siento algo cálido en mi pecho, cada vez que pienso en él, le quería preguntar a tío pero el solo me recordará las reglas, también le quise preguntar a hermano pero el.. está mucho peor que yo" 

Madam Lee observó el retrato del omega por un momento, tenía que admitir, el joven del retrato era demasiado hermoso, ya entendía por que su hijo se quería comprometer con él, a diferencia de otros retratos este tenía esa aura de inocencia sin malicia. 

- Bastante hermoso, Nono tienes buenos gustos. - Madam Lee sonrió al ver las orejas de su hijo ponerse rojas y responder con solo un "Mn" suave. 

Madam Lee agarró la mano de su hijo y se dirigieron a dentro de la pequeña casa. 

- Bien, hablemos adentro porque hace mucho frío aquí afuera. 

"Aun así me siento cálido" pensó el joven pero asintió y fue con su madre adentro.