-En una batalla cuerpo a cuerpo. ¿Quién ganaría Hulk o La cosa?.
-Mmm...Esa es terriblemente difícil, pero creo que voy a decir...Hulk.
-Sí, yo también digo Hulk.- Abro los los cuando alguien tira de la colcha hacia su lado y me deja destapada.
-Hugo...- Miro a Niall poniéndose los zapatos en la silla de en frente y luego giro la cabeza al otro lado de la cama, donde veo a Hugo tumbado a mi lado.
-Ha sido sin querer.
-No pasa nada, ya me iba a levantar de todas maneras.- Pongo los pies en el frío suelo y me estiro.- ¿Dónde vas?.- Le pregunto a Niall que se pone de cuclillas para darme un beso en los labios.
-A trabajar. ¿Has dormido bien?.- Asiento.- Me tengo que ir, pero puedes quedarte aquí todo lo que quieras. Julia vendrá en media hora para quedarse con Hugo.
-Iré a casa a hacer algunas cosas y al hospital a ver a Celia.
-¿Cuándo vuelves a trabajar?.
-Mañana.
-¿Por qué no lo dejas?.- Lo miro extrañada.
-¿Dejar el qué?.
-El trabajo, puedes quedarte en casa o aquí y así tener más tiempo para estar los dos juntos. Sabes que no vamos a vernos tanto a partir de ahora.
-Estás de coña, ¿verdad?.- Me río ligeramente esperando a que él también se ría y me diga que es una broma, pero me mira de pie junto a la puerta con gesto
serio.
-Hugo.- Señala la puerta con la cabeza y el niño ya sabe lo que tiene que hacer. Se levanta de la cama, se pone sus zapatillas y sale por la puerta cerrándola tras él.- No, no estoy de coña y no me gusta que utilices ese vocabulario con mi hijo delante.- Me levanto para estar a su altura.
-Mira, lo siento si no te gusta como hablo, pero siempre has sabido como soy y no voy a cambiar por nadie. A parte, me parece un chiste que me pidas que deje el trabajo. ¿Qué estamos en el siglo diecinueve?. ¡Por favor, Niall!. Tengo un piso que pagar, gastos, necesidades básicas y me gusta sentirme realizada. ¿Qué pasa si me quiero permitir un capricho?.
-Me lo pides y te lo compro.- Suelto una carcajada amarga.
-No podemos tener esta conversación sin que haya desayunado antes. Pero esto no es discutible, no voy a dejar mi trabajo.- Se mete las manos en los
bolsillos de los pantalones.
-Muy bien. Pues espero que no te quejes cuando no nos veamos en semanas.
-Ya veremos quien se queja antes.- Le doy una sonrisa cínica, me acerco a él y le beso en los labios.- Que pases un buen día.