Chapter 28.
El miércoles cuando me levanto, me doy cuenta de que he dormido mucho más de la cuenta. Son las once y supuestamente soy una chica madrugadora, pero me ha venido bien dormir tanto porque me siento bastante mejor. Obviamente la gripe sigue ahí, pero tengo más energía; así que después de desayunar, darme una larga y relajante ducha y organizar un poco la casa decido irme a la calle. Me enfundo en mi abrigo, bufanda, gorro y guantes y dando un paseo llego al supermercado donde compro lo que necesito para hacer la comida a Liam.
Cuando llego a casa le mando un mensaje de que estoy en casa y que no hace falta que venga a buscarme al trabajo y después me tiro toda la mañana cocinando, no es que sea una profesional en la cocina pero sé hacer algunas cosas que me abuela me enseñó. Mientras corto las patatas se me viene a la cabeza Niall. Realmente quiero pensar que lo que me dijo Lou es lo que le ocurre, pero no sé porque está tan frío conmigo cuando yo misma fui quien le dije que no me quería quedar sola y que se quedara conmigo. Más claro agua. Ahora tengo miedo de su reacción cuando lo vuelva a ver, sé perfectamente que no me va a hacer nada, pero no sé cómo actuar cuando lo vea, no sé si tengo que darle las gracias por cuidarme o darle una bofetada por dejarme sola y luego hablarme como si no nos hubiésemos visto en años. El timbre interrumpe mis pensamientos, corro hacia la puerta y literalmente me tiro a sus brazos cuando lo veo.
-¡Liam!.- Me abraza con fuerza haciéndome subir unos centímetro del suelo.
-¿Me echabas de menos?.- Me suelta riendo.
-Sabes que sí. ¿Qué tal el viaje?.- Le cojo de las mejillas.
-Algo cansado. No, Emily...- Ya sabe qué viene cuando le hago eso.
-Si sé que te gusta.- Acto seguido acerco mis labios a su mejilla y se la beso alrededor de quince veces seguidas. Cuando me separo pone cara de asco haciéndome reír.- Venga pasa.- Cojo una de sus maletas y la meto hasta el salón.
-Qué bien huele.- Sonrío.
-Lo mejor para el mejor.- Después de meter todas las maletas, ambos nos sentamos en la mesa para comer.
-Papá te manda un beso y dice que te llamará.- Asiento.- Em, ¿piensas ir a casa algún día?.- Me encojo de hombros.- Em...
-No lo sé, en Navidad supongo.
-Para lo que quedan dos meses...- Me riñe.- Papá te echa de menos.
-Yo también, Liam pero no creo que tu hermana y tu madre lo hagan.- Frunce el ceño.
-Nuestra hermana.- Corrige.- ¿Mi madre?.- ¡Mierda!.
-No, Liam, quiero decir que obviamente tu madre siempre le va a dar la razón a tu hermana.
-Ya no sois adolescentes ninguna de las dos y tenéis que saber comportaros.- Asiento.
-Intentaré ir algún de estos fines de semana.
El resto de la comida nos ponemos al día con nuestra vida y le cuento como me ha ido a mí, desde el trabajo, pasando por Niall y terminando por Ian, vamos todo el rollo ¡una pesadilla! no lo quiero contar más veces... Su veredicto final es que no le gusta ni un pelo Ian, pero tampoco le termina de convencer Niall, lo que le hace sacar la vena de hermano protector y me hace reír.