Chapter 32.

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Chapter 32.

-¿Qué haces aquí?.- El chico cierra la puerta con una sonrisa y echa un vistazo a todo el despacho.- ¿Quién te ha dejado entrar?.

-¡Coño soy tu hermano!. ¿Qué esperabas?.- Intento no soltar una risa. Ya sé que no tiene ninguna gracia porque a Niall no le gusta que esté aquí, pero me hace gracia la forma que tiene de hablar. Y me parece que es el único de la familia que pone en orden a su hermano pequeño.

-¿Ha pasado algo?.

-Pero vamos a ver, ¡qué no ha pasado nada!. ¿No puedo venir a verte y punto?.- Anda hacia la mesa de Niall y pasa la mano por la madera.- ¡Qué bien vives!.

-No, no puedes venir y punto.- Ignorándolo comenta.

-Denise quería venir unos días, así que hemos dejado a Theo con sus padres y mientras ella visita a una amiga he venido.

-Pues ya te puedes ir.

-¡Hola!.- Me dice de repente. Creo que voy a poner en práctica el pasar de Niall como hace su hermano.

-Hola.- Saludo con una sonrisa. Y con más cara que nadie, me levanto y le saludo con un par de besos.- Soy Emily.

-Greg. Espera...tú hablaste.- Lo más rápido que puedo le lanzo una mirada para que no siga hablando y la pilla al vuelo cambiando de tema.- Encantado.- Sonrío.

-Bien. Ahora, fuera.

-Ey, ¿por qué tanta prisa?. Denise y yo queremos que vengas a cenar con nostros esta noche.

-Gracias. Pero no.

-Sabes que vas a ir así que no me hagas enfadar.

-Pero vamos a ver, ¿para qué quieres que vaya?.

-Porque eres mi hermano y hace meses que no nos vemos.- De repente me mira y dice.- Y tú también estás invitada.- Después me sonríe y vuelve a mirar a Niall.

-Gracias, pero no.

-¿Por qué?.- Preguntan los dos a la vez.

-Porque es una cena de familia y no pinto nada allí.

-Vienes y punto.- Total que después de media hora discutiendo si íbamos o no, tuvimos que aceptar. Si uno es persistente, el otro ¡ni te cuento!.

Cuando Greg se fue, Niall no preguntó nada sobre la escenita del baño, cosa que agradecí mucho, muchísimo. Aunque claro, eso me pasa por irme de la lengua. ¡Que tengo una boca como un buzón de correos!, pero es que cuando me enfado y me calientan no lo puedo remediar.

A las cinco me fui para casa y me preparé para la cena con algo sencillo. Unos pantalones granates, una blusa negra y una chaqueta de punto ancha con estampado a juego. Esta vez dejo los tacones en el armario porque quiero llegar viva al postre.

Mi salvación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora