Pliam Enkerman, 17 años
Peace Road
El segundero del reloj que hay en la pared se encuentra con el minutero en el número doce. Acaban de dar las siete en punto.
—¿Deberíamos esperar un poco más? —digo de brazos cruzados—. No parece que vaya a venir nadie más.
Cain deja escapar un murmullo, asintiendo con desgana.
Después de pasar un buen rato discutiendo con el instructor de la estación de tiro al blanco para que nos prestara un par de maniquíes, ahora resulta que sólo se presenta una persona a la audición.
Zael vino a nosotros hace un rato, haciéndonos saber que había encontrado otra alianza y estaba bien en ella. Atala Narum también ha declinado la invitación formal de Panzer, lo mismo hicieron Eris y Ethan Snider.
—¿Significa eso que ya estoy en la alianza? —dice Andri.
—Me gustaría verte lanzar igualmente antes —contesta Cain—. Buscamos a alguien con destreza.
Andri asiente.
—Está bien. Lo entiendo perfectamente. Déjenme mostrarles lo que he aprendido durante éstos dos días.
Andri pasa a la estación de tiro al blanco, se coloca una bandolera con espacio para varios cuchillos en ella y se para frente a uno de los maniquís, con dianas señalando sus puntos vitales. Antes de comenzar, mira hacia atrás sonriendo.
—¿Cuántos debo lanzar? —dice.
—Diez, si no te importa —contesta Cain a lo que Andri muestra el pulgar hacia arriba y vuelve a concentrarse en las dianas.
Como le dije a Cain, creo en segundas oportunidades y no dudo de la capacidad de Andri. A lo que no dejo de darle vueltas es a la idea de que no se tome las cosas en serio. Podía haber estado bien con cualquiera de los otros. Me hubiese llevado muy bien con Eris o Atala, estoy segura de ello, Ethan se ve un chico maduro y si Izzy hubiera entrado en la alianza al final, habría acabado acostumbrándome a estar con alguien a quien he visto miles de veces por televisión. Zael también es maduro para su edad, su timidez no me importa, tiene otras fortalezas.
De todos los candidatos en los que pensamos Andri es con el que menos contenta estoy por tenerlo en la alianza, pero confío en Cain. Él dijo que hay esperanza con Andri, que está acostumbrado a tratar con gente así.
Además, Andri parece idolatrar a Cain. Lo ve como a una especie de héroe y quizá eso signifique que para impresionarlo, se porte mejor.
—No lo reclutaremos si ambos no estamos de acuerdo —me susurra mi aliado.
—Lo necesitamos —digo—. No hay otra opción.
Él lo hace bien. De los diez tiros, casi todos están bien encaminados. Dos se han clavado en la frente del muñeco, cuatro en su pecho, dos en el costado, uno en el muslo y el último cayó al suelo.
—No está mal. ¿No? —dice Andri.
Cain levanta las cejas y asiente.
—Está bastante bien. Tienes buena puntería, Andri. ¿Qué opinas, Plia? —dice mirándome.
—Lo has hecho bien, Andri. Eres bueno.
Andri aulla, haciendo que se giren varias cabezas.
Me recuerda a un estudiante que acaba de pasar las pruebas para entrar al equipo de fútbol de la escuela. Busco de nuevo la mirada de Cain, y él debe detectar la alarma en mis ojos. Asintiendo levemente, avanza hacia Andri.
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Causa y Efecto
FanfictionLa pena y el dolor que infringes volverán forzosamente a ti como un boomerang, para golpearte con la misma intensidad que usaste al lanzarlos. No es castigo: es enseñanza. No es capricho: es moraleja. No es venganza: es justicia. Llegó el turno del...