Día 4 (parte 1): Efecto mariposa

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Eris Shadows, 18 años

Carnation Crest

—Algo le ha pasado a April. No me preguntes cómo lo sé, simplemente lo sé —digo.

—Puede que sea sólo una treta de nuestra mente, recuerda que cuanto más avanzados los juegos más tendemos a pensar lo peor —contesta Mair.

—Siento un hormigueo la nariz, y cuando eso pasa suelo estar en lo cierto.

El comentario hace a mi aliada sonreír. Dos horas han pasado y April aún no ha llamado a la puerta.

—Siempre te las ingenias para sacarme una sonrisa, no importa que el contexto sea esta mierda de competición —murmura Mair—. Y sobre April, tampoco niego que algo haya podido pasarle. Es sólo que incluso si ese cañonazo está relacionado con ella, me cuesta pensar que se haya dejado sorprender así como así.

—A mí también, pero ninguno de nosotros está libres. Podrían haberle soltado un muto de los fuertes, podría haberse visto superada en número...

—Capitol Hill —dice súbitamente.

La idea de que la puedan haber encontrado sola y haberla matado manda una cadena de escalofríos a través de mi espalda. La piel de mis brazos se eriza.

—Quizá lo que voy a decir es algo brusco tratándose de una aliada, pero que no se diga que no la avisamos. En caso de que le haya pasado algo —dice Mair.

—Tal vez... Se haya encontrado con alguien, lo ha matado y le ha robado las cosas. Por eso no vuelve —le respondo, intentando ser positiva.

Siempre tuve la sensación que ella no se terminaba de encontrar a gusto en nuestra compañía. Fue April quien nos buscó porque el sentido común le dijo que hay fuerza donde hay unidad, pero tras escuchar la historia que nos contó me quedó totalmente claro que ella estaba nadando contracorriente. Es una chica solitaria y siempre lo va a ser.

—Es otra posibilidad. Pero pongámonos en el supuesto de que está en peligro. Es una aliada al fin y al cabo, pero creo que es una maniobra peligrosa el ir a buscarla. Creo que deberíamos quedarnos aquí. ¿Qué opinas?

No respondo inmediatamente. Mair está molesta con su actitud y las cosas han estado tensas pero yo no. A pesar de todos los errores que ha cometido no lo estoy porque estoy segura de que su intención no era que Zael terminara muerto y eso es un peso que ella debe llevar en la conciencia ahora. Si April está bien y nos ha abandonado lo ha hecho siguiendo los dictados de su corazón. Yo soy partidaria de eso, así que la apoyo en su decisión. Iba a ser sólo yo y Mair en un principio de todos modos.

—Incluso si estuviera en apuros, no sabemos donde está. Podría haber ido a cualquier parte, este lugar es inmenso... Y también debemos pensar en nosotras mismas y nuestro bienestar, si no se nos ocurre un plan sólido no deberíamos movernos. April no querría que algo nos pasase por ir a buscarla a lo loco.

—Yo no estaría tan segura de eso último —dice ella con un toque de desdén—. Pero es un buen punto ese. Esperemos, al menos hasta el próximo anuncio. Puede que eso arroje un poco más de luz al asunto. Vamos a tener que movernos pronto de todos modos antes de que aburramos a los espectadores con nuestra tediosa técnica de encerrarnos aquí para que nadie nos mate.

—¿Cuántos días más crees que deberíamos quedarnos? —pregunto.

Y con mi mano, cuidando de que no lo capten las cámaras despliego mis dedos índice y corazón. Dos días parece bien, más no podemos arriesgarnos. Mair pilla mi mensaje y asiente casi imperceptiblemente.

Causa y EfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora