"Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. Si un miembro del equipo no puede aguantar, todos los otros van a sufrir."
Hadrian Cloak, 17 años
Carnation Crest
La rabia del momento hizo que me fuera hacia Pliam como una flecha, pero no se me pasó por la cabeza en ese corto espacio de tiempo que el conflicto pudiera escalar tanto.
En cuanto la chica exhala su último suspiro, todos los que estábamos ahí alrededor de ella pidiéndole explicaciones vamos a atender otros asuntos. Yo comienzo a buscar provisiones, con la vista fijada unos pocos segundos más en el charco carmesí que se va formando bajo el cuerpo de Pliam y el cual hace que mi estómago se retuerza. Es más desagradable de lo que pensé ver a un ser humano encontrarse con su fin de esta manera, pero por otro lado no puedo evitar pensar que le está bien empleado por jugar con nuestro más intenso anhelo que es el de salir de este lugar vivos.
Tenía esperanzas de que el plan funcionara, no muchas pero las tenía, sin embargo mis dudas venían de la parte organizadora. Se me pasó por la cabeza que en respuesta a nuestra protesta podrían ir matando tributos al azar hasta que consintiéramos a matarnos entre nosotros, pero no había pensado que la romperían los propios tributos de quienes la idea salió.
Otra prueba más de que no se puede confiar en la gente.
A mi alrededor el caos típico del baño de sangre continúa. Lamyel, el chico que ayer abofeteó a un espectador también ha muerto, señal que me indica que la atención sobre el trío infame pronto va a virar hacia otros blancos y no quiero ser yo uno de ellos.
Mejor continuar con un perfil discreto, no podría llevar la ventaja en una lucha directa y nunca se me ha dado mal el pasar desapercibido.
El patrón de color de las mochilas me ha llamado la atención desde un primer momento. Si no me equivoco se ha usado con anterioridad en alguna que otra edición, precisamente leí al respecto en "Tradiciones y curiosidades de los Juegos del hambre, vol. 2" en el primer día de entrenamiento. Todas las mochilas contenían objetos al azar, pero el más predominante dependía del color de la misma. Las rojas se centraban en material ofensivo, las amarillas en nutrición, las verdes en medicinas y primeros auxilios y las azules en herramientas y utilidades.
Tomo una azul, que parecen ser las menos abundantes y me dirijo hacia la caja más próxima que está precisamente muy cerca de la chica muerta. No miro lo que hay dentro de la mochila, tan sólo paso los contenidos de la caja a la misma que son en su mayoría alimentos de distinta naturaleza. Mientras estoy en ello tengo algún tipo de revelación y me guardo una botella de agua y dos paquetes de barritas energéticas en el interior de mi chaqueta. Algo me dice que podría ser una idea útil el tener mis propias provisiones separadas de las comunes de la alianza.
Entonces Francine se me acerca corriendo. Ambos nos sobresaltamos y damos un respingo hacia atrás que pronto queda olvidado cuando ella repara en la chica muerta y su rostro se torna lívido.
—Malenie está en problemas —dice, preocupada.
No hace mención a mi labor, si se ha dado cuenta o no es algo con cuya duda tendré que acarrear.
Examino la sala con la mirada hasta que encuentro a la excéntrica chica. Está subida en lo alto de la Cornucopia, llorando silenciosamente y tratando de dar un espadazo desesperado a cualquiera que pase cerca de ella. Dudo que lo consiga pues no tiene la soltura suficiente con el arma, pero de pura casualidad podría hacer mucho daño a alguien incluyéndonos a nosotros dos.
—No pienso entrar al fragor de la batalla, es demasiado arriesgado —digo mientras veo luchar a los de Capitol Hill con la alianza de mi compañera Eris—. Ella tendrá que venir aquí o nos tendremos que ir sin ella.
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Causa y Efecto
FanficLa pena y el dolor que infringes volverán forzosamente a ti como un boomerang, para golpearte con la misma intensidad que usaste al lanzarlos. No es castigo: es enseñanza. No es capricho: es moraleja. No es venganza: es justicia. Llegó el turno del...