Causa y Efecto

Día 2 (parte 1): Sombras

Isamere "Izzy" Gates, 18 años

Star Valley

—¡Izzy! —susurra mi aliado, despertándome—. Creo que Belladona nos ha mandado algo.

Me desperezo con un quejido.

—Oh, tan típico de ella no dejarme dormir por la mañana.

Deben de ser las ocho de la mañana en la Tierra. Hora en la que ella solía llegar a casa para comenzar con el entrenamiento rutinario. Es puntual hasta en los Juegos del Hambre.

Mis ojos captan una luz verde que viene de una especie de máquina expendedora incrustada en la pared. El típico sonido del paracaídas descendiendo proviene de la misma.

—Quería concederte los honores de ir a por lo que quiera que sea, por eso no he ido a recogerlo antes.

—¡Qué bien me conoces! —exclamo.

Me incorporo, me estiro y crujo los nudillos antes de dar un salto y caer suavemente en el suelo junto a la máquina. El objeto resulta ser una agenda electrónica. Ethan se acerca, lo toma y lo examina mientras yo comienzo a leer el papel adjunto.

—Izzy, Ethan: Este es el bestiario que se iba a sortear entre todos los tributos supervivientes. Le ha tocado a Ethan y por tanto es de ustedes. En él pueden encontrar información sobre las mutaciones de la Arena, pero no toda estará disponible. Hay dos maneras de desbloquearla, la primera es mediante un encuentro y la otra si los vigilantes lo consideran oportuno. Estoy segura de que les será útil. Belladona.

—Suena como que la suerte está de nuestra parte —dice Ethan.

—¡Y tanto! Eso nos pone un paso por delante del resto. Sabía que era un acierto el aliarme contigo —bromeo—. Veamos como funciona esta cosa.

Acaparo la agenda que en teoría le ha tocado a Ethan, pero él no protesta. Presiono el botón lateral y la abro como si de un libro se tratara. Es muy fina y ligera y tiene dos pantallas, una en cada lado. Una vez llego al menú principal me encuentro con una columna llena de signos de interrogación, algunas filas tienen muchos, otras pocos.

—Imagino que esos son los nombres de los mutos y se revelarán cuando llegue el momento —digo.

—Presionemos uno —dice Ethan tocando una de las filas al azar.

En la pantalla derecha aparece una silueta en negro con una interrogación delante.

—¡Mira, hay algunas pistas!

El muto, lo que quiera que sea parece ir a cuatro patas y tener un cuerno en la frente. Al presionar otros la imagen va cambiando, hasta hay algunos con forma antropomórfica. Siento un escalofrío repentino. Algunas de esas siluetas tienen pinta de pertenecer a mutos muy peligrosos.

—Este de aquí parece un charlajo —comento señalando la silueta de un pájaro con la característica cresta de los mismos—. Y el número de interrogaciones coincide.

—Es verdad, así que han traído charlajos como en el Vasallaje —dice alarmado—. Me gustaría confesar que odié la forma en que los usaron para minar los ánimos de Katniss y Finnick. Me pregunto si nos habrán preparado a nosotros algo parecido.

—Pues que lo hagan. No sé qué podrían decir para traumatizarme. ¿Poner voces de alguna hater mía diciendo que soy fea, estoy gorda y actúo fatal? Pues ya de antemano aviso a las señoritas Johanna y Enobaria que voy a necesitar algo más duro que eso.

—Siempre me ha llamado la atención cómo la gente odia a alguien que ni siquiera conoce —dice Ethan.

—Bah, cosas que pasan pero que no me van a impedir el ser feliz. Además comparando con la gente que me odia, la gente que me ama es mucho más numerosa. Eso es con lo que me quedo.