1. Dejarnos ir

2.8K 219 11
                                    

•TH•

Jungkook y yo no somos una pareja convencional, pero no porque queramos, sino porque es lo que nos conviene.

Hemos estado juntos por años, y por más que quiera decir que ha sido así porque nos amamos, la verdad es que es todo lo contrario.

No lo hacemos, no nos amamos. No de esa manera.

Ambos lo sabemos, no es un secreto para ninguno de los dos. Estamos juntos porque nos acostumbramos a estarlo. Siempre hemos sido el soporte del otro, lo cual creo que nunca cambiará.

No voy a mentir, hubo un tiempo en el que sí lo quise, un momento en el que proyectaba mi vida junto a él. Creo en el amor para siempre, solo que hasta ahora no lo he encontrado.

Jungkook es todo lo que alguien desearía, es verdaderamente un caballero y un novio fantástico. Pero no es para mí, no fuimos hechos para estar el uno con el otro.

Y aunque ambos sabemos que lo nuestro está desgastado —casi muerto—, no podemos dejarlo. La costumbre nos aferra, pero más nos ata el miedo de lastimar al otro.

Aguantamos así por un par de años, hasta que el año pasado decidí que era momento de darnos por vencidos. Le envié un mensaje para encontrarnos en mi apartamento —que antes era nuestro, pero por decisión conjunta decidimos dejar de compartir—. Mi plan era mantener la amistad, sin noviazgo incluido, claramente.

Llegó puntual, como siempre. Es una de las cualidades que más me gustan de él. Se lo veía inquieto, creo que de alguna manera esperaba lo que iba plantearle. Nos sentamos en el sillón, y como si de una película cliché se tratase, tomé sus manos y puse mi mejor cara de compasión. No quería prolongarlo demasiado.

—Jungkook, creo que sabes por qué te llamé…

Él me miraba fijo, como si pestañear fuera una clase de competición. Decidí ignorar su mirada y enfoqué mi vista en sus manos.

—Ya no es lo mismo, corazón —proseguí—. Sé que dolerá, pero…

—Entonces no lo hagas —me interrumpió—. Taehyung, busquemos otra solución. No me dejes, por favor.

Me miraba con esos ojos que algún día me hicieron suspirar, y aunque trataba de ver más allá de ellos, no encontraba amor, sino necesidad.

Nos necesitábamos…

—Escuché que muchas parejas buscan alternativas para seguir juntas, una muy popular es buscar otras parejas sexuales. —Abrí mis ojos de par en par, él agitó sus manos y dijo rápidamente—: ¡Espera! Sé que suena bastante mal. Agh, disculpa. —Agarró su cabeza con frustración—. Es solo que no puedo pensar en nada más, no quiero dejarte, no puedo. No puedes

Su voz sonaba rasposa, desesperada, necesitada. No podía verlo así, simplemente no lo aguantaba. Él es el único capaz de tocar esa fibra en mi corazón que hace que no pueda llevar a cabo aquello que planeo. Si él pide algo, lo tiene; si él me dice que haga algo, lo hago.

Y si él me dice que no lo deje, no lo dejo.

Agarré su rostro y dejé un beso en su frente. Luego bajé un poco y dejé uno en cada párpado. Estaban húmedos, podía decir que estaba a punto de llorar. Al final no lo hice esperar y besé su boca. Hacía cuánto no nos besábamos.

—Está bien, Jungkook. No llores, vamos a intentarlo —acepté, aunque un poco reticente—. Pero lo haré bajo una condición, y debes jurarme que la respetarás.

Él tragó pesado, no le gustaban las condiciones. Estaba acostumbrado a que yo aceptara sin más.

—Debes prometer que, si no funciona, lo dejaremos, ¿está bien? No sigamos prolongando esto mucho más. Si hay que separarnos, lo haremos —determiné con la voz más firme que pude encontrar.

A partir de ese momento es que hemos mantenido una relación abierta. No voy a mentir y decir que es lo mejor que pudo habernos pasado. Los primeros encuentros que tuve fueron una tortura, no podía acostarme con nadie sin sentir que lo estaba traicionando. Por el otro lado, él no tenía pudor en contarme qué tan bueno había sido el sexo, lo que de algún modo me ayudó a poder superar la incomodidad y simplemente entregarme a diferentes compañeros sexuales con la seguridad de que, si a él no le molestaba contarme de sus encuentros, entonces tampoco le molestaría lo que yo hiciera en mi cama.

Abrir la relación tampoco solucionó nuestra falta de amor, y aunque prometimos dejarlo si no funcionaba, lo seguimos prolongando hasta ahora. ¿Por qué? Porque es más cómodo buscar una excusa para seguir juntos que aceptar que no lo nuestro no va más.

No podemos dejarnos, ninguno de los dos puede hacerlo. Nos escondemos detrás de un vínculo que parece más amistad que otra cosa, y si él prefiere esto antes que cortar, entonces por mí está bien.

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora