50. Confesionario

1.2K 149 33
                                    

•JK•

Tomo su mano y lo llevo hasta la sala para volvernos a sentar en el sillón. Las cortinas han quedado cerradas, por lo que la iluminación es escasa.

Me siento un poco nervioso, pero debo hacerlo. Quiero hacerlo. No quiero ocultarle nada, nunca más.

Aún tengo sus manos entre las mías, Jimin me mira y sus ojos muestran inquietud, pero también decisión. Ambos queremos esto.

—¿Está bien si yo voy primero? —pregunto.

Él traga pesado, pero termina por asentir.

—Por supuesto.

Le doy un suave apretón a su mano y comienzo:

—No me siento orgulloso de haberte ocultado esto, Jimin. Pero no es justo que sigamos avanzando y sigas sin saberlo. Tampoco espero que lo tomes a bien, tienes todo el derecho de enojarte, y si quieres irte tampoco te detendré, pero...

—Solo dilo, Jungkook —interrumpe. Sabe que estoy nervioso y que por eso estoy dando vueltas. En poco tiempo ha llegado a conocerme muy bien—. Empieza.

Inhalo y exhalo tratando de calmar mi nerviosismo.

—Te oculté algo muy importante desde el primer día. Yo... —Doy un suspiro para tomar valor—. Yo tenía novio.

Siento cómo su mano se tensa, pero aún así no rompe la unión.

—¿Tienes novio? —pregunta, y su tono de voz se quiebra un poco.

—No, ya no —corrijo rápidamente—. Nos separamos hace poco. Pero necesito que escuches, Jimin. Sé que vas a tener tus dudas, pero es necesario que me dejes explicar hasta el final. Por favor.

Jimin baja la mirada y relaja la presión que estaba ejerciendo en mi mano. Esa es su señal para decir que asiente a lo que dije.

—Estuve con él por muchos años, nos pusimos de novios cuando aún éramos unos niños. Creo que yo tenía ¿catorce, quince? Sinceramente no estoy seguro. Eso nos jugó en contra, porque si bien lo amé, siento que confundí los sentimientos.

»Él fue la primera persona que sentí que verdaderamente quería. Lo tengo guardado profundamente en mi corazón y no creo que se vaya nunca. Pero siento que confundí ese amor de amigos y lo transformé en uno romántico; y creo que a él le pasó igual. Nos amábamos mucho, pero no con ese tipo de amor. Sin embargo, aún así creamos una fuerte dependencia entre nosotros, estábamos juntos a todo momento. Pero, eventualmente, las cosas comenzaron a cambiar.

»A medida que los años pasaban, la relación se desgastaba también. Ya no disfrutábamos del estar juntos, era tedioso, las peleas sucedían todos los días y por las cosas más estúpidas que puedas imaginar. Tratamos de salvar lo que teníamos de mil maneras, una de ellas fue vivir juntos aquí en Seúl mientras seguíamos con nuestros estudios. Ya puedes imaginar que no fue una muy buena decisión.

»Lo peor de todo es que, a pesar de que sabíamos que había sido una idea estúpida, seguimos intentando. Teníamos tanto miedo de dejarnos ir que no nos animábamos a terminar con nada. Las peleas llegaron a un punto inaguantable, pero antes de tomar cualquier decisión decidimos que yo buscaría otro lugar para vivir.

—¿Aquí? —preguntó, atento a mis palabras.

—No, un lugar mucho más chiquito y alejado. Para ese tiempo no tenía mucho dinero, recién había comenzado a estudiar y me mantenía gracias a trabajos de medio tiempo y la ayuda de mis padres. Por suerte, tiempo después conseguí trabajo como instructor de boxeo. Trabajé en eso por dos años. Si bien no era pagado de la mejor manera, yo ahorraba absolutamente todo, por lo que pude darme el lujo de comprarme un auto, además de que recibí, nuevamente, un poco de ayuda de mis padres.

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora