33. Primer beso

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•JK•

—No debes tener miedo, solo ve —me animó Taehyung.

Teníamos trece y quince años, y nuestra amistad era más fuerte que nunca. El año recién había comenzado, y decidimos escapar de nuestras responsabilidades para jugar un rato en el parque con una cometa que le habían regalado a mi mejor amigo para navidad.

Lamentablemente, la cometa se quedó enganchada en un árbol, así que la diversión nos duró poco, por eso estábamos sentados, pensando en otra manera de divertirnos.

Volver a casa no era una opción, nuestros padres estarían molestos de saber que habíamos huido de nuestras tareas para jugar, así que teníamos que matar el tiempo de otra manera.

Pero no se nos ocurría nada.

Estaba mirando mis zapatos, que se habían embarrado, cuando sentí un codazo en las costillas. Lo primero que hice fue atinar a golpear a mi mejor amigo, pero él tomo rápidamente mi brazo y con la mano libre señaló hacia delante.

—¿Esa no es la niña que te gusta? —preguntó con entusiasmo y yo miré rápidamente al lugar que señalaba.

Y sí, era ella. Haneul. Su cabello oscuro le caía como una cascada por la espalda y sus ojos color verde miraban a sus amigas con diversión.

Tragué saliva con dificultad y las manos me comenzaron a temblar. Sentía mis mejillas arder y la mirada de mi mejor amigo no ayudaba. Este me miraba con una mezcla de diversión y picardía.

Me animó a que fuera a hablarle, pero ¡dios, no! Muerto primero antes que pasar vergüenza frente a Haneul.

—¿Qué es lo peor que puede pasar? —preguntó.

—Puedo morir.

—Eres un exagerado —dijo y me empujó hacia delante—. Ve, dile que está bonita.

Me di la vuelta y lo vi con pánico.

—¿Y si se lo dices tú? —traté de convencerlo.

—Jungkook, si ella viera este rostro —empezó e hizo un gesto con la mano señalando su cara—, creéme, te terminaría quitando la novia. Así que ve tú.

Volvió a empujarme y yo respiré profundo. En varias oportunidades había tratado de intercambiar palabras con ella, pero nunca podía. La vergüenza y la inseguridad tocaban la puerta de Jeon Jungkook justo antes de emitir cualquier sonido. Taehyung siempre me incitó a que lo hiciera, pero yo no le hacía caso y prefería huir.

No veía por qué tenía que ser distinto está vez.

Di dos pasos hacia ella, pero retrocedí el doble y me volví a sentar junto a Taehyung.

—Eres un cobarde —dijo con voz plana.

—Ya lo sé —repliqué y le pegué en el brazo—. Pero yo, a diferencia de ti, no tengo ninguna experiencia en absolutamente nada —reproché y comencé a levantar un dedo por cada cosa que decía—. No novia, no primer beso, no seguridad, no belleza... ¿Entiendes mi punto o sigo?

Él tomó mi rostro con una mano y comenzó a analizarme seriamente. En un momento, se acercó y me olió. ¡Me olió!

—No coincido con uno de tus puntos —dijo y soltó mi rostro—. Yo sí creo que tienes belleza, no como la mía, pero sí eres lindo.

Me sonrojé inmediatamente. ¿Qué clase de comentario era ese?

—Sin embargo —prosiguió—, si quieres bajar el dedo del primer beso, primero debes hablar con ella, ¿no te parece?

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora