37. The astronaut

1.2K 131 15
                                    

JK

Tuve que contener mis ganas de pasar por la cafetería.

Soy consciente de que no puedo aparecer frente a Jimin luciendo de esta manera, además, no me he lavado los dientes, y eso significa que tendría que aguantarme las ganas de darle un beso.

Ahora estoy por entrar a mi casa, voy a darme una ducha rápida y cargar mi celular, que se quedó sin batería ayer. Seguramente tenga mensajes de Jimin, espero que no piense que no he querido responder o que me ha pasado algo grave.

Ingreso la llave y abro la puerta, y lo primero que escucho es su voz. Creí que a esta hora ya se habrían ido, pero al parecer no.

When I'm with you, there is no one else —su voz parece provenir de la cocina—, and I get heaven to myself. When I'm with you, there is no one else, I feel this way I've never felt...

Camino hasta allí y lo veo lavando los platos. Está tan concentrado en la canción que ni siquiera se ha percatado de mi presencia.

—¿Ese es tu nuevo sencillo? —pregunto y él se sobresalta. Se da la vuelta y me mira con los ojos bien abiertos.

—¡¿No te has dado cuenta de que soy una persona mayor!? —exclama y se agarra el pecho—. Ay, mi corazón.

Yo pongo los ojos en blanco y me cruzo de brazos.

—Es una buena canción —digo—. ¿Es la que vinieron a promocionar?

Él asiente y se da la vuelta para seguir lavando los trastes.

—Canta un poco más —pido.

—No, debes aguantar hasta el lanzamiento, como todo el mundo. No te sientas privilegiado solo por ser mi mejor amigo —dice, mirándome de reojo.

—El privilegiado de tu mejor amigo sabe muchos secretos de ti que las fanáticas morirían por saber, así que canta —lo amenazo con una sonrisa.

Él cierra rápidamente el agua del grifo y se da la vuelta. Yo lo miro expectante, él carraspea y comienza a cantar nuevamente.

Cierro mis ojos para disfrutar más de la canción, es algo que aprendí de él. Su voz es muy bonita, melódica y suave, en algunas partes se torna aguda y en otras hace notas altas con facilidad. Seokjin nació para esto.

Por más que no se lo haya pedido, me canta la canción completa, y, al igual que su voz, la letra también es preciosa.

—Será un éxito —afirmo, abriendo mis ojos cuando termina—, es bellísima, Jin.

—Eso espero —replica—. ¿Ya no vas a contar nada mío, verdad?

Lo miro por unos segundos mientras finjo pensar.

—No, amigo —aseguro, apoyando una mano sobre su hombro—. Nadie debería saber que te prende que te hablen en inglés al oído. —Él asiente, hasta que se da cuenta de lo que dije y trata de pegarme con un trapo mojado.

—¿¡Cómo te atreves!?

Yo comienzo a correr y él me sigue detrás.

Oh, daddy —me burlo—. Please, daddy. Do it, do it.

Me persigue por cinco minutos, hasta que se detiene y se tira en el sillón.

—Ya estoy mayor para este tipo de cosas... —dice con la respiración agitada.

—Anciano —mascullo.

Aprovecho el momento para ir hasta mi habitación y conectar mi celular al cargador. Voy a esperar a que tenga un poco de batería para prenderlo y escribirle a Jimin.

Regreso a la sala y Seokjin sigue en la misma posición. Me siento en un sillón individual, frente a él.

Lo miro por unos segundos con una sonrisa en el rostro hasta que me percato de algo.

—¿Dónde está Yoongi? —pregunto, frunciendo el ceño.

—Fue a comprar —dice, y hace un ademán con la mano restándole importancia—, se sentía culpable de que hubiéramos tomado toda tu cerveza.

—¿Tomaron toda mi cerveza? —pregunto, incrédulo.

—Ahogamos las penas por ti, Jungkook —dice y después se incorpora—. Hablando de eso, ¿quieres hablar de lo que pasó? Porque, la verdad, no te ves demasiado angustiado. ¿Solucionaron las cosas?

Ayer, cuando finalicé la llamada, Seokjin fue el primero en abrazarme y consolarme. Amenazó un par de veces con ir él mismo a buscar a Taehyung y arrastrarlo del cabello hasta aquí. Me subió el ánimo. Además de que él fue quien me incentivó a que fuera a solucionar las cosas en persona.

—Todo salió bien —aseguro—, mejor que bien, diría.

Seokjin me mira alzando las cejas, y no entiendo qué me quiere decir hasta que baja la vista a mis pantalones.

—¡Claro que no! —vocifero—. ¡No solucionamos las cosas de esa manera!

—¿Entonces?

—Cortamos —respondo con una sonrisa.

Bueno, creo que decir que terminé con mi pareja de hace años mientras sonrío después de haber llorado por horas en su regazo debe ser un poco confuso. Y su cara lo demuestra.

—Creo que se te desconfiguraron las emociones, Kookie.

Suelto una carcajada y su ceño fruncido se acentúa más.

—Vamos al médico, Jungkook. Estoy empezando a preocuparme.

Comienzo a negar mientras trato de calmar mi risa.

—Estoy bien —aseguro—, es que no estoy triste. Puedo asegurarte que fue la mejor decisión del año.

—¿Sí? —pregunta con incredulidad y yo asiento—. Ahora quiero saber qué fue lo que pasó.

Se vuelve a recostar sobre el respaldo del sillón y se cruza de brazos, pero antes de siquiera pronunciar una palabra, escuchamos la puerta abrirse.

—Traje lo que pediste, Jin —dice Yoongi, mirando las bolsas que tiene en las manos, aún sin percatarse de mi presencia—. Ahora deja de lloriquear, no se dará cuenta de que tomaste toda su cerveza.

Los ojos de mi amigo se abren como platos y carraspea. Yo lo miro y levanto una ceja.

—Así que... ¿Yoongi se sentía culpable?

Las mejillas de Seokjin se tiñen de color carmesí por la vergüenza.

—Fue Yoongi —musita, mientras se hunde en el sillón—. Tiene vergüenza de admitirlo.

—Claro —digo, fingiendo creerle—, Yoongi.

Su mánager se percata de mi presencia y después mira a Seokjin.

—¿Ups? —exclama, sin un ápice de culpa. 

Mi mejor amigo le sonríe sin gracia y Yoongi se encoge de hombros, caminando hacia la cocina para guardar lo que compró.

Se produce un silencio incómodo, para él, porque a mí la situación me divierte muchísimo.

—Bueno —dice Seokjin, dando un aplauso y dirigiéndome la mirada—, cuéntame lo que pasó.

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora