A reason to stay ☕ | hv - km

43. Un día mejor

•TH•

Hoy me levanté temprano y decidí volver a comenzar.

Ahora mismo estoy limpiando mi casa, colocando todo en el orden que corresponde mientras escucho música de fondo.

Quiero despejar un poco mi cabeza. Durante la noche, antes de ir a dormir, no dejaba de maquinar acerca de cómo me he comportado durante estos días.

Desde niño siempre he reaccionado igual, siguiendo siempre el mismo patrón: cometo un error, me escondo, me castigo.

No obstante, siempre fui consciente de ello, desde que era pequeño. No es ninguna sorpresa para mí.

Por mucho tiempo asistí a terapia. Me ayudó a mejorar en muchísimos aspectos, más que nada en superar a lo que yo llamo «fase autodestructiva». Con el tiempo dejé de asistir, en serio creí que ya estaba bien, pero me equivoqué. La ruptura con Jungkook y estar alejado de Hoseok hicieron que aquello que tanto me había esforzado por superar, saliera a flote nuevamente.

De cualquier manera, no los culpo a ellos por lo que me está pasando. No debería haber dejado de ir, y es por eso que ahora mismo quiero volver a comenzar.

Saqué turno temprano en la mañana, no quiero dejar pasar los días. Sin embargo, recuerdo que, cuando era niño, la psicóloga me había dicho que tratara de mantener un ambiente ordenado. Así que eso es lo que estoy haciendo.

Me está costando mucho, pero lo hago. Estoy tratando de ser lo más cuidadoso posible. Tengo un cuarto específico para guardar todo mi trabajo, así que fue allí por dónde empecé; ordené mis lienzos, las pinturas, los atriles…

Luego pasé a la cocina, la cual no tenía tanto desorden. Jungkook se encargaba de lavar los platos cuando venía y de ordenar las cosas en la alacena; cuidaba que las cosas en la heladera estuvieran en buen estado y de reponer aquello que faltaba.

No sé qué haría sin él.

Solo me tuve que encargar de acomodar algunos cubiertos y de lavar la mesada.

Lavé los pisos y pasé la aspiradora. Traté de cambiar los muebles en la sala para darle otro aspecto, y me gustó el resultado. Los sillones ahora están en otra posición, lo que hace que mi casa no parezca… bueno, mi casa.

Solo me queda mi habitación.

Creo que es la parte más difícil de limpiar, siento que por cada cosa que cambie, los recuerdos que hay dentro van a desaparecer. Es como si empezara de nuevo desde cero.

Pero eso es lo que quiero, volver a empezar.

Respiro profundo y lo primero que hago es cambiar las sábanas y las fundas de las almohadas, y, al igual que en la sala, cambio los muebles de lugar. Mi cama ahora está posicionada junto a la ventana, de modo que si me acuesto, mi cabeza dará contra la ciudad.

Levanto toda la ropa sucia que hay tirada en el suelo y, junto a la ropa de cama, la llevo hacia el cuarto de baño para depositarla en el canasto de ropa sucia. Cuando vuelvo a la habitación ya puedo notar un gran cambio. Sonrío, y por más que no quiera, los ojos se me llenan de lágrimas.

Jungkook tenía razón, esto es un gran avance para mí. Y es en parte gracias a él.

Agradezco muchísimo que las cosas entre nosotros no hayan terminado mal. No puedo imaginarme sin él ni tampoco quiero hacerlo. Jungkook es muy importante para mí, y lo será siempre, sin importar cuál sea el vínculo que nos une.

Decido continuar, y para cuando termino me siento orgulloso de mi mismo. Estoy pasando por miles de cosas, pero saber que pude hacer algo así por voluntad propia hace que mi corazón se sienta un poco mejor.

Miro el reloj y ya son casi las cuatro de la tarde. Camino hasta mi armario y me lleno de satisfacción al ver todo ordenado. No me quiero demorar demasiado, así que escojo rápido lo que me voy a poner y lo dejo en mi cama, agarro mi bata y prácticamente corro hacia el baño.

Dejo el agua correr por unos segundos antes de ingresar, porque también es una parte difícil para mí. Antes de poner un pie dentro, las palabras de Jungkook vuelven a mi cabeza:

«Hacer de mañana siempre un día mejor».

—Siempre un día mejor… —repito en voz baja y me adentro a la lluvia.

Al igual que el día anterior, no sé cuánto tiempo paso allí, pero cuando decido que es suficiente, salgo. No puedo decir que me sienta del todo bien, no obstante, sonrío, porque a pesar de haya pensado mil veces que no, sé que merezco mejorar, aun así haya cometido errores.

Vuelvo a mi habitación, y aunque dudo un segundo en si cambiarme o no, finalmente lo hago, porque eso también es parte del proceso.

Estoy por caminar hasta el baño nuevamente para secarme el cabello, pero el sonido del portero interrumpe mis pasos.

La felicidad inunda mi cuerpo y corro para contestar. Agarro el teléfono del portero y digo:

—¡Jungkook! ¡No lo vas a creer! —río—. Limpié todo, todo, la sala, la cocina, el cuarto de trabajo y, escucha bien… —Hago silencio para dar un poco de suspenso—. ¡MI HABITACIÓN! Fue un poco complicado, no te voy a mentir, ¡pero lo hice! Y eso no es todo, no. —Chasqueo la lengua repetidas veces y niego la cabeza como si pudiera verme—. ¡TAMBIÉN ME BAÑÉ! ¡Y lo hice yo solo, sin que nadie me dijera! Solo, Jungkook. ¡SOLO! —Vuelvo a soltar una risa de felicidad y guardo silencio, esperando a que me responda.

Sin embargo, del otro lado solo hay silencio.

—No lo puedes creer, ¿verdad? —digo, con una sonrisa—. Bueno, pasa y lo ves por ti mismo.

Corto la llamada del portero y aprieto el botón para desbloquear la puerta del edificio.

Estoy ansioso, ya quiero que vea todo lo que hice hoy.

Me coloco frente a la puerta para abrirla justo en el momento en que toque. Espero y comienzo a mover mis pies con nerviosismo.

¡Ya llega, ya llega!

Escucho pasos del otro lado y me preparo para abrir, sin embargo, no golpea. Sigo esperando, creo que se está preparando mentalmente para ver la casa limpia después de años. Sonrío.

Pasa un minuto y aún no toca. ¡Vamos, Kookie! ¡Solo hazlo!

Pasa otro minuto más y nada.

—¡Oh, vamos! —exclamo y abro la puerta de golpe—. No es tan compl…

La voz muere en mi garganta, porque quién está parado frente a mí no es Jungkook, sino…

—Hoseok…