7. En pareja

1.8K 191 10
                                    

•TH•

A la mañana siguiente, Hoseok sigue en mi cama. Despierto antes que él y la luz que entra por la ventana me deja verlo con más claridad.

Tiene unos rasgos muy bonitos, su pelo está completamente enredado y tiene pequeñas manchas verdes por todo el cuerpo.

Observo las sábanas blancas y están igual, verdes.

No quiero ni imaginar cómo debo estar yo, que fui la fuente para que ahora todo esté manchado.

Cuando vuelvo la vista al chico a mi lado, me quedo unos segundos observando su belleza. No comprendo cómo no lo noté el día que lo conocí, creo que el enojo me ganó un poquito más, y aún así la hubiera notado, para ese tiempo Jungkook y yo aún teníamos una relación monógama.

—Mirándome —advierte de repente Hoseok y yo me sobresalto—. Buen día.

Refriega sus ojos y se estira. Luego apoya su cabeza en la almohada y me mira atentamente.

—Qué bonito —dice, mientras acerca una mano a mi mejilla y la acaricia.

Le dedico una sonrisa y llevo mi mano a la suya, manteniéndola en su lugar. Cierro los ojos. Tiene un tacto cálido y reconfortante.

La mayoría de personas con las que me acuesto suelen irse a primera hora de la mañana, incluso Jungkook, mi propio novio.

Al pensar en él, abro los ojos ampliamente. Se me pasó decirle a Hoseok que tengo pareja.

Me muevo inquietante y el chico que hasta hace unos segundos me miraba con dulzura, ahora me ve con el ceño fruncido.

—¿Todo bien, Taehyung? Si te incomoda que siga aquí, me voy. No hay problema —dice, y atina a levantarse de la cama.

Agarro su muñeca inmediatamente y vuelvo a tumbarlo en la cama.

—No es eso —digo, sin mirarlo a los ojos—. No entiendo cómo es que me olvidé mencionarlo, es la primera vez que me pasa. Entiendo si estás molesto ahora, estás en tu derecho.

—No me digas que tienes una ETS, por favor, dime que no.

—¡No! Claro que no, tranquilo. Me hago controles todo el tiempo.

—¿Estás casado?

—Tampoco, pero... Cerca.

—Tienes pareja —adivina. Suspira y se levanta de la cama—. Está bien, Taehyung. Si vas a pedirme que no diga nada, prometo que no lo haré. Solo que no entiendo... No tendrías que haberme seguido el juego en la tienda. Si me hubieras dicho que tenías pareja, habría cortado toda clase de coqueteo. Te pido disculpas, a ti y a quien sea que es tu novio o novia.

Agarra su ropa interior y comienza a ponérsela.

—Escucha, Hobi —ruego y él levanta una ceja al escuchar el apodo—. Perdón, Hoseok —me corrijo.

Él niega, en señal de que no le molesta que lo llame de esa forma. Me mira, y agita una mano para que siga hablando.

—Es cierto, tengo novio —admito, con vergüenza—. Pero no lo estoy engañando, nunca lo hice y nunca lo haría.

Hoseok frunce el ceño, sin entender.

—Taehyung, lo que hicimos anoche no fue juntarnos a pintar con acuarelas —dice y luego mira su cuerpo—, aunque lo parezca.

Río suavemente y me acerco hasta el borde de la cama. Me pongo de rodillas y ubico mis manos en su cintura. Luego me acuerdo de que aún sigo desnudo y me cubro rápidamente con las sábanas.

Esta vez es Hoseok quien ríe y se sienta al lado mío.

—Sé sincero, quiero saber qué es lo que me quieres decir —pide y toma una de mis manos.

—Tengo novio, su nombre es Jungkook. Y, aunque suene terrible ahora, ayer fue nuestro aniversario.

Hoseok me mira por unos segundos, anonadado. Busca levantarse de nuevo, pero yo lo retengo nuevamente.

¿Por qué me cuesta decirlo? ¡Dilo, Taehyung!

—Abierta, eh, años, d-dejar —balbuceo, en mi desesperación.

Si Hobi estaba desconcertado antes, ahora lo está aún más.

Resoplo frustrado. No es tan complicado...

—Disculpa, voy de nuevo. —Respiro y miro sus ojos—. Estoy en una relación abierta. Él y yo hemos estado juntos por años, pero lo nuestro ya no funciona. Es por eso que el hecho de que haya sido nuestro aniversario no es relevante, ni siquiera sé por qué lo dije. Pero prometo que no es importante ni estamos hiriendo sus sentimientos.

Hoseok me mira con reticencia. Quiere creerme.

Me acerco un poco más a él y apoyo mi cabeza en su hombro.

Nos quedamos unos segundos así, hasta que él habla nuevamente.

—Yo... Está bien, te creo —dice y suspira con tristeza—. Entiendo, Taehyung.

Se levanta y comienza a buscar su ropa. Yo lo miro sin entender.

¿Qué hice mal?

Agarro las sábanas y las envuelvo por mi cuerpo. Una vez vestido, Hoseok se dirige a la sala y yo lo sigo detrás.

Si dice que me cree, no entiendo el motivo de su desánimo.

Me molesta no saber qué está pasando, pero más me molesta no entender por qué me siento triste de que se vaya. ¿Quiero que se quede?

—Oye —lo llamo—, quiero creer que estás bien, ¿verdad?

Él me mira y sonríe, pero no es como las sonrisas que me dio repetidas veces en la noche. Esta sonrisa es fingida.

—Estoy perfecto —contesta y abre la puerta—. Que tengas un buen día, Taehyung.

Sale y yo me quedo solo.

No me dio su número, ni una dirección, nada.

¿No la pasó bien?

Ahora estoy solo, desnudo, envuelto en unas sábanas blancas manchadas de verde y sin entender por qué me duele un poco el corazón.

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora