A reason to stay ☕ | hv - km

19. Detrás de la puerta

•JK•

Jimin aceptó. Voy a tener una cita con él.

No voy a mentir, estoy muy nervioso. De solo pensar en la salida, me tiemblan las manos y las piernas. Aún no puedo creer que haya aceptado, pensé que después de todo lo que había sucedido, finalmente me rechazaría.

Pero no.

Así que ahora puedo decir que oficialmente voy a salir con Jimin.

Aún faltan tres días, así que tengo tiempo para pensar cómo va a ser. No quiero planearlo demasiado porque quiero mostrarme espontáneo; quiero mostrarle a mi yo auténtico.

Quiero mostrarle mi mejor versión.

Estoy emocionado. Cada vez que pienso en él aceptando mi propuesta, se forma en mi rostro una sonrisa estúpida, de la cual no me habría percatado si Namjoon no me hubiera tomado una foto mientras hablaba con Jimin.

Ahora estoy yendo a la casa de Taehyung. Voy a buscar un perfume que él tiene y que a mí me encanta; no puede culparme por usarlo, yo se lo regalé.

Llego a su puerta e introduzco la llave, la giro y trato de abrirla, pero no puedo. Está trabada por dentro.

Raro. Taehyung nunca cierra la puerta de esta manera.

Decido golpear, pero no hay respuesta. Sé que está dentro, si la puerta está cerrada así es por alguna razón. Opto por llamarlo y cuando atiende, puedo escuchar que se ríe.

—¿Hola? —dice y vuelve a reír—. Shhh, estoy tratando de hablar con alguien —susurra mientras sigue riendo—. ¿Quién habla?

—¿Con quién estás, picarón? —pregunto con voz graciosa.

Él calla inmediatamente. ¿Qué está pasando?

—Jungkook... No vi el celular antes de atender —contesta, pero parece que no me habla a mí—. No estoy con nadie, estaba viendo la televisión.

—¿Le dijiste a la televisión que se callara?

Taehyung vuelve a quedarse en silencio.

—¿...Sí? —contesta con voz dudosa.

—Okey, problema tuyo —replico, mientras me encojo de hombros—. Oye, ábreme la puerta. Estoy afuera.

Vuelve a quedarse callado, pero esta vez por mucho más tiempo que el anterior.

—¿Qué haces aquí? —pregunta con un hilo de voz.

—Ehhh... ¿Vengo a visitar a mi novio? —respondo, luego chasqueo la lengua—. Bueno, no. Pero vengo a buscar tu perfume. Préstamelo, ¿sí? Prometo que lo devolveré.

—No, Jungkook. Vete.

—¡Vamos, Taehyung! Es solo perfume.

—Está bien —acepta, inseguro de sus palabras—. Pero agarras el perfume y te vas.

¿Qué le pasa a Taehyung? Esto es muy extraño. Su voz se escucha tensa y su respiración acelerada.

—¿En serio no estás con nadie? —repito en tono gracioso.

—¡Te dije que no!

—¡Entonces abre la maldita puerta, Taehyung! Estoy hace dos horas parado aquí afuera.

Puedo escuchar sus pasos del otro lado. Abre y tiene una expresión seria en el rostro.

—Deberías ponerte crema —advierto al ver su ceño fruncido—. Tu piel está sumamente tensa y reseca.