8. Situaciones hipotéticas

1.8K 195 10
                                    

•JK•

Abro los ojos y me maldigo.

No dormí bien en toda la noche, la alarma aún no suena y yo estoy acostado observando el techo de mi habitación.

Probablemente se pregunten por qué estoy así, si hasta ayer estaba super emocionado por invitar al chico de la cafetería.

Bueno, ya no lo quiero ver.

Soy el tipo de persona que piensa demasiado, y cuanto más pienso en ir a verlo, más nervioso me pongo. Por mi cabeza ya han pasado cientos de situaciones hipotéticas donde, uno, me rechaza, o dos, me rechaza de nuevo. ¿La única manera de que no me rechace? No verlo. Fácil, práctico y sencillo.

En realidad, lo que pasa es que me avergüenza hacer el ridículo frente a él. No suelo tener inseguridades, la mayoría de las situaciones hipotéticas que creo en mi mente, por lo general, terminan conmigo ganando. Pero hay algo en este chico que me dice que no puede ser tan fácil, y si en verdad quiero pasar una noche con él, debo hacer mi máximo esfuerzo y comportarme como es debido.

Por eso, hoy no iré a visitarlo. Ya lo decidí.

Tal vez vaya mañana, o pasado, o nunca. Quién sabe.

Por lo pronto, el plan es levantarme, tomar una ducha e ir a trabajar. Ah, e ir a la lavandería, claro.

La alarma suena y cumplo con lo estipulado. Acostumbro a salir temprano de casa porque el tránsito de la ciudad es verdaderamente excesivo, en consecuencia, siempre llego temprano a mi trabajo.

Pero el tiempo que tengo libre, lo aprovecho para ir hasta la cafetería y comprarme el desayuno. Claro está, hoy no lo haré. Probablemente le pida a un colega que me haga el favor.

Por si no lo mencioné antes, trabajo como educador en el nivel primario; más específicamente, soy el "profesor cool de gimnasia" para los niños de seis y el "viejo de gimnasia" para los de doce. Lo cual es totalmente ofensivo si tenemos en cuenta que solo tengo veintitrés años.

Soy joven, lo sé, y me considero un afortunado por haber conseguido un trabajo tan pronto me recibí, además de no tener demasiada experiencia. No es común, pero tampoco estoy hablando de un puesto fijo; me encuentro como suplente de la señorita Song, que está de licencia por embarazo.

Aún así, el director me ha dado algunos guiños, insinuando que existe la posibilidad de que me contraten a tiempo completo para el año que viene. A mí solo me queda esperar.

Cuando ingreso a la institución, me encuentro de lleno con uno de mis colegas, Kim Namjoon. En realidad, él es uno de mis mejores amigos, pero acordamos que, en el momento en que ambos estamos ejerciendo el oficio, debemos mantenernos formales —aunque sea un pacto que no respetamos demasiado—. Namjoon es profesor de inglés y trabaja hace ya un tiempo en este lugar.

—Wow, temprano —advierte y yo asiento. Atino a seguir caminando, pero él me detiene—. Stop, look at me.

—¿Qué? Tuve problemas con la alarma —miento y él levanta las cejas.

Liar —dice, entrecerrando sus ojos.

Genial, ahora cree que me acosté con alguien y que por eso madrugué.

—Sea lo que sea que estés pensando, no es así. Detén esos pensamientos ahora mismo.

Él se encoge de hombros y me da una palmada.

—La última vez tuve razón...

Me quedo callado, sin saber qué decir. Es verdad, la última vez fue así. ¡Pero esta vez no!

¡No sé por qué me molesta que lo insinue!

¡Tengo que dejar de pensar gritando!

—Puede ser, pero prometo que hoy no es así. Una mala noche, nada más...

—Ve a comprar un café —aconseja—. Yo pasé temprano, está abierto. Te ayudará a despertarte.

Lo miro. No pierdo nada al preguntar.

—¿Quién te atendió?

—¿Quién me atendió? —repite— ¿Por qué? No me digas que la persona con la que te acostaste trabaja allí —dice y lleva una mano a su frente.

Lo golpeo en el hombro.

—¡Te acabo de decir que no me acosté con nadie! Solo contesta, Namjoon.

First of all, auch, dolió —dice y señala el lugar donde lo golpeé—. Segundo, después me dirás por qué estas así; tercero, me atendió una chica, pelirroja, pequeña, como de esta estatura —dice y coloca la mano a la altura de su pecho.

Bien, eso significa que Jimin no está atendiendo. No hay posibilidad de que pase vergüenza.

Sonrío. Llevo una mano a su mejilla y doy dos golpes suaves.

You are awesome —digo, en mi espantoso intento de pronunciar en inglés. Él me mira y niega, no sabe si reír o llorar.

No espero su respuesta y parto en dirección a la cafetería. Está a solo tres cuadras, así que no es difícil llegar.

Oigo el sonido de las campanas al abrir la puerta. No hay fila, así que espero directamente en el mostrador. Estoy por tocar la campana que hay sobre este, pero antes de poder hacerlo, alguien se levanta de repente del suelo.

Oh no...

Nos miramos a los ojos y maldigo internamente a mi amigo.

Él me sonríe y yo siento a los nervios comerme por dentro.

—De nuevo por aquí, espero que... —empieza, pero yo lo interrumpo.

—Café cortado —digo—, medida mediana. Para llevar.

Lo mejor es que hablemos lo menos posible, es la única manera de evitar que termine diciendo cosas vergonzosas. Mentalmente, ya descarté diez situaciones hipotéticas.

Se sorprende por mi abrupción, pero aún así vuelve a sonreír.

—Perfecto —dice—. ¿Puedo ayudarle en algo más? ¿Quizás una porción d...

Lo vuelvo a interrumpir.

—No, gracias. Solo eso.

Al parecer, mi tono, en vez de ser relajado, termina siendo cortante. Él levanta una ceja.

¿Estoy siendo irrespetuoso? Perdón, Jimin. Mis latidos están acelerados y tiendo a reaccionar de esta manera cuando estoy nervioso.

—Su pedido ya está siendo preparado —dice en tono indiferente y anota el pedido en una computadora. Genial, ya la cagué.

Levanta la vista y me mira con ojos fríos.

—Ahora viene mi compañera a cobrarle. Retire por la fila de al lado —dice y se coloca en el marco de la puerta que está detrás de él.

Aparece la chica que mencionó mi amigo. Qué oportuno.

Aún así puedo notar la mirada de Jimin sobre mí. Me siento intimidado. Me muevo a la fila que me señaló anteriormente y retiro mi café.

Lo observo una última vez antes de salir. Tiene la mirada en sus uñas mientras niega. Parece molesto.

Debo volver y pedirle disculpas.

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora