35. Chismoso

1.2K 145 4
                                    

TH

Ingreso a mi casa dando pisotones y tiro con fuerza las llaves sobre la mesa.

—Buenos días, rayito de sol —dice Jungkook, irónico, mientras se lleva una taza de café a la boca.

Yo solo le dedico una mirada tosca y me siento con brusquedad en la silla.

—Si esta es tu manera de decirme que me vaya, comprendo perfectamente —empieza—, pero Jin y Yoongi siguen en mi casa, y la verdad es que no tengo ganas de responder a sus preguntas. O moverme. Aún tengo sueño —dice y se encoge de hombros.

Suelto un resoplido y me apoyo mi mejilla en la mesa, frustrado.

—No me molesta que estés aquí, estoy acostumbrado a que me robes el café —digo, conociendo por qué se ha quedado verdaderamente.

—Bueno, esa también es una de las razones —replica sin vergüenza—, pero es cierto que no tengo ganas de moverme y que Jin y Yoongi siguen en casa.

Hago un ademán con la mano para restarle importancia.

—¿Qué te sucede? —pregunta, curioso—. No es que ande de chismoso, pero...

—Andas de chismoso —replico.

Lo observo y aprieta los labios formando una línea. Nuestra mirada se encuentra y él comienza a asentir lentamente.

—Quiero saber —dice, poniendo voz de niño pequeño.

Suelto un resoplido, pero, a la vez, también río.

Pensaba que, al momento en que volviéramos a vernos las caras después de lo de anoche, todo se volvería muy incómodo, pero resulta ser todo lo contrario.

Se siente bien, ya no cargamos con ningún peso encima. Realmente se siente como un nuevo comienzo, o más bien, un viaje hacia el pasado.

Mi mejor amigo, mi confidente.

—¿De verdad quieres saber? —cuestiono—. No sé si te va a gustar lo que voy a contarte.

—¿Yo me veo afectado? —pregunta.

Lo pienso por unos segundos.

—Ahora creo que no —contesto.

—¿Antes sí? —pregunta, incrédulo. Lo piensa un tiempo y de repente abre ampliamente los ojos—. La puerta...

Yo vuelvo a apoyar mi cabeza contra la mesa y me golpeo varias veces la frente.

—¿Es eso, verdad? —pregunta, emocionado—. ¡Lo sabía! Sabía que había algo raro... Solo que aún no entiendo qué.

Suspiro y levanto la cabeza, mirándolo con resignación.

—Conocí a alguien.

—Eso ya lo sé —dice, obvio—. Lo que no entiendo es por qué no salió de la habitación o por qué estaba oculto. —Vuelve a quedarse en silencio y después abre los ojos como platos de nuevo—. ¡Me dejaste por esa persona!

Le sonrío con incomodidad y él me mira anonadado. Sin embargo, y para mi sorpresa, luego suelta una gran carcajada.

—¿Te enamoraste? —dice con emoción—. ¡Taehyung! Felicidades, am...igo. Amigo, no amor. Amigo.

Yo le sonrío. Es la costumbre...

—No dije que estuviera enamorado, idiota —lo corrijo—. ¿Cómo es que puedes tomártelo tan natural? Hasta ayer, nosotros dos éramos novios.

—Supera, querido —replica, fingiendo superioridad y mirándose las uñas.

Lo miro alzando una ceja y él me sonríe.

—Me lo tomo así porque... Taehyung —dice y suspira—, no me duele que estés con alguien más. Al fin y al cabo, es como si hubiéramos practicado por casi un año a dejarnos ir, ¿no? —plantea y se encoge de hombros—. Me alegro por ti, quiero que seas feliz. En serio.

Yo le dedico una sonrisa. Estamos tomando todo demasiado bien, ¿quién lo diría?

—Cuéntame más de esa persona —pide y yo bajo la cabeza, apenado—. ¿Qué? ¿Tan poco les duró? —pregunta, y si las personas pudieran morir asesinadas por una mirada, Jungkook ya estaría muerto y enterrado tres metros bajo tierra.

Recordar lo que pasó entre Hoseok y yo no me hace nada bien.

—Su nombre es Hoseok —empiezo—, ya has oído de él.

—No me suena —dice, confundido.

—¿Recuerdas cuando tuve una pelea con el idiota del empleado de la tienda de materiales a tres cuadras de aquí? —pregunto y él asiente—. Bueno, él.

Jungkook me mira con la boca abierta, el ceño fruncido y una mueca horrorizada.

—¡¿Él?!

—Él —confirmo.

—¿Has estado con él por... —comienza y empieza a contar con los dedos— por...por... Agh, soy muy malo para las matemáticas. ¿Por cuántos años has estado con él?

—Por ninguno —digo, sacando de su mente cualquier idea que tenga de que lo engañé—. Empezamos a vernos el mes pasado, y estábamos muy bien, pero ayer... Ayer las cosas se salieron de control.

Él me dedica una sonrisa y apoya sus codos sobre la mesa, colocando su mentón encima de sus manos.

—Soy todo oídos.

Ah, mi exnovio es un chismoso...

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora