16. La tormenta

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Jung Hoseok es un decepcionado del amor.

Hubo un tiempo en el que creyó que todo podría ser solucionado si estabas junto a la persona correcta; que serías capaz de recargar fuerzas de donde ya no había si apretabas fuerte la mano de quien amabas; que todo dolor sanaría si se lo confiabas y compartías a la persona que te acompañaba.

Pero todo lo que alguna vez creyó fue refutado.

Porque Jung Hoseok era una persona querida, pero no amada. Al menos, no de la forma en que lo merecía.

Intentó muchas veces volver a comenzar. Entregó su corazón a todo aquel que creía que podría cuidarlo. Pasó por incontables manos, fue a parar a diferentes lugares, a distintos dueños y experimentó sentimientos de diversos tipos. Pero ninguno lo cuidó de la manera en que Hoseok necesitaba.

Para cuando el corazón regresó nuevamente a las manos de su dueño, este ya se encontraba sumamente deteriorado. Muchos intentaron coserlo, le pusieron vendas y le hicieron múltiples curaciones, mas nada funcionó.

En consecuencia, Hoseok se vio en la obligación de ser él mismo quien lo cuidara.

Aprendió a hacer vendajes, curaciones y coser. Como resultado de su arduo trabajo, el dueño logró construir una tela indestructible, capaz de mantener al corazón caliente y alejado de todo aquel que quisiera usurpar un puesto en su pecho.

Muchos intentaron destruir la tela, pero sus intentos no fueron más que rasguños. Así se mantuvo, mucho tiempo aislado y endurecido; latiendo, pero con palpitaciones debilitadas.

Pero antes de que pudiera darse cuenta, la tormenta llegó. Hoseok intentó mantener la tela con todo su ser, pero finalmente la catástrofe ocurrió...

La tela había desaparecido.

Pero por más que quisiera lamentar la pérdida, algo lo consternó un poco más.

Para su mala suerte, la tormenta también se había llevado el corazón.

Hoseok intentó recuperarlo en un principio, pero todo intento fue en vano.

El corazón se encuentra ahora en manos de la tormenta, pero las cosas no están ocurriendo de la manera en que uno esperaría, porque a pesar de permanecer en un clima catastrófico, el corazón no se ha dañado. La tormenta está cuidando muy bien de él y le brinda el calor que un día supo darle la tela. El primer día lo pintó de verde, lo acarició y le hizo experimentar sensaciones que hace mucho había dejado de sentir.

Al día de hoy, el corazón sigue bien cuidado. Pero el dueño desconfía.

Hoseok cree que las intenciones de la tormenta son honestas, pero no sabe por cuánto tiempo será así. El dueño siempre concede a las peticiones del cuidador, pero antes duda.

El dueño tiene miedo, y eso la tormenta lo sabe.

Por eso mismo, el corazón de Hoseok no es un rehén. Fue tomado en contra de su voluntad, pero posee la decisión de irse o quedarse.

Por ahora, el corazón elige mantenerse en su lugar. Se siente bien y reconfortado.

Y Hoseok espera, desde lo más profundo de su alma, que el corazón haya elegido bien, y que por fin hayan encontrado un lugar al cual pertenecer.

Están rodeados de tormentas y catástrofes, pero dentro de ese mismo caos, han sido capaces de encontrar nuevamente la paz.

A reason to stay ☕ | hv - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora