A reason to stay ☕ | hv - km

52. Mi persona

•JK•

—Y... eso es todo —dice Jimin, mientras cierra y abre los dedos de sus manos—. Di algo, por favor.

Creo que estoy en shock. Es decir, ya nos conocíamos... A ver, no, él me conocía, pero igual.

Jimin siempre estuvo tan cerca de mí... Tan cerca.

—¡Fuiste compañero de Taehyung! —exclamo y él se sobresalta—. Ay, perdón, eso fue muy repentino.

Suelto una risa incrédula. Esto es de no creer.

—Sí, fui su compañero...

El silencio se instala entre nosotros y mi cabeza comienza a ir a mil por hora. Es mucha información en muy poco tiempo. Pero de alguna manera todo ha comenzado a cerrar.

«Ya era hora de que te fijaras en mí».

Esa fue una de las primeras cosas que me dijo, pero yo lo dejé pasar.

Ahora tiene sentido.

—Entonces... —comienzo y Jimin levanta la mirada rápidamente.

—¿Sí?

¿Él me está queriendo decir que...?

—Tú... yo... —intento que las palabras salgan de mi boca, pero siento la garganta cerrada.

—Tú y yo... —dice y su voz denota emoción—. ¿Tú y yo qué, Jungkookie?

¡Yo puedo! ¡Yo puedo!

—Me mentiste.

Ay, no. No pude.

La sonrisa de Jimin se borra de inmediato.

¡Ah, esto está saliendo pésimo! Eso no era lo que quería decir... ¡Vamos, Jungkook, arréglalo!

—Digo, me mentiste, pero está bien. ¡Amo que me hayas mentido! —Jimin frunce el ceño—. Es decir, no. No es que ame que me hayas mentido, pero, eh, mentir está mal, pero, a veces mentir está bien, digo, ¡agh!

Si existe un Dios, que por favor me elimine. Gracias.

—Estuvo mal que te haya mentido, ya lo sé —dice Jimin—. Pero no quería que creyeras que estaba obsesionado contigo, o algo así. Intenté decírtelo muchas veces, pero no me animé nunca.

—Está bien. —Suelto un suspiro—. Imagino que no debe haber sido fácil decirlo.

Jimin se encoge de hombros.

—Era lo justo. Un secreto por otro secreto. 

Su tono de voz ha disminuido con el correr del relato, ahora se lo ve cabizbajo y casi no me mira a los ojos.

—Taehyung nunca me habló de ti.

Dios, no puedo parar de cagarla.

—¿Por qué lo haría? También pasaba desapercibido para él.

Comienzo a asentir con mi cabeza, hasta que siento la mirada fulminante de Jimin y me detengo.

Bien, tengo que ir a lo importante.

—Fuiste rubio...

¿QUÉ ME PASA?

Suelta un resoplido y esconde su rostro entre sus manos.

—No puedo creer que eso sea lo que más rescates del relato, Jungkook. ¡Estoy confesándote que estoy enamorado de ti! —dice y su voz suena frustrada—. ¿Sabes qué? Es mejor que me vaya. —Se levanta del sillón y comienza a buscar su mochila.