En la hermosa ciudad de Berlint la modernidad, el país estaba creciendo exponencialmente, los edificios que contaban alguna historia estaban siendo demolidos para dar paso a grandes complejos comerciales, era normal ya que la ciudad ya no quería recordar las épocas horribles acerca de la guerra donde muchas personas perdieron la vida.
Pero esta historia no es acerca de la modernidad esta historia se centrará en dos jóvenes estudiantes de diferentes escuelas que siempre se encontraban en la parada de tren subterráneo.
Y si, efectivamente, los protagonistas era un joven de nombre Damián Desmond el cual tenía 17 años y estudiaba en la escuela privada Edén, este chico era el segundo hijo de un ex político conocido debido a que estuvo involucrado en financiar dinero a grupos extremistas, por lo que en algunos momentos era repudiado por sus compañeros de escuela por culpa de su padre, pero, aun así, a pesar de esa mala suerte tenía un grupo de amigos conformado por Emile y Ewen.
Del otro lado de la historia, la chica se llamaba Anya Forger ella tenía 17 años y estudiaba en la escuela pública de Ostania, ella era adoptada y sus padres la amaban demasiado, ella tenía dos hermanos menores y tenía una mejor amiga llamada Becky Blackbell la cual estudiaba en la escuela privada de Edén pero debido a que un día la salvo de un asalto en el centro comercial cuando tenían 14 años esta chica quedo maravillada por la fuerza de Anya y se encariño de ella con el pasar de los años por lo que se volvieron grandes amigas.
Bueno, regresando a la historia y ponerlos en contexto, el joven observo a Anya un día cuando su hermano mayor le dijo que no podía llevarlo a la escuela por lo que le dijo que tomara el subterráneo, pero él era muy quisquilloso con eso ya que sus padres lo habían criado muy snob por su estatus social, entonces viajar en subterráneo lo consideraba denigrante, pero aceptó a regañadientes utilizarlo.
Ese día su vida cambio, cuando estaba esperando el subterráneo mientras escuchaba música en su iPhone, observo el cabello rosa largo de una chica, cuando decidió verla de reojo observo que era muy hermosa, entonces se sonrojo demasiado.
Lindo día ¿no? —le sonrió
¿Ah? —se quitó el audífono
Que es un lindo día—se giró a verlo
Si, muy lindo—se quedó embobado por sus ojos verdes
El subterráneo llego y todos empezaron a subir con rapidez, por lo que quiso buscarla para poder platicar más con ella, pero lamentablemente quedo del otro lado y suspiro al tener mala suerte, pero de pronto algo lo hizo mantener esperanza, podía volverla a ver pronto si tomaba el subterráneo.
Cuando fue la parada numero 6 observo que bajo y empezó a caminar, se sentía algo torpe por verla desde la ventana, pero parecía que la chica sintió esa mirada que giro y le dedico una sonrisa muy cálida, su corazón empezó a latir demasiado rápido.
¿Qué me está pasando? —miro su celular—maldición, no puedo quitar mi estúpida sonrisa
Cuando llego a la escuela camino por los pasillos escolares mientras seguía con los audífonos, quería evitar los murmullos de sus compañeros de clases y pues en ese momento solo quería seguir en sus pensamientos.
Al otro día su hermano mayor le dijo que si lo llevaba, pero dijo que quería tomar el subterráneo, por lo que desistió de su invitación y camino a la estación, entonces se quedó esperando en el espacio destinado mientras esperaba si por suerte se encontraba a la misma muchacha que encontró el día anterior.
Pero lamentablemente ese día no la vio y si esperaba más llegaría tarde, entonces decidió tomar el subterráneo y se fue triste hacia la escuela, aunque igual se sentía idiota ¿por qué se sentía así por alguien con quien solo entablo una conversación de segundos?, pero se sentía perdido.
