Santa beso a mamá

657 47 24
                                    

Un pequeño peliverde de ojos verdes se encontraba observando la pila de regalos que se encontraban debajo de su árbol de navidad, estaba algo ansioso ya que quería abrirlos para jugar, pero su razonamiento de amabilidad recordó la escena que vio en la noche.

Santa beso a mamá—pensó algo molesto—si papi se entera seguramente le pedirá el divorcio o peor aún va a llorar mucho

El pequeño Noah de 4 años intentaba buscar la mejor manera de jugar con sus nuevos juguetes, pero el recuerdo de Anya dándole un beso en los labios a Santa lo hacía retroceder, ¿Qué diría su padre al enterarse que Santa Claus le da todos esos regalos después de darle un pequeño beso a su hermosa madre?, aunque no lo culpaba ya que su mamá era una mujer linda y muy amable a lo mejor por eso Santa Claus se había fijado en ella, pero no podía permitir eso porque también quería a su padre.

¡Ah! —se tocó su cabeza con sus manitas

¿Sucede algo Noah? —Damián observo a su hijo

Papi—se sintió preocupado—oye ¿y mami?

Ah—intento mantenerse tranquilo—sigue durmiendo, está cansada, dime ¿Por qué no has abierto tus regalos?

Bueno—se puso nervioso—dime ¿no crees que ya soy grande para juguetes? —intento disimular su nerviosismo del engaño, pero a su vez sabía que podía condenarse a no recibir regalos

¿QUÉ? —alzo la ceja—dime ¿alguien te dijo algo?, tu puedes tener los regalos de Santa hasta que termines la universidad

Papa—le sonrió con nerviosismo—ah, nada, ¿me ayudas a abrirlos?

Claro—se acercó con su hijo a la gran pila de regalos

Ambos Desmond empezaron a abrir los regalos y el pequeño se emocionaba demasiado, todos los juguetes que quiso en el año estaban ahí, además de eso estaban los libros de Bondman y de estudio que quería, ya quería que sus mejores amigos Jean Egeburg, Lisa Elman y Francis Blackbell jugaran con él. Pero de nuevo la escena de Santa dándole un beso a su madre lo hizo sentir culpa con el hombre que estaba enfrente de él.

Papá—lo llamo—dime ¿qué harías si mami te engañara?

¿Ah? —se confundió—bueno, no creo que Anya haga eso—sonrió con egocentrismo—tu madre me ama tanto que nunca se separaría de mi

Ah—el niño miro con algo de tristeza a su padre, no quería romperle sus sentimientos

¿Sucedió algo? —alzo la ceja

No, es que me quede pensando en la historia que Francis nos contó sobre su padre—intento cambiar el tema

Bueno, siento que hay muchas cosas difíciles, pero recuerda que por lo mientras en tu casa tu madre y yo nos amamos mucho—le sonrió y acaricio su cabello—y te amamos mucho a ti

Gracias—asintió

¿De qué hablan? —Anya bajo las escaleras con un bello vestido blanco

Que eres muy hermosa—su esposo corrió a abrazarla

Papi ama mucho a mami—el pequeño peliverde sonrió divertido—pero ¿Por qué Santa beso a mi mamá? —dijo en voz baja para que su madre no oyera sus pensamientos

Iremos a casa de mis padres—comento Anya—dijo tu abuelo que Santa igual trajo regalos

El pequeño asintió y salió de su casa para ir a la casa de sus abuelos, entonces tuvo una idea enorme y era hablar con su abuelo sobre la situación para que él hablara con Santa al final, Twilight podía ser amigo de quien sea.

Al llegar a la casa de los Forger, el pequeño corrió a abrazar a Yor y a Loid, luego fue a ver sus regalos y encontró muchos libros como juguetes, entonces pensó al ver que su madre estaba ocupada que seguramente Santa quería ser su papá, por eso lo consentía, estaba dudando porque tener muchos regalos era increíble pero al ver a Damián intentando jugar con él lo hizo desechar la idea por lo que cuando vio que su papá fue a la cocina con su mamá y su abuela decidió tomarle la mano a su abuelo y llevarlo al patio para hablar.

RELATOS DAMIANYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora