Ese día había sido raro en el instituto, aunque la rutina era la misma, pero algo cambio en ese transcurso del pasillo de entrada mientras ella y Becky caminaban.
¡ANYA! —grito Becky preocupada al ver que su amiga se iba a caer de la escalera
Anya solo cubrió su cabeza para evitar pegarse y lastimarse, pero poco después sintió como unos brazos la sostuvieron como si fuera una princesa, cuando abrió los ojos observo como los ojos ámbar de Desmond la miraban preocupado.
¿ESTAS BIEN ENANA? —le grito mientras la cargaba y buscaba que no tuviera alguna herida
No me grites—se avergonzó—gracias por salvarme
Torpe, ten más cuidado, no sé qué me hubiera pasado si te hubieras lastimado o no hubiera corrido tan rápido—la miro a los ojos con un deje de preocupación marcado—yo
Anya no sabía cómo, pero parecía que el filtro de ver a Damián con un moco en la nariz había desaparecido para darle un toque masculino, no había notado como sus pestañas eran tan largas y sus ojos eran demasiado hermosos.
¿Sucede algo? —se preocupó al ver que se le quedo mirando
No había visto que tienes una cara linda—dijo sin pensar
¿Eh? —se sonrojo—espera ¿qué?
Parecía que ambos estaban en una burbuja, donde ambos estaban sonrojados a mas no poder mientras el joven seguía cargándola.
¡DAMIÁN! —corrió Ewen para alcanzarlo—oiga, corrió súper rápido de las escaleras, ¿estás bien Forger?
¡ANYA! —se acercó Becky preocupada—oye Desmond bájala
Ah—el chico cayo en cuenta que seguía sosteniendo en brazos a la peli rosada—disculpa
No te disculpes—lo tomo del brazo—gracias por salvarme
No te preocupes, me alegro que estés bien—sonrió con amabilidad provocando un sonrojo marcado en Anya
Becky y Ewen notaron esto, al fin sus plegarias desde los 12 años se estaban viendo escuchadas, al fin la peli rosada estaba abriéndose a la posibilidad de enamorarse de ese engreído pero buena persona llamado Damián Desmond.
Ustedes dos parecen que están en su burbuja—se burló la castaña—vamos a clases Ewen
Si—sonrió con emoción—Emile nos espera allá, ustedes dos no se queden tanto tiempo viéndose y coqueteando
¡NO ESTAMOS COQUETEANDO! —ambos se sonrojaron demasiado al unísono
¿Por qué crees que dijeron eso? —Damián miro a Anya quien seguía mirándolo—oye, ¿Qué tienes?
Nada—se avergonzó—solo que, estoy muy feliz de que me salvaras
Oye, siempre te he dicho que te salvaría de cualquier cosa, digo siempre estoy a tu lado—acaricio su cabello largo y rosa
Ah—se sonrojo violentamente—vamos a clases
Claro—el joven se quedó confundido al notar el rostro de la chica hasta que de pronto recordó que había dicho y se sonrojo también
Ese día Anya Forger empezó a observar de reojo a Damián Desmond, parecía algo divertido ya que en algunas ocasiones chocaban miradas ya que el chico tenía la costumbre de observarla también, era divertido para sus amigos ya que verlos sonrojados era raro, bueno para Becky era raro ver a Anya sonrojada por ver a Desmond.
Al terminar las clases la chica salió corriendo con Becky a la salida, tenía que llegar a casa para aclarar sus pensamientos, pero fue alcanzada por Damián quien le llevo su mochila que olvido en el salón.