Nota: Capítulo +18 y explicito, si no eres fan de estos capitulos espera el siguiente.
En la oficina del primer ministro de Ostania, el sonido de los gemidos y los movimientos veloces invadían el lugar, Damián sostenía la cintura de esa mujer de cabello rosado mientras llevaba su velocidad de esos movimientos que hacía que ambos estuvieran con una cara de satisfacción y gozo mientras estaban sentados en la silla más cercana a su escritorio.
El peliverde amaba ver la cara que la mujer de pelo rosa hacia cada que se la follaba en su oficina cada que iba a verlo para hablar de alguna situación entre Ostania y Berlint, amaba oír su voz suplicante que le diera más, amaba ver como sus pendientes de diamante se movían conforme su dueña se movía.
Llegue a mi limite—el chico oculto su rostro en el pecho desnudo de la mujer—dios, esto es adictivo
Primer ministro—Anya empezó a jugar con el cabello del hombre—no ha firmado mis documentos
Creo que ya firmare los documentos—movió sus brazos sin quitarla de encima de sus piernas para acercarse a su escritorio
Son tres documentos—se burló mientras lo abrazaba sin quitarle la movilidad de sus brazos
El peliverde termino de firmar los documentos y se alejó de su escritorio.
Listo—le sonrió—es un honor hacer tratos contigo
Bueno—se levantó de sus piernas—creo que debo de retirarme, tengo un asunto de la oficina y tu deberías ir a ver a tu esposa en ese evento—se acomodó su cabello
¿No quieres bañarte antes? —hizo un puchero al ver que se estaba vistiendo
Va a llegar tarde—se empezó a abrochar su camisa
Pero Damián no quería dejar a esa mujer solo con dos rounds de intensidad, así que se levantó a donde estaba y la volvió a besar con intensidad, la pelirrosada se dejó llevar ya que amaba ese tipo de contacto y lo prohibido, poco a poco el joven la llevo hasta su sofá y la recostó mientras con sus manos en desesperación empezaba a quitarle su camisa recién puesta.
Eres muy tramposo—murmuro mientras mordía su oído—vas a llegar tarde
Con unas flores compenso todo, yo ahorita quiero consentirte—la miro a los ojos—te ves tan hermosa cuando me vienes a ver
Señor primer ministro—le sonrió con egocentrismo—dígame ¿Qué se siente follar con la chica que te golpeo el primer día de clases?
El hombre sonrió divertido, amaba como Anya lo intentaba provocar así que volvió a besarla tan intensamente que cuando bajo la mano a su entrepierna de ella noto lo mojada que estaba.
Oh—murmuro y le mostro lo húmeda que estaba—parece que esa chica esta tan mojada por el chico que molestaba en la escuela
No te equivocas—se sonrojo—solo tú me pones así
Era lo que quería oír—toco su mentón—mi adorada Anya
El chico no quería perder más tiempo así que la volvió a penetrar mientras la chica lo mordía en los labios por el placer que estaba sintiendo, el peliverde estaba viviendo el mayor sueño de su adolescencia follarse a Anya Forger en una habitación o una oficina.
Los sonidos de los gemidos otra vez volvieron a hacerse presentes, el movimiento de caderas y sus miradas suplicantes de más placer, amaba verla tan sumisa ante él y que fuera lo único que necesitara.