La respuesta siempre es Anya

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Desde que la había conocido la respuesta siempre fue Anya.

¿Quién le pego al joven Desmond?—pregunto Henderson
Anya Forger—comento Ewen mientras cargaba la cabeza de su mejor amigo
Anya solo defendió a Becky porque la pisaron—la pelirosa lo observo

Desde ese pequeño encuentro donde el joven Desmond fue golpeado por esa chica pelirosada la respuesta de cada pregunta que se hacia mentalmente lo llevaban a mencionarla.

Cuando hicieron manualidades y él se llevo el premio metálico, estaba sorprendido ya que no creía que algo tan feo ganara pero todo salió bien

Anya te ayudo—comento la niña—ganaste
Si—la miro extrañado—aunque estaba horrible
Gah—la chica cayó de rodillas

Esa pequeña mocosa era tan insistente con querer ser su amiga y a la vez era tan adorable que no podia verla tan cerca, era tan imprudente aunque a veces era valiente.

No tengas miedo—lo tomo de la mano—no es real
No tengo miedo—se sonrojo al sentir la mano cálida de la chica que lo consolaba después de que le pusieron la bomba falsa en el cuello

Esa chica era tan valiente que su mente a veces se preocupaba por pensar en ella.

Fuiste un héroe—la chica se acerco
Ah—se sonrojo—es lo que haría por una amiga

Pero ¿ella era una amiga?, su mente no definía nada y más por la edad que tenía, pero como dijo Becky, estaba sintiendo celos de que sus compañeros se le acercaran ahora que era popular.

¿Por qué el segundo siempre aleja a los niños?—se extraño la niña
Oh—Becky se burlo—es que quiere monopolizarte
¿También me alejara de Becky?—quería llorar
No, de mi no—la abrazo—aun son niños no creo que entiendas lo que pasa, es más ni él sabe lo que le ocurre

Y era cierto, a sus tiernos 6 años era complicado entender porque hacia esas acciones con Anya, no obstante cuando atraparon a su padre y la vida se puso algo complicada, la vida volvió a hacerlo responder una cosa

¿Quién golpeo a Glen Watking?—comento Henderson
Fue Anya Forger—comento un niño llorando
Es que estaban molestando a Desmond—Becky defendió a su amiga
Anya defendió al segundo hijo—Anya observo al profesor—ese niño le dijo cosas horrible

Se sentía débil por no poder defenderse solo y más porque llevaba a esa pelirosa a meterse en problemas, él no quería eso pero aunque intentara buscar la manera de alejarla ella era tan aferrada a defenderlo que dejo que se quedará.

Hasta que descubrió la verdad y la respuesta de su mente se vio algo alterada por sus sentimientos

Anya lo siente—lloro—yo soy culpable de todo
Forger—se sorprendió ante la confesión de su vida—yo
Si me odias esta bien, prometo que me ire pero no quiero que tu te sientas mal de nuevo, tu eres increíble aunque a veces eres un odioso pero eres buena persona y no mereces nada malo—le sonrío

El joven al verla de esa manera sintió como su corazón latía con fuerza y corrió a abrazarla, Anya Forger era la respuesta a ¿qué lo hacía feliz y no quería perder?

No te odio—lloro con ella—no puedo hacerlo

Los años empezaron a pasar y todos empezaron a madurar, entonces cuando el problema de los Desmond se disipó el público escolar quería volver a incluir a Damián pero él ya era mas renuente a eso.

Hola—Becky se acerco al joven de 16 años—oye Desmond para ti, ¿quién es la chica mas hermosa de la escuela?
Es una pregunta estupida—se burlo de ella—no me interesa ese te

Pero el joven no pudo responder ya que observó como Anya Forger, quien se había dejado el cabello largo bajaba del autobús escolar.

¡Forger!—corrió hacia donde estaba—espera, necesitamos hablar de la tarea

Becky se quedo sorprendida, al final su respuesta fue contestada de forma tan divertida que solo sonrío al ver como el peliverde corría a ver a Anya Forger.

Los meses de esos años empezaron a transcurrir con tanta lentitud como los sentimientos de un joven con miedo que cuando al fin se hizo una pregunta contesto con rapidez.

¿Por qué ella siempre esta en mi mente?—observo el techo de su habitación—creo que estoy enamorado de ella
Al fin lo aceptas—comento Emile
Espera ¿qué haces aquí?—se sorprendió
Llegamos hace rato—se burlo Ewen—pero al fin es bueno que se diera cuenta de esos sentimientos que tiene por ella

Pero una cosa era aceptar y otra era confesar, entonces por más que buscaba una forma siempre algo los interrumpía, hasta que llego el invierno.

Anya—la llamó—tu, bueno ¿qué haces acá?
¿Ah?—se quedo confundida—vine a darle de comer a los animalitos
Ah si cierto, te tocaba ese servicio social—se rasco la nuca—bueno nos vemos
Adios–se despidió
Anya—se detuvo—necesito decirte algo
Dime—lo observo
Yo—se puso nervioso—yo

Pero no pudo decirle nada ya que la vaca del corral empezó a ser fastidiosa con un caballo y empezaron a correr, provocando que ambos se quedaran en medio de esa avalancha pero como quería verse como un caballero decidió abrazarla para protegerla pero cayo encima de ella.

Cuando la avalancha se calmo los animales se fueron al corral, como si quisieran darle su momento de privacidad a ambos adolescentes imperiales escolares que estaban en el piso

Lo siento—intento levantarse pero Anya no lo dejo
Dime lo que me ibas a decir—lo miro a los ojos
Creo que no es una posición cómoda—se sonrojo
Es que sino vas a huir—se burlo

Y era cierto, si no fuera por ese evento nunca se hubiera atrevido a abrazarla

La verdad es que—suspiró—tengo sentimientos por ti

La pelirosada sonrió con ternura y decidió darle un pequeño beso en los labios aprovechando el momento, ella ya sabía pero siempre quiso oírlo de sus labios.

Los años pasaron y su relación empezó a crecer, ambos siguieron apoyando sus sueños y buscaban la manera de estar presentes en su vida, entonces un día decidieron dar el siguiente paso.

¿Aceptas a Anya Forger como tú legítima esposa?—comento el sacerdote
Si—le sonrío—la acepto
Y tu Anya Forger ¿aceptas a Damián Desmond como esposo?—la observó
Si—miró a su prometido—acepto

Todos celebraron ese matrimonio que esperaban porque no había amor mas grande que el que ambos se profesaban y rezaban porque todo fuera algo bueno para esos dos chicos que estuvieron solos.

Papi—una pequeña niña de cabello rosado llamaba a Damián—quiero jugar a la princesa y el espía
Ven—la cargo en sus hombros—vamos a jugar
¡Yo también quiero jugar!—una pelirosada de largo cabello se acerco
Mami—la niña le alzo las manos—si
Anya—el hombre se acerco a su amada esposa—llegaste temprano
Si—le dio un pequeño beso en los labios
¿Están coqueteando?—la niña los vio

La mujer tomo a la niña y empezaron a correr para que su padre las alcanzara, pero ante ese panorama Damián Desmond solo sonrío, al final, la respuesta a todas sus preguntas era Anya Forger bueno ahora Anya Desmond, y estaba feliz de las decisiones que había tomado en su vida.

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