Damián ingreso a su nuevo salón de clases y no se sorprendió al ver a Anya con Becky, no obstante, ahora que era el intercambio de grupos el único que no pudo acompañarlo era Emile, pero Ewen al verlo corrió a saludarlo.
¡Ya aparte lugar! —le sonrió
El peliverde camino hacia atrás con su mejor amigo, pero no despego los ojos de la pequeña pelirrosada quien solo le dedico una tierna sonrisa.
Tenía 3 días de que esa pequeña niña le había confesado una cosa rara mientras bailaba y no le creía, pensaba que era algo de su anime bobo de espías, no obstante, mientras las clases avanzaban sus ojos se volvieron a posar donde estaban la pelirrosada, era raro, pero sentía algo de curiosidad por todo lo que significaba ella, pero igual sentía que era una pérdida de tiempo de acuerdo a su ego ya que ella solo era una simple plebeya.
Pero mientras los años pasaban, el pequeño que ahora era un adolescente de 16 años notaba que había cosas que Anya no ocultaba con él y eso había generado que ambos tuvieran una amistad fuerte que a veces Emile resultaba molesto cuando se dirigía hacia ella. Pero ese pequeño comentario de su primer baile aun lo confundía, ya que, aunque no creyera en eso, las cosas que notaba de Anya Forger a veces lo hacían confirmar que no mentía, desde las veces que le dio la respuesta a los ejercicios que dejaban en clases, las veces que le ayudaba con los exámenes o cuando ella llegaba a salvarlo de alguna situación estresante donde alguien quisiera beneficiarse de su apellido.
Pero le era difícil creer ese secreto, ya que creía que era una simple casualidad, hasta eso, cuando la chica se desmayaba por los dolores de cabeza que le pasaban cuando estaba con un gran tumulto de gente podía justificarlo solo a que era una chica de débil crecimiento, aun quería cegarse a creer eso de que lo que le confeso era una gran mentira, porque en todos esos años esa chica nunca había entendido los pensamientos de él, entonces si Anya Forger leía su mente ¿Por qué no se daba cuenta que estaba completamente enamorado de ella?.
El chico de 16 años caminaba por los pasillos con una mueca de cansancio, de tanto estudiar se dio cuenta que no durmió mucho entonces tenía que terminar su tarea temprano para recuperar esas horas de sueño, no obstante, cuando miro hacia el jardín noto que Anya estaba con un chico de cabello rubio y solo suspiro, era obvio que seguramente le estaría confesando sus sentimientos a la chica, pero seguramente se agregaría a la larga lista de chicos que eran rechazados por ella.
Pero cuando estaba alejando de la zona noto como el chico empujaba a Anya, eso no lo iba a permitir así que corrió a su rescate como si ella fuera una princesa en peligro y al llegar la abrazo con mucho cariño y miro de mala manera al joven
Haya—le gruño—que tu no aceptes un no, no significa que tengas que lastimar a Forger
Desmond—se aterrorizo al ver sus ojos amarillos—tu deberías tenerle miedo a ella, esa mujer lee la mente—salió corriendo—le diré a todos
Damián intento alcanzar a Hayyat, pero Anya lo sostuvo con una mueca de tristeza
Creo que todos sabrán que Anya lee la mente—sonrió con tristeza
Sigues con esa historia tan idiota—sonrió con cansancio y la abrazo—deja de ser idiota y de ver animes
¿Tú no me crees? —lo miro a los ojos
Eres la persona más normal del mundo, no tienes que ocultar cosas que no son ciertas, ¿o me equivoco? —la abrazo con fuerza—a mí no me interesa si eso es verdad o mentira, para mi tu eres una chica mentirosa y tonta
Eres un idiota—lloro en sus hombros
Y la más hermosa de todo Edén—beso su frente y acaricio su cabello—la mujer de la cual estoy enamorado