Damián estaba intentando llegar a donde había quedado para ir a cenar con Anya, pero empezaba a ver borro el camino, no sabía en qué momento todo se complicó ese día, hasta parecía planeado o que el universo no quería que fuera feliz.
---------------Flash back----
Anya—un chico de cabello verdoso se acercó a su compañera de clases la cual estaba muy feliz con su familia
Segundo—le sonrió—¿está feliz de que al fin nos graduamos?
El peliverde se sonrojo demasiado al ver la hermosa sonrisa de Anya, ese día se veía aún más linda debido a que por la graduación se había hecho rulos en el cabello los cuales sobresalían de su birrete.
Ah si—desvió la mirada
Felicidades, joven Desmond—se acercó Loid—me imagino que está feliz de haberse graduado
Si—asintió
Felicidades señor Desmond—se acercó una pelinegra de ojos rojos
Gracias señora Forger—cerro los ojos
El rubio parecía que intentaba entender al joven que estaba cerca de su hija, pero a la vez quería equivocarse en esa suposición por lo que decidió decirle a su esposa que les dieran un tiempo a solas mientras iban a buscar a su otro hijo.
Nos vemos en el estacionamiento Anya—comento el rubio—buscaremos a Markus
Si padre—les sonrió
El peliverde hizo una pequeña reverencia a los dos adultos y estos lo correspondieron, no sabía si el padre de la chica lo había entendido al solo era casualidad, pero necesitaba armarse de valor para hablar con ella.
¿Sucede algo? —la pelirosa se acercó al chico
Ah, bueno—se giró sonrojado—Anya, ¿podemos ir al lago Stella?
Claro—le sonrió—solo me despido de Becky
Si—asintió—te espero acá
En eso observo como la chica peli rosada se acercaba a su mejor amiga de cabello castaño y la abrazaba con mucho cariño, luego se tomaron una fotografía y se despidieron.
Listo—se fue con el chico—vamos al lago Stella
¿No tienes prisa? —la observo
No—sonrió—me iban a esperar en el estacionamiento
Está bien—camino a su lado
Ambos llegaron al lago Stella, se veía tan hermoso iluminado debido a que estaba atardeciendo, entonces Damián observo a la chica que lo acompañaba, en esos años ella había crecido demasiado, se veía tan hermosa con su cabello largo y sus ojos enormes se veían igual de brillosos como siempre.
La amaba mucho y quería decírselo, quería dejar de ser un miedoso y ser sincero por primera vez, pero no supo en que momento el tiempo lo traiciono, entonces cuando vieron se estaban graduando de la escuela, entonces próximamente cada uno tendría que irse a la universidad y muchas nuevas aventuras iban a empezar, por eso él quería al menos confesar sus sentimientos porque quería rezaba tener la oportunidad de que Anya le hiciera espacio en su vida nueva.
¿Qué querías hablar conmigo? —lo observo con amabilidad
Anya—se acercó—tiene mucho tiempo que he querido decirte algo
Pues dímelo—le sonrió
Ah—se puso nervioso—maldición no es como decirlo
Por el inicio—se burló—vamos, sé que eres bueno para hablar