Anya estaba en el hospital, todo parecía el mismo escenario que había visto en esos dos meses, parecía que no había ningún cambio y eso no le gustaba nada.La pelirosa tomo la mano del joven que yacía dormido y cerró los ojos.
Te necesito—susurró—es horrible no poder hablar contigo
Unas pequeñas lagrimas empezaron a descender por sus ojos verdes y el sonido de las maquinas que mantenían con vida al peliverde se oían a lo lejos, en ese momento solo existía su dolor y el joven por el cual sufría.
Estaba muy furiosa, aun no podia creer como Donovan Desmond fuera tan desalmado para mandar a atacar a su hijo de esa forma tan cruel y por mas que Anya le rogó que lo dejara en paz más se ensañaba, pero fue gracias a que pudo zafarse del agarre de los guardias de Donovan que al fin pudo detener el ataque y ahora ella estaba al mando para poder golpearlos para sacar a Damián de ese lugar.
.-.-.-.-.- Flash back
Los vencí—se oía cansada—oye, tengo que llevarte al hospital
Anya, no debiste—intento levantarse pero las fuerzas le faltaban
Tengo que cuidarte—corrió para detenerlo—tengo que llevarte al doctorMe temo que no podrás—la voz del padre del joven se hizo presente
Aléjate—Anya puso a Damián tras ella—le haces algo y te mato
Que vulgar señorita—se burló—pero no me importa matar a dos inútiles
Padre, deja ir a Anya—su voz se oía algo apagada
Vio lo suficiente—le apunto con un arma—así que no—disparo donde estaba la chicaAnya cerró los ojos pero al no sentir el impacto los abrió, pero cuando noto porque no sintió nada su corazón se acelero demasiado
¡Damián!—se hincó con él—no hagas eso, no te vayas
Puedes ir con él—le apunto con la pistolaEl tiempo se detuvo, todo parecía que no quería avanzar y cuando el sonido de la bala se hizo presente, Anya tomo la mano de Damián.
Pero aun no era su hora y cuando giro la vista noto a su padre quien había logrado matar a Donovan Desmond.
He llegado—se acercó a su hija
Papi—la joven empezó a llorar—tenemos que llevarlo al hospital por favor.-.-.-.-.-.-.- Fin del flash back
Desde ese día Anya no se había despegado de Damian esperando un avance en su estado de salud, pero no había cambio, el joven seguía en ese sueño profundo que los doctores recomendaron.
Anya—Demetrius se acercó a la pelirosa—¿hoy no iras a tu casa?
Papi viene a las 9—le sonrío
Gracias por siempre estar para él—se acercó
No es nada—observo al joven que dormía—se que si yo fuera la herida él estaría cuidándome a mi
Siempre he tenido la duda—se alejo y fue a la venta—¿qué es lo que eran?
No se—sonrío—solo se que es una persona importante para mi y no quiero que muera, yo, yo espero que cuando despierte podamos hablar de eso
Espero que si—le sonrío—es lo que más esperoLa pelirosa siguió platicando con Demetrius, en esos dos meses se habían vuelto muy buenos amigos y al fin había logrado comprender que ese joven quería mucho a su hermano Damián.
Tengo que irme—se levanto—nos vemos
Adiós—alzo la manoCuando creyó que la chica se fue, Demetrius se acercó a su hermano y lo tomo de la mano.
Tienes que demostrarnos que puedes levantarte por favor—su voz sonaba algo triste—los doctores dicen que debemos dejarte ir y por más que he intentado convencer a mamá de que sigamos teniéndote así esta apunto de firmar la solicitud—suspiro—tienes una chica linda que te cuida todos los días, tienes que levantarte hermano, no puedes dejarla sola o cualquier idiota te la puede quitar—su voz se hizo más triste—no te puedes ir por favor, aun quiero que vivas