El sonido de los niños corriendo hacia la salida hicieron que Damián girara la cabeza para verlos partir a sus hogares.
Era una sensación agridulce, ya que él no iría a su casa ese día ya que su padre se iba a ir de viaje de negocios entonces prefirió quedarse a estudiar en su dormitorio, pero sentía una pequeña opresión en su pecho al notar que estaba solo.
Que fastidio—murmuró al ver que Emile y Ewen si fueron a sus hogares, entonces para evitar esa soledad decidió caminar por los pasillos de la escuela.
A veces el sentimiento de querer ser un niño querido salía a flote pero también sabia que no debía forzar nada, era una sensación agridulce de madurez.
¿Segundo hijo?—la voz de Anya se hizo presente
¿Qué haces acá?—se sorprendió al verla tan tarde
Hoy quise alimentar a los animalitos de la granja—sonrío pero en su mente estaba pensando que su padre la dejó ahí porque fue a atrapar a un villano que los interrumpió en su paseo familiar
¿No deberías estar con tu papá?—alzo la ceja
Si—asintió—pero tiene cosas que hacer
¿No te sientes sola?—su voz sonaba amable
No—nego—porque se que papi esta haciendo lo mejor para brindarme felicidad y paz
El peliverde sonrió con algo de tristeza, esperaba que su padre igual hiciera eso y pensara en él aunque sea un minuto de su día
¿Estas bien?—Anya lo observo con curiosidad
Si—puso sus manos en su cintura—soy un Desmond
Esta bien—puso su mano en su hombro—no te preocupes, seguramente tu padre igual piensa en ti
Esas palabras se quedaron grabadas en su mente infantil, pero cuando arrestaron a Donovan y la información se filtro supo que su padre nunca se preocupo por él, esas palabras de Anya Forger fueron agridulces pero no la culpaba, al final ella si tenia un buen padre que si luchaba por su felicidad y paz.
Pero esas preocupaciones se instalaron en su mente, seria posible que él en algún momento tuviera familia y no quería ser como Donovan, era un temor que empezo a crecer en él desde que tuvo 16 años y que aunque intentaba tratarlo en terapia aun estaba presente.
Entonces cuando él se caso con Anya Forger a los 25 años, su vida dio un giro enorme y regreso ese miedo cuando la pelirosada le comento que iban a ser padres.
Era dificil ocultar ese pensamiento ya que su esposa teletapa lo adivinaba y por más que ella intentaba calmarlo el miedo no se disipaba.
Amor—Anya tomo su mano y la puso en su vientre—el bebé se esta moviendo
Si—sonrío con calma pero sus nervios corrían
Damián—lo observo—no le tengas miedo al pequeño maní, tu seras un buen padre
Quería confiar en ella pero el apellido Desmond y la palabra paternidad estaban peleadas, ese ejemplo con el que crecieron y ver como su hermano mayor fracaso con su matrimonio le daba miedo.
Amor—Anya lo abrazo—me tienes a mi, tampoco sabíamos como era ser novios y casarse pero lo hacemos de maravilla—beso su frente
Pero—intento excusarse
Nadie nace sabiendo todo—lo tomo de la mano–todo lo aprendemos en la práctica, eso lo vi con papá
Esas palabras intentaban infundirlo de valor, entonces tomo esa esperanza y decidió pedir consejos a su suegro, quien gustoso le explico lo que había aprendido de la crianza de Anya.
Los meses pasaron rápidamente, entonces un día mientras caminaban por la calle paseando a Bond jr, Anya sintió que el pequeño maní estaba a punto de llegar a la vida.
Fue un momento en el cual ambos se quedaron con mucho miedo, pero hicieron el protocolo para poder llegar al hospital, Anya fue llevada a su cuarto de maternidad y Bond Jr se quedo en el area de cuidado de mascotas que tenia ese hospital, eran muchos nervios pero tenia que ser valiente asi que le marco a los familiares de Anya y a Becky para avisarles, cuando termino se fue al cuarto de la pelirosada quien le dio la mano para que ambos sintieran confianza.
