El sonido del agua saliendo del grifo se hacía presente en la habitación, el dolor de cabeza era demasiado intenso que intento levantarse del frío piso del baño pero no pudo hacerlo al bajar la vista y notar que Anya estaba recostada en su regazo.
El calor se hizo presente en sus mejillas y se puso nervioso porque no sabía en que momento se encerraron en ese lugar y terminaron él durmiendo recargado en la pared mientras que ella estaba recostada en sus piernas mientras su saco la tapaba.
El joven intento no despertar a la chica pero parecía que ella ya había notado que él se había despertado así que solto un pequeño gruñido y se levanto sin quitarse el saco.
Buenos días—restregó sus ojos con su mano izquierda—¿te incomode?
No, para nada—se sentía algo molesto por como se quitaba
Tenemos que irnos antes de que Becky o alguien crea que paso algo—se levantó
¿Te molestaría que eso pensaran?—su voz sonaba algo dolida
La pelirosa miro al joven quien parecía lastimado por lo que dijo entonces se volvió a agachar para quedar cerca de su rostro.
No me molestaría—lo miro a los ojos—pero, no quiero que crean que fue porque estábamos drogados y ebrios
Al tenerla cerca el joven decidió tomar la cabeza de la chica y darle un beso, el cual ella no rechazo y correspondió lentamente hasta que poco a poco subió de intensidad pero cuando recordaron donde estaban recapacitaron.
¿Qué fue lo que ocurrió?—toco su mejilla
Estábamos en la fiesta, George trajo unas cosas que encontró en la farmacéutica—hizo memoria—y nos reto a tomarlos
Creo que no lo volveré a hacer, no recuerdo como llegamos acá—su cabeza le daba vueltas
Bueno, eso fue porque te emborrachaste demasiado y te acompañe a vomitar, pero no vomitaste entonces nos empezamos a besar pero cuando nos dimos cuenta donde estabamos nos detuvimos—sus mejillas estaban sonrojadas—te sentaste en el piso y me recosté en tus piernas porque empece a tener mucho sueño
¿Por qué nos estábamos besando?—se puso nervioso
Porque dijiste que era linda y siempre habías estado enamorado de mi—lo observó—a menos que fuera una mentira y solo querías
Nunca sería mentira—la abrazo por el cuello—a mi me encantas
La pelirosa se separo del abrazo y lo observo con algo de curiosidad.
¿Por qué hasta apenas lo dices?—frunció los labios
Porque soy un torpe—suspiró—un torpe y lento
Eso es parte de tu encanto—le sonrío provocando que el joven se sonrojara demasiado—tenemos que salir de acá, pronto despertarán
El joven se levanto y junto con Anya salieron del baño con mucho cuidado, pasaron los pasillos con el mismo sigilo y cuando lograron llegar a la puerta de salida giraron la cabeza para ver que en la sala de la casa de su amiga todos se habían quedado dormidos en el piso.
Si que esa cosa nos noqueo a todos—puso su mano en la cabeza—prometo ya no hacerle caso a George
Si, fue demasiado peligroso—Anya observó como su mejor amiga estaba durmiendo sobre el hombro de Ewen
Te llevo a casa—abrió la puerta
Si—lo siguió
Los dos al salir de la casa de Becky sintieron la luz del sol demasiado fuerte e hicieron un sonido de molestia, luego caminaron por la calle hasta que llegaron al departamento de Anya.
¿No gustas descansar un momento?—lo miró—te ves fatal de esa caminata
No, a lo mejor es una molestia
No, además—revisó su reloj—mis padres están en el trabajo y mi hermano seguramente fue a casa de Franky
Esta bien—suspiró
Ambos subieron las escaleras del complejo de apartamentos hasta que llegaron en donde vivía la familia Forger, luego Anya abrio la puerta y ambos entraron.
¿Quieres café?—lo observó
No—negó—quiero dormir
Puedes dormir en mi cama, yo dormiré en el sillón —le sonrío
Ah—intento decir algo pero cuando noto la chica lo había empujado a su habitación
