Ella removió el cuchillo del cuello del hombre gordo y se lo apuntó a los hombres en la puerta quienes seguían burlándose, mientras tanto el gordo estaba revolcándose en el suelo, como un cerdo intentando escapar de la muerte.
Ella les miró fijamente y dio el primer paso para comenzar a correr hacia ellos quienes se pusieron en guardia pero grade fue su sorpresa al ver lo siguiente que ella hizo.
— pero... Que demo...!
La goblins cambió el curso y corrió directo hacia la ventana por la cual se lanzó sin pensarlo dos veces, cayó desde el segundo piso del lugar hacia el suelo lodoso a causa del las cagadas y los orines de todos los que vivían en esa zona, ello le salvó la vida pero no la dejó ilesa.
— vamos tras ese goblin! — grito uno de ellos.
— no... Dejalo, los perros se encargarán o lo matara algún guardia cuando lo vean — dijo mirándola irse — lo mejor es que ahora tenemos más ojos dedos y órganos para vender.
No la siguieron y eso la alivió, aún así estaba herida, tenía una costilla rota y el hombro derecho dislocado que le impedía moverse con mayor soltura.
—libre al fin... — decía mientras hacía una mueca de dolor.
Comenzó a caminar entre los callejones y las zonas más oscuras de la zona, se detuvo un momento a descansar y reponerse.
Miró su hombro y vio que lo tenía inchado además de dislocado, golpeó su hombre en la pared y se lo volvió a colocar gritando de dolor en el acto.
Lo movió un poco sintiendo dolor, y se llevó la mano a la costilla que tenía rota, se sentó con una respiración agitada y luego miró el cuchillo que tenía en su mano.
Recordó que con aquel cuchillo mató al hombre gordo y graciento antes de lanzarse por la venta, se dio cuenta que no sentía remordimiento por haberlo echo.
Para ella, el haber matado a aquel gordo, era como haber matado una gallina para el caldo.
— a dónde voy ahora? — dijo recuperando el aire — creo que tengo que volver por mis cosas...
Se decidió y espero cerca de media hora mientras se recuperaba y esperaba a que se fueran aquellos hombres que seguramente la habrían matado de haberseles enfrentado.
Pasado ese tiempo ella se puso de pie y camino de regreso al cuarto donde antes estaba encerrada, al llegar se encontró con los charcos de sangre del hombre gordo y de Endo, ellos aún seguían ahí pero ya no había ni rastros de los otros.
Ella trató de no pisar la sangre y pasó hasta el fondo del cuarto donde estaba su cojín y algunas de sus cosas, tomó un bolso y lo lleno con algunas de sus prendas, algunas prendas de Endo, unos platos, cucharas y cuerdas, también en ella metió toda la bolsa de dinero que Endo estaba juntando y por último sus materiales de limpieza.
Tomo el arco y las flechas que tenía Endo y luego su cojín junto a sus frazadas, las cuales montó sobre el saco y formó una especie de mochila la cual cargo en su espalda y se salió del lugar no sin antes mirar el cuerpo sin dedos, ojos y órganos de Endo.
— Adiós camarada.
Salió del lugar caminando entre las sombras y llegó a la entrada de la ciudad donde se podía ver un guardia durmiendo sobre una banca.
— la suerte está de mi lado — dijo ella intentando acercarse.
— tú! — grito alguien.
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Lina la Goblin
FantasiaUn hombre que se murió y estaba jodiendole la existencia a un Dios, es castigado renaciendo como un Goblin, peor aún, era una hembra parte de un raro espécimen. ¿Que le deparará el futuro en su nueva vida? Advertencia! No está demás poner una advert...