Lina no sabía qué tan lejos estaba de su tribu, pero había una forma de saber cuánto y cómo llegar. Nada era mejor que una buena tortura al jefe de un grupo de bandidos que intentaron cazarla para reclamar la recompensa por su cabeza.
—Vamos, ¿cómo no van a saber sobre la cordillera? —gruñó Lina, aplastando la punta del dedo meñique de la mano derecha de aquel hombre. —Son las cordilleras; ahí está mi tribu, y no muy lejos está el nido del volcán.
—¡¡¡Aaaggh!!! —gritó el hombre, sintiendo su meñique quedar aplastado. —¡No sé! ¡Hay muchas cordilleras en el mundo!
—¡Jefe! —gritó su secuaz desde la jaula. —¡Basta! El jefe no hizo nada malo.
—Las Cordilleras del Goblin —gritó otro. —Buscas las cordilleras del Goblin. Ahí viven muchos goblins, y hay una tribu que vive en un volcán.
Así eran conocidas aquellas cordilleras debido a la numerosa población goblin que las habitaba y dominaba. De esas cordilleras venía Lina.
—Dime más —preguntó Lina, aplastando otro dedo del líder.
—No sé mucho —respondió en medio de lágrimas al ver sufrir a su jefe —pero he escuchado que una horda de goblins de esas montañas expandió sus dominios y borró del mapa un reino entero. Otra horda está dando problemas al reino del otro lado.
Lina, al escuchar eso, se preocupó. Que un gran número de goblins derrotara un reino entero solo podía significar una cosa: la desaparición de gran parte de las tribus asentadas en la cordillera.
—¿Cómo llegó? — pregunté, tomando un pequeño martillo para agitarlo como si estuviera clavando algo.
—Sigue por el camino, llegarás a un bosque, cruzado y al salir tendrás ante tu vista las cordilleras del Goblin — respondió aquel hombre aferrándose a los barrotes de hierro de la jaula en la que estaba encerrado junto a sus demás compañeros. — Ahora deja el jefe!
Lina movió con fuerza el martillo y golpeó la cabeza del líder de aquellos bandidos; la fuerza aplicada fue tal que el martillo no se quedó atascado en su cráneo, continuó su camino partiendo su cabeza en dos, luego llegó a la espina dorsal y las costillas y terminó por partir el cuerpo entero, incluida la silla.
—Aaah... —suspiró, llevándose una mano a la frente. —Olvidé medir mi fuerza. Intentémoslo nuevamente, ¿quién será el próximo?
Los bandidos horrorizados comenzaron a rogar por sus vidas y ofrecer a sus compañeros, y cuando Lina se preparó para abrir la puerta de la jaula, ellos la sostuvieron para evitar que ella entrara.
—Solo déjanos!
—Prometemos no hacer daño nunca más, seremos buenas personas.
—Mata a Kenny.
—mmm... —Lina se puso a pensar. — Le perdonaré la vida a quien me diga cuánto es la recompensa por mi cabeza.
El silencio se apoderó del ambiente y los bandidos se miraron mientras sudaban frío. Estaba claro que todos querían ser el primero, pero matarían al primero que intentara decirlo.
—Es... —el tipo antes de terminar la oración, murió con su cuello quebrado por su compañero de atrás.
Todos comenzaron a pelear mientras mencionaban la misma cantidad: mil doscientas monedas de oro. Aquella cantidad de dinero no era poca; con esa suma, podrías comprar hasta cuatro casas.
Después de recibir esa información, ella roció el aceite inflamable que los tipos cargaban en un par de barriles y les prendió fuego.
El viaje de Lina para regresar a Roca Amarilla comensaba.
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Lina la Goblin
FantasyUn hombre que se murió y estaba jodiendole la existencia a un Dios, es castigado renaciendo como un Goblin, peor aún, era una hembra parte de un raro espécimen. ¿Que le deparará el futuro en su nueva vida? Advertencia! No está demás poner una advert...