Capítulo 5

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En algún lugar de las vastas praderas cercanas a la cordillera del Goblin, Lina yacía malherida y envenenada tras caer en una trampa. Su situación era precaria, sin tiempo para recuperarse.

—Hermano, acaba de una vez —dijo la mujer, deteniéndose y mirando hacia el bosque cercano.

Lina se puso de pie sintiendo su cuerpo temblar, no por miedo, sino por el malestar causado por el veneno. La sangre espesa que circulaba por sus venas y salía por sus heridas, nariz y ojos, como si estuviera llorando, le impedía pensar claramente. El dolor de estómago intenso y la vista borrosa le provocaban un dolor agudo. A pesar de ello, se levantó y, aguantando, activó todas sus habilidades. Por último se puso en guardia, esperando el ataque de aquel hombre.

—¿Puedes resistir el veneno y luchar? —preguntó él con sorpresa. —Increíble, después de todo, eres un monstruo.

Sacó una espada corta y se preparó para atacar. Aunque la vista de Lina estaba borrosa, concentró sus sentidos para escuchar y prever sus movimientos.

—Ven a mí, humano —respondió ella, mostrando dientes manchados de sangre. —No soy alguien fácil.

El hombre corrió hacia Lina, esperando un golpe certero, pero sorprendentemente, la espada apenas le causó un pequeño corte en el brazo. Inmóvil, Lina sonrió.

—Adiós —dijo, clavando sus dedos entre el casco y la armadura del pecho, perforando la garganta yugular del hombre.

El error estúpido de subestimar a Lina solo por ser un Goblin le costó la vida al hombre. Se arrodilló, desangrándose, con una mano en el cuello.

El hombre cayó de rodillas desangrándose, con una mano en su cuello tratando de detener la sangre. Se quitó el casco desesperado, mostrando su hermoso rostro y un cabello extrañamente blanco como la nieve, manchado con la sangre. Sacó un frasco de uno de sus bolsillos y se preparó para tomar su contenido.

—¡Hermano! —gritó la mujer—. Toma rápidamente la poción, yo te protejo.

Lina intentó detener al hombre, pero fue golpeada en el vientre, retrocediendo dos metros.

La mujer no perdió tiempo y acortó su distancia con Lina, tratando de propinarle un corte en el pecho, pero fue recibida con un extraño movimiento de la pierna de Lina, que terminó con la planta de su pie en el rostro de la mujer, haciéndola caer de espaldas al suelo.

Mientras tanto, el hombre que había logrado tomar la poción sanó su herida mortal, pero al reponerse, sintió que le faltaba el aire y que su cuerpo iba a explotar. Aquella sensación era parte del efecto de una de las habilidades de Lina: Filo venenoso. Su destino estaba sellado; el veneno ya había recorrido casi todo su cuerpo y estaba a punto de llegar a su cabeza.

—Hermana... —Dijo con una voz rasposa y agonizante. —Mata a todos los goblins, mátalos a todos.

El hombre cayó muerto de rodillas, con la cara morada y sus venas claramente marcadas en su rostro. Al ver a su hermano morir, la mujer gritó de rabia y, evadiendo el pisotón de Lina, le clavó un cuchillo en la pierna.

-[Alerta! Nuevo veneno detectado, dificultad para purificar.]

El sistema alertaba a Lina, y ella no podía permitirse más cortes, así que mantuvo su distancia. "Si no estuviera en mal estado, estos humanos no serían más que basura", pensó ella mordiéndose el labio inferior. Vio uno de sus cuchillos no muy lejos y se lanzó hacia ellos para poder usarlos, pero en el acto fue golpeada por un frasco de vidrio que se rompió y la empapó de una sustancia.

Lina la Goblin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora