Era una noche fría de otoño y el viento soplaba con fuerza, haciendo crujir las hojas secas. En las profundidades del bosque, dentro de una gran cueva se escuchaba el festejar de los Goblins qué vivían ahí. El nacimiento de la nueva camada se había dado y festejaban el echo.
Los Goblins reían y cantaban alrededor de fogstas alimentadas con hojas y ramas secas. Los pequeños seres estaban emocionados por la llegada de los recién nacidos, quería ver que clase de buenos guerreros habían nacido esta vez.
— llego la hora! — grito un anciano encorvado.
Un grupo de goblins se pusieron de pie y corrieron hacia el espacio donde estaban la crías. El anciano fue el primero en entrar a aquel espacio, miro a todas las esclavas dentro de el y a todas las cría.
— demosle su bienvenida al mundo — dijo el anciano
Un pequeño grupo entro en la sala y comenzó a golpear a las crías. — no los maten! — grito el anciano — si son fuertes sobreviviran.
Pero uvo una cría qué se escabullo por los rincones del espacio hasta llegar al anciano. Esta lo miro directamente a los ojos y el anciano supo enseguida que esa cría sería especial. Aun así estaban en plena paliza, y el anciano no podía permitirse distraerse por mucho tiempo, tenía que ver que nadie matara a una cría.
— eh! — llamo el anciano — no se olviden de est...
Un inmenso dolor detuvo sus palabras, el anciano cayó al suelo y lanzó un gemido de dolor, mientras se sostenía los testículos. El pequeño goblin le había pegado un cabezazo en su parte más blanda y ahora estaba retorciéndose en el suelo. El anciano intentó recuperar el aliento y erguirse para golpear a la cría, pero su cuerpo no respondía. Al ver la situación, un joven goblin corrió hacia el anciano y lo levantó del suelo. Con un tono firme, le dijo a la cria que tal vez será el goblins más fuerte en un futuro pero que no podían dejar pasar tal ofensa a un superior. Golpearon al pequeño más que las demás crías.
Todo esto había sido presenciado por otra pequeña cria qué se había escondiendo detrás de las piernas de una de las esclavas quien la miraba de reojo y con sorpresa "este goblin es muy inteligente" pensó aquella mujer.
Al terminar la bienvenida, la cría salió de su escondite y se acercó a las demás crías, todas estaba inconscientes excepto un pequeño que había sido golpeado con fuerza pero no a la magnitud del valiente qué derribó al anciano con un cabezazo. Una esclava tomó al pequeño junto a otro en brazos y los llevó a su lado para curar sus heridas y asegurarse de que estuviera bien, a pesar de no ser una cría de su especie ella aun era su madre y como tal no podía dejar que muera.
Mientras, la cría qué se había escondido se acerco al valiente que estaba inconsciente y lo miro con preocupación.
— esto es malo — dijo ella demostrando lo rápido que había aprendido a hablar — este tipo esta por morirse
Las esclavas le miraban con algo de temor, jamás en toda su estancia en aquella tribu habían visto a una cría hablar al día de nacida, casi todas hablaban ya a los 16 días de nacidas pero no al día.
En ese momento alguien entro en aquel espacio y la sorprendió observando a la cría valiente. Era el Anciano y no venía solo, estaba acompañado de diez goblins fuertes.
— con que una se nos escapó eh... — dijo el anciano mirándola — mmm... Ese olor, es una hembra.
Ella intentó esconderse nuevamente, pero el Anciano la detuvo y miro fijamente a los ojos. Con voz pausada, le dijo: —No tengas miedo. Tendrás un mejor destino qué ellos —.
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Lina la Goblin
FantasyUn hombre que se murió y estaba jodiendole la existencia a un Dios, es castigado renaciendo como un Goblin, peor aún, era una hembra parte de un raro espécimen. ¿Que le deparará el futuro en su nueva vida? Advertencia! No está demás poner una advert...