La esclavitud en Terrian, una práctica tan libre y legal como el intercambio de una moneda por un pan.
Los mercados de esclavos habrían todos los días desde muy temprano, el comprador y vendedor de esclavos más concurrente hacía su apariencion en el mercado de cierta ciudad del reino de Bálzar apenas abría. Pero habían veces que desaparecía por semanas como lo había echo hasta aquel momento.
¿Quien era este comprador? Nada más, y nada menos que el mismísimo héroe Keith, pero nadie sabía que era el. Cada vez que asistía a este mercado, por no decir todos los días, andaba con una apariencia distinta, vestía con un extraño traje de la Nobleza y un sombrero de paja así como un antifaz, se hacía llamar Lubricus Granbanana y sus compras eran únicamente de esclavas.
Todo el mundo que lo veía creía que era alguna especie de comerciante exitoso qué iba por aquel mercado en la caza de las mejores esclavas para luego venderlas a más alto precio, y donde fuera qué se parara a participar en la subasta o simplemente a comprar, el valor de la esclava deseada ascendía aun mas.
— quiero esta esclava — dijo el mirando una mujer de aspecto joven y de cabellos tan negros como el hollín.
El vendedor vio su oportunidad para ofrecerle a las más hermosas que tenía y también a la más cara, bastaba con el que Lubricus Granbanana las examinara y preguntara el precio para que luego esas mismas esclavas valieran aun más.
— Si tiene mejores dejame verlas — Keith se cruzó de brazos — ¿por que las tiene escondidas?
Keith las miro y sólo se detuvo a examinar a aquella que ocultaba un ojo con su alborotado cabello castaño, estaba en un lío, no sabía cuál elegír, o la de cabello negro o la de cabello alborotado. Pregunto el precio de ambas y termino por llevarse a la del cabello Alborado. El verdedor no tan contento al no haber logrado aumentar el precio de todas las esclavas qué le había mostrado suspiro y miro a la de cabello negro.
— dejame verte bien — el le miro el rostro y toco su cuerpo — por Dios! Vales mucho más de lo que creí!
El vendedor la bañó y puso buenas ropas, luego la puso en subasta y su precio alcanzo grandes cantidades, al final nadie logro comprarla ya qué muchas personas pusieron el mismo precio pero se rehusaba a aumentarlo debido a que habían llegado a su tope.
Keith se llevó a su esclava a un pequeño cuarto qué el mismo había rentado y del que nadie sabía nada, ni siquiera sus compañeros, al entrar dejo a su esclava en un costado y le entrego algunas toallas — ve y bañate — le dijo mientras se quitaba el antifaz y el sombrero. La esclava se había sorprendido mucho al verlo, jamás en su vida habría imaginado que el mismísimo héroe la compraría, ¿era acaso ese el inicio de una vida llena de aventuras y peligros junto al grupo de héroes?
— Humano! ¿Y mi almuerzo? — dijo alguien desde el otro lado de aquella habitación, en el rincón más oscuro donde difícilmente llegaba la Luz solar.
— a callar! No comerás hasta que dejes de reusarte a obedecer! — grito el héroe asustando a la esclava.
Aquella cilueta qué había pasado desapercibida a los ojos de la esclava estaba sentada en posición fetal y al ponerse de pie logro ver lo alto que era. — oe, oe maldito — dijo dando algunos pasos adelante — así me agradeces qué limpié esta posilga?!
Se mostró y la luz le pego en el rostro, era Lina y aquel cuarto era el mismo en el que ella vivió junto con Endo, un guardia novato que la estaba cuidando antes de ser asesinado por sus cobradores.
Descargas eléctricas de color rojo, notables a simple vista, comenzaron a envolver el cuerpo de Lina pero ella siguió avanzando hacía ellos. — no me doblegaras malnacido, te juro que encontraré la manera de liberarme y terminaré lo que inicie — dijo Lina antes de caer de rodillas expulsando vapor del cuerpo.
— ya lo veremos — se burló el — ahora calla y mira lo que hago, es una orden.
La esclava se metió en el baño luego de que Keith se lo ordenara, mientras Keith se quito todo lo que tenia encima y se recostó en la cama.
— ¿qué se siente solo ser un espectador? — dijo el burlonamente.
La esclava salió del baño ya limpia y vio al Keith desnudo sobre la cama lo que la asunto. — amo... ¿Que significa eso? — pregunto ella temerosa de lo que podía significar.
— acércate preciosa, no muerdo — Keith comenzó a tocarce el miembro para ponerlo duro.
— es lo que crees Humana — dijo Lina arrodillada en el suelo — ese mal nacido no es el héroe qué todo el mundo cree que es, solo es un degenerado al qué le encanta follar sin importar la edad o la raza. Te desechara una ves te aya usado.
Lina tenía razón, el héroe solo compraba esclavas para satisfacer su deseo sexual y luego las vendía a los esclavistas qué trabajan ilegalmente, eran ellos quienes se encargaban de mandarlas lo más lejos posible de Bálzar.
Aquella esclava no quería creer lo que Lina le había dicho y miro con algo de esperanza al héroe esperando una respuesta positiva — dígame que no es cierto —. Keith se quedo callado y se puso de pie para acercarse a la esclava.
— no me gusta que se resistan, se hace más difícil meterla — gruñó y le agarro por la nuca — quieres que te trate bonito, no te resistas.
La esclava llena de pánico y temor quito la mano de Keith de su nuca y trato de correr hacía la puerta, pero Keith le agarro con fuerza el cabello y la jalo hacía su lado, ella en su desesperación le mordió el brazo y se libro, corrió a la puerta pero no pudo abrirla, estaba cerrada con un seguro mágico qué sólo Keith podía abrir.
— Ayuda! — grito la esclava pero nadie acudió a su ayuda.
— Es inútil qué trates de escapar o pedir ayuda, este habitación esta cubierta por una magia qué no deja salir sonido alguno y asegurada con magia — dijo Keith mirándola intentar escapar. — será la última vez que te digo que no te resistas, no quiero ser malo con tan hermosa mujer.
La violacion no era un delito grabe en Bálzar. Para catalogar alguna accion como violacion, se debía cumplir una sola condición: coito vaginal o anal. Pero muy importante para que sea catalogado como violacion debía haber alguna prueba que confirmara la violacion, por ejemplo: algún testigo, daños de gravedad en el cuerpo incluidos el ano o la vagina o que el volador se declarará culpable. Pero aquello no se extendía a los esclavos ya qué eran coincidierados propiedades a no ser que alguien además del propietario aya abusado de la esclava.
Aquella esclava, fue una mujer que trabajo como aventurera, se endeudo con el banco para comprar armas y equipos para sus misiones, no puedo juntar el dinero para pagar el dinero que se había prestado y termino como esclava, para su suerte la primera persona que la había comprado fue Keith.
En su desesperacion corrió hacía Lina y se arrodilló de detrás de ella suplicando por ayuda — ayudame, no quiero esto —. Lina no podia hacer nada, ella también había sido esclavisada y por mucho que se resistiera a la esclavitud, el collar suprimia el 50% de su fuerza, el 100% de la magia qué no poseía, también podía castigar al portador utilizando si era necesario toda la fuerza del esclavo en su contra mediante descargas. Además a Lina hace mucho tiempo que habían dejado de importarle lo que le pasara a los humano, ya que había adquirido esa indiferencia que caracterizaba a los Goblins
Keith la tomo de los cabello y la arrastró hacía la cama donde la lanzó — tienes prohibido bajar de esta cama — dijo el antes de poner su rodilla sobre la cama.
Aquella esclava trato de bajar de la cama pero sufrio una descarga qué la dejo adolorida, Keith la tomo de las piernas y la jalo hacía el, le dio la vuelta dejándola boca abajo y se sentó sobre sus piernas para luego acariciarle la espada, la esclava volvio a poner resistencia intentando quitar a Keith de sus piernas y este la agarro bruscamente del cabello — te advertí qué no te resistieras — le dijo al oído. Estampó su cara contra la almohada y luego llevo sus mano a las nalgas de la esclava, las separó y vio el orificio por el cual tenía planeado empezar.
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Lina la Goblin
FantasyUn hombre que se murió y estaba jodiendole la existencia a un Dios, es castigado renaciendo como un Goblin, peor aún, era una hembra parte de un raro espécimen. ¿Que le deparará el futuro en su nueva vida? Advertencia! No está demás poner una advert...