☯ Polos Juntos Sin Razón- KookV [국뷔]

<PJSR>: ♡=01

Por favor: parte 1/2

Jungkook llegó pronto a clases y estaba descansando la cara en el pupitre cuando de repente la puerta fue abierta, dejando a la vista a Taehyung.

Alzó la vista y lo vió con tiritas en las piernas, aún caminaba adolorido.

Sabía que la mirada del mayor estaba encima suyo, pero evitaba mirarlo. No quería verlo.

—Ki-

—No me hables y no me mires. No te disculpes tampoco. Prefiero que sigamos odiándonos y que no me pidas perdón. Estoy demasiado enfadado como para aceptarlas.

—¿Te duele? ¿Duele tanto?

—¡Sí, vale! —se atrevió a mirarlo con los ojos llorosos. Podrías ser lágrimas de dolor o lágrimas de ira y rencor.

Bajó la cabeza y una lágrima cayó en su falda, creando una pequeña mancha. Seguidamente, dirigió su brazo a su cara y la restregó por ahí para limpiarlas.

—No vuelvas a hablarme nunca más... —arrugó los dedos formando un puño. —Eres... E-eres horrible... No sé por qué siempre me tratas tan mal... —respiraba pesadamente.

Salía furioso del aula.

Jungkook corrió tras él y lo estiró dentro de nuevo, cerrando la puerta después.

—¡Estoy intentando ser amable contigo de una vez, joder, maldita puta! —decía poniéndolo contra la pared, apretando sus brazos contra ella.

Le respiraba en el cuello furiosamente.

Taehyung mantenía los ojos completamente abiertos. Más tarde, los cerró al sentir cómo le ardían las piernas.

Tal vez si Jungkook simplemente lo hubiera dejado ir, podría haber ido a sentarse a cualquier lugar. Así el dolor cesaría.

—¡No me puto interesa! —se soltó y reunió todas sus fuerzas para alzar rápidamente la mano y hacer que impacte contra el rostro de Jungkook.

Se escuchó un quejido bajo mientras inclinaba su cara a la misma dirección a la que iba su mano.

Wow.

Taehyung no sabía que era capaz de hacer eso.

No se lo podía creer. Estaba boquiabierto, mientras su mano izquierda seguía abierta y roja de tan fuerte que fue el impacto.

—O-oye-

—Eres muy valiente como para ser una puta barata. —tocaba suavemente la zona roja de su mejilla. —¿Crees que está bien dañar a alguien que intentaba ayudarte?

—Tal vez si hubieras usado el bajo IQ de tu cerebro, sabrías que la culpa fue tuya desde un inicio. —se miraba las rodillas.

—Te detesto.

—Entonces, ¿por qué te empeñas en saber si estoy bien? —soltó un quejido cuando le ardieron las rodillas.

—¿Qué? ¿Te arden ya tan rápido, princesita? —sonrió mostrando sus colmillos. —Una pena.

—Cierra la boca. Y no vuelvas a llamarme así en lo que te queda, porque me encargaré de atravesarte con las mismas pala- ¡ah! —Jungkook estiraba su pelo.

—No te quejes... No te quejes... Estoy siendo lo más gentil posible, porque si no, ahora mismo estiraría tu pelo tan bonito.

—Para... —habló con ira.

Extrañamente se veía tan... bien... Cerraba los ojos a medida que era estirado con más fuerzas y gimoteaba de vez en cuando mientras forcejeaba.