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El pelinaranja devoraba ferozmente los labios de Yoongi con los suyos mientras forcejeaba por abrir la puerta de su casa. Tuvo que despegar sus labios hinchados para tomar aire y también para abrir la puerta de su casa.

Girando la llave en todas las direcciones posibles, Yoongi empezó a frotar su creciente erección contra el culo del contrario.

—Yoongi, espera... Tengo que abrir la puerta si quieres que tengamos sexo.

—Claro que quiero comerte el culo, cariño —tomó de su cintura y colisionó ambos cuerpos—, es sólo que no puedo esperar —empezó a dejar mordidas en su cuello— a hacerte gemir mi nombre, a sentir tu humedad y- uff... podría venirme de sólo pensarlo.

—Yoongi... —dejó de abrir la puerta—. Con toda sinceridad: qué asco —sonrió—. Sabes, aveces siento que podrías hacerlo mejor.

—¿Qué? —se alejó un poco por la sorpresa inesperada. Aveces habían sorpresas que se esperaba— Bebé. ¿Alguna vez te he decepcionado en el sexo?

—No es eso, Yoonie —dejó la llave ahí donde estaba para acariciar su rostro. Ya no le interesaba tanto abrir la puerta—. Es falta de comunicación, y... la necesidad de hacernos sentir bien.

—Entonces... ¿no te gusta cómo soy contigo en el sexo? ¿No soy suficiente? ¿Te-

—Con todo el respeto del mundo: cállate Yoonie. Nunca dije eso. Es sólo que deseo que haya más cariño entre nosotros.

—¿Quieres que nuestro sexo se parezca a hacer el amor? —sonrió con emoción pareciendo un gato.

—Sí. ¿Mucho pedir?

—En absoluto —torció la llave a un lado y abrió la puerta de una patada suave. Cargó a Jimin hasta la habitación y lo tiró—. Cuando te veo, me dan ganas de besarte y de hacerte sentir bonito. Me dan ganas de que me montes mientras me abrazas y quiero que me sonrías gimiendo. Otras veces, deseo romperte el culo en cuatro y hacerte desmayar llorando de placer.

—Yoon, hazme ambas. No te preocupes tanto.

Afirmó con la cabeza haciendo un notable puchero. En realidad, estaba internamente agradecido de que Jimin sea una persona tan abierta y sincera.

Se besaban con pasión y se alejaban indeseadamente. Rozaban sus lenguas y las impregnaban el uno del otro con cariño y deseo. También con un par de sonrisas por en medio. Cuando sintió las cálidas lamidas en el cuello, justo debajo de su oreja, donde más amaba que besara, no evitó suspirar tratando de calmar las cosquillas en su vientre.

—Yoongi... —jadeó sintiendo los besos bajar hasta su clavícula. Cerraba los ojos y se dejaba llevar, pero aún así quería hablar—. Yoongi, por favor, espera... —para su sorpresa, se detuvo—. Yo también quisiera hacer algo...

—¿Algo...? —el pelinaranja asintió sonriente— Mira, bebé, no es que no te quiera y eso, pero... ¿No crees que nuestras posiciones están bien así como están?

El menor rió tímido amando la ternura con la que hablaba Yoongi y luego negó continuamente sin hablar.

—Me refiero a poder darte placer como me lo das tú. Sólo tú me tocas, yo también quiero tocarte y hacerte sentir bien ahí abajo. También quiero acariciar tu cuerpo.

—Nunca te he dicho que no, cariño. —enseñó el otro tipo de sonrisa que tenía. La sensual y provocativa.

Volvieron a besarse otra vez, inclinando las cabezas para no chocar sus narices ni interrumpir el placer de la combinación de sus labios. Lo suave que era la lengua de Yoongi lo derretía. Sentir su aliento de los suspiros y su saliva mezclarse con la suya lo desordenaba. Le quitó la camiseta al peliblanco, dejando expuestos sus abdominales. Cuando se separaron para respirar, intercambiaron posiciones. Jimin estaba encima de Yoongi, y observaba con interés el vello púbico que veía por la zona de su pelvis. Enrojeció.

¿Por qué le estaba encantando tanto que Yoongi no se hubiera depilado el pelo de ninguna parte?

Mordió su labio y luego acercó su boca sedienta a su cuello, que empezó a besar sin dudar. Yoongi mientras tanto le quitaba la ropa interior y pasaba la mano por su espalda. El pelinaranja besó su pecho y acabó lamiendo con lentitud su pelvis. Estiraba cada vez más el pantalón para llegar más abajo. Antes de notarlo, lo desnudó y estaba chupando su pene tan bien como podía. Pasaba su lengua por toda la longitud y luego lo retenía en su boca. Claramente lo sentía rozar su campanilla e incluso llegar más allá, pero le encantaba, tanto como los altos gemidos de Yoongi. Supo que iba a llegar a su orgasmo cuando sus sonidos reducían y eran menos audibles por segundo hasta que volvieron a renacer. Entonces, sintió el más allá de su garganta llenarse de semen. Abrió la boca para sacar su pene y tragarse todo para después lamer cada gota de semen en el pene del mayor.

—Esa boquita tuya es perfecta... —dijo volviendo a intercambiar lugares—. Creo que puedo hacerte gemir más. —engulló su miembro.

Agarró la almohada con fuerzas, abriendo la boca y los ojos de inmediato por sorpresa. Cuando Yoongi retuvo su miembro en su garganta, haciendo que su aliento choque contra él, se le escaparon las lágrimas. Estaba tan sometido en placer que ni podía gemir.

—Aaah...~ —cerró los ojos corriéndose. No creyó que lo haría tan rápido—. N-no más...

—Necesitas que te haga lo mismo por detrás, amor —afirmó sabiendo que estaba haciéndole un desastre por dentro a medida que lo ponía en cuatro—. Siempre igual de mojado. —dijo al separar sus glúteos viendo cómo palpitaba su entrada.

—Aah...~ —descansó la frente en la cama. La lengua del mayor en él era increíble—. ¡Oh! ¡Oh! ¡Yoongi! —estiró duramente de su cabello mientras se revolvía. El peliblanco sabía bien dónde lamió.

—¿Qué pasa, cariño?

—S-sólo métemela ya —respiraba con fuertes inhalos de satisfacción. Yoongi vió lo erectos que estaban sus pezones en un intento de mirar su rostro y sonrió al observar su ano palpitar aún más. Colocó los dedos en sus botones y volvió a adentrar la lengua—. ¡A-ah! —arqueó la espalda y empezó a presionar el culo contra su cara, posando las manos sobre las de Yoongi incitándolo a tocarlo más— Mgmh...~ Así, así...~ ¡Voy a venirme de nuevo! —ahogó su arrastrado gemido contra la almohada, soltando los fluidos en la sábana gris, sintiendo espasmos porque el contrario decidió no parar.

Yoongi se cansó de torturarlo y decidió pasar a lo siguiente de una vez por todas.

Tomó de la cintura del pelinaranja para colocarlo en su regazo. Descansó la espalda de Jimin en su pecho y metió su pene hasta el fondo.

—Aaah...~ —apretó su labio con los dientes sintiendo máxima excitación porque Yoongi no se había depilado y sentía su vello rozar su culo con cada embistada. Por alguna extraña razón también amaba ver pelo en sus axilas. Se veía tan bien...

—Mm... —sostuvo sus piernas más fuerte.

Después de unos minutos, lo puso contra el marco de la cama para tenerlo cara a cara. Mientras volvía a llenarlo, juntaba sus frentes. Jimin abría la boca lentamente sintiéndolo llegar cada vez más profundo.

—Creo que te gustaría mirar abajo. —comenzó con las embistadas lentas y profundas.

El menor hizo caso de inmediato y vió lo mejor que pudo haber visto en su vida. El pene de Yoongi entraba y salía empapado gracias a su interior apretado. La parte más tentadora, fue ver lo poblado que estaba alrededor de su miembro. Los cabellos levemente rizados en sus testículos y al voltante, lo encendían.

Para cuando dejó de pensar, ya se había venido un par de veces y Yoongi alcanzó varios orgasmos en su interior y estaban abrazados, y cansados, y tal vez próximamente casados.

—Te amo, cariño. No lo dudes.

—Antes solía dudarlo demasiado. Ahora ya ni sé qué es la palabra dudar cuando se trata de ti.

Yoongi le sonrió. Eso lo hizo sentir aún más amado.
 
  
 

 
 

 

☯ Polos Juntos Sin Razón- KookV [국뷔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora