☯ Polos Juntos Sin Razón- KookV [국뷔]

<PJSR>: "El día que nos besamos"

Nuevamente el protagonismo en los capítulos vuelve a centrarse en Yoongi y Jimin, aquella pareja levemente inestable, pero con un amor demasiado grande como para separarse.

El pelinaranja estaba teniendo una emoción negativa sin razón en medio de una clase, eso hizo peor. Sólo tenía ganas de plasmar sus actuales pensamientos a un papel blanco con la tinta de su mejor bolígrafo.

Para su suerte, la profesora no tenía nada preparado para esa clase, así que optó por algo simple e improvisado: escribir un poema o un relato cualquiera.

Si Jimin tuviera que escribir un poema sobre lo que siente por Yoongi, sería algo así:
 

El día que nos besamos

El día que nos besamos fue un momento surrealista. No sé si fue por los árboles de cerezos. O por lo bonito que era el clima. O por lo bien que me sentí.

Se sintió tan bonito, porque fuiste mi primer amor. Se sintió tan bonito porque fuiste gentil. Se sintió tan bonito, que en aquel momento quise llorar.

Nuestra primera cita no fue lo que tú planteaste pero, aún así, me enamoraste. Llevas contigo tu torpeza inesperada haciendo cada momento único y precioso de recordar. Pese a que acabamos cenando en un parque lleno de gaviotas que nos robaron la comida, para mí, fue divino, porque era diferente. Diferente a otras citas románticas. La nuestra tuvo un final opuesto pero igual de amoroso.

Eres la persona que pienso para mejorar. Eres ése que siempre está ahí hasta cuando hay nubes tapando. Eres ése sol que me da calor cuando hace frío, eres todo para mí.

Daría mucho por volver a repetir una cita tan acogedora y sencilla como esa, pese a que las flores se marchitaron.

Recuerdo exactamente cada detalle y espero no olvidarlos. Aunque quisiera, ya están sellados a mi corazón.

Park Jimin
 

—No queda más tiempo. Entregadme vuestros relatos y poemas. Más vale que sean cortos. No tengo todo el día para leerlos... —dijo entre dientes.

Jimin sostenía la hoja entre sus manos, admirando su trabajo y su hermosa caligrafía. Tornaba preciosa cuando él quería. Extrañamente, su estado de ánimo mejoró. La mano de su profesora apareció desde arriba para arrebatarle de las manos el relato que también parecía un poema. Temió por su vida.

—¡Espere, eso no es lo que quiero entregar!

Mierda.