-Espera un momento...- dijo Sara mirándome como si intentase recordar algo. Luego miró fijamente a Jorge sorprendida quién -patéticamente- se hizo el distraído- ¿Ustedes iban a la Universidad juntos, verdad?- luego de un momento, asentí- Oh, ahora te recuerdo, tú eras su amiga, Martina-.
No sé qué me dolió más,... sí que Jorge le haya contado de mí a su nueva novia, o el hecho de que le dijo que yo era 'su amiga'.
-Sí- dije con una sonrisa- bueno, uhm... debo irme, gracias por el almuerzo Fede- dije dirigiéndome únicamente al rubio.
-¿Quieres que te lleve?- preguntó él.
-No, gracias. Me queda cerca- respondí al instante.
Momento incómodo...
Fede besó mi mejilla en despedida, ¿se supone que debo despedirme de Jorge también?
-Nos vemos- dije despidiéndome con la mano y una sonrisa fingida.
Caminé intentando no tropezar y caerme, o cualquier cosa que fuera a arruinar mi salida de allí.
Escuché como la conversación volvía a reanudarse un momento después de que me alejé. Entonces todos estaban tan incómodos como yo...
(...)
Luego de aquel encuentro, no volví a saber de Jorge. Procuré que tampoco se me metiera mucho en la cabeza, aunque ciertamente él vivía allí, en algún rincón de mi mente, y en la mayor parte de lo que quedaba de mi corazón.
Suspiré. ¿Por qué no puedo olvidarlo? Me ha lastimado demasiado y yo sigo siendo tan estúpida como para necesitarlo.
Me encontraba navegando en Internet, cuando una llamada me volvió a la realidad.
-¿Sí?- respondí algo confundida.
-¡Cielo!- casi chilló Facu del otro lado- ¡estoy en Londres!-.
El corazón comenzó a latirme desenfrenado. ¿Así que eso era lo que necesitaba para sentirme viva?
-¿Qué? Aún falta una semana para que concluya el papeleo- le dije sorprendida.
-No importa, te extraño demasiado- murmuró él con cariño.
-Eres un loco- reí divertida.
-Un loco que te ama- rió Facu también. -Envíame en un mensaje tu dirección. Nos vemos en media hora- se despidió.
-Gracias. Te... -una imagen de Jorge flaqueó mi cabeza- te amo-.
Del otro lado de la linea, solo se escuchó el silencio.
-Mejor nos vemos en quince- dijo él con una carcajada.
